Capítulo XVIII

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El corazón de Katsumi palpitó emocionado, pero también se estremeció de miedo, Naruto estaba vivo, de pronto, se volvió una posibilidad que los demás también, pero ahora corría un nuevo peligro, y esta vez uno que era letal, y era el mismísimo Orochimaru.

— ¿QUÉ? ¡Eso no puede ser! ¡Él no puede ser el de la visión! — respondió exaltada, no pudo evitar voltear a ver al Uchiha — ¡Creí que estaba muerto! — el azabache tenía una mirada de enojo, el niño al que él consideraba inferior, había logrado soportar todos sus ataques, a pesar de haber ganado esa pelea, ella estaba segura que él lo consideraba una derrota.

— Pues ya ves que no es así — respondió entre dientes.

— Eso no importa ahora — dijo el Sannin interrumpiendo su pequeña pelea — lo que importa es que tú nos vas a ayudar.

Su cuerpo tembló al ver cómo su dedo índice se extendía para señalar en su dirección, era claro que ella se iba a oponer y no quería saber la manera en la que la iba a obligar a colaborar en su plan, pero como siempre, su mente le hacía intentar entrar en razón con alguien que claramente no lo haría.

— No lo haré, no mataré a mi amigo — repuso, con su voz sonando firme, aunque se estaba muriendo de miedo al responderle de esa forma, rehusándose a seguir sus órdenes, pero en lugar de enfadarse, su risa resonó por toda la habitación.

—Es claro que podrías, pero va acompañado del imbécil de Jiraiya y no puedo arriesgar los planes que tengo, sin embargo me puedo deshacer de ellos de la manera más sencilla, convenciendo a Naruto de que te viniste por voluntad propia, al igual que Sasuke.

— Repito, no lo haré.

— Lamento contradecirte querida, pero yo creo que sí lo harás, claro, si es que quieres que tu amigo siga con vida, porque ahora que recuerdo, Jiraiya no está en estos momentos con él.

— No lo haría...

— Creo que no me conoces lo suficiente, Katsumi, acabar con él no me supondría un problema, pero quiero ir por el camino más fácil para todos, espero que me apoyes en eso.

Lo miró resignada, sabía que Naruto y el maestro Jiraiya terminarían decepcionados por pensar lo peor de ella y no podía hacer nada para evitar esos pensamientos, al contrario, iba a ser ella la que los hiciera surgir.

— ¿En dónde tendré que verlos? — preguntó sin ánimos.

— Es la mejor parte, no tendrás que ir a ningún lado, porque ya están aquí, más te vale en pensar algo rápido — le informó riendo ligeramente.

— ¿Qué? ¿Aquí? ¿Cómo encontraron el escondite? — su asombro era palpable, Naruto había encontrado la guarida del Sannin, eso era muy impresionante.

Orochimaru no respondió, simplemente le dio la espalda y caminó hacia otra habitación, ella lo siguió, entendió su silencio como una orden para seguirlo, sus nervios salieron nuevamente de ella, quería verlos, abrazarlos y pedirles que la sacaran de esa horrible madriguera, pero no podía, no si los quería vivos, tenía que sacrificar su felicidad por su vida.

— Es hora de la acción — sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del sannin — espero que el reencuentro con tus viejos amigos no sea muy nostálgico, recuerda que de esto depende su inútil vida.

Una carcajada salió de su garganta y ella aún estaba procesando sus palabras cuando quedó frente a frente con la única chica integrante del equipo 7.

— Sakura... — soltó la azabache en un susurro.

— Orochimaru... — dijo ella temblando de miedo, haciendo un pobre y fallido intento por ocultar su temor, pero tanto le aterraba aquel hombre que ni siquiera se había dado cuenta de que Katsumi estaba a su lado.

Yᴏsᴏᴋᴜ |𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora