Capítulo IX

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La familia Hyuga la invitó a Katsumi a cenar, se sentó en su mesa, junto a Neji, al parecer la familia se había unido un poco y habían empezado a comer juntos, no era una actividad del diario y Katsumi notaba que aún les costaba no hacer diferencias entre la rama secundaria y la principal, ella se sentó del lado de la secundaria, con la comida lejos de ellos, pero no hicieron por consumir más de lo que ya tenían en el plato. Después de eso, cada quién fue a su habitación a dormir.

— Katsumi — la nombraron.

— Neji, hola — respondió la chica.

— Dado que mañana será nuestro primer entrenamiento te quería dar unas recomendaciones. Mejora en tus jutsus, veo que no puedes hacer muchos, los necesitas si quieres llegar a vencerme, también quiero que veas esto como algo serio, ser un ninja no es cualquier cosa, puedo ver algo de talento en ti, pero no das suficiente, no creo que quieras ser un shinobi mediocre, por último, nuestros entrenamientos serán a primera hora, también tengo misiones y entrenamientos con mi equipo, el único horario que tengo disponible es la mañana, muy temprano, me gustaría que fueras puntual.

— Claro — respondió mareada con tanta palabrería — no te preocupes trataré de no dar problemas — él solo asintió e ingresó a su cuarto, ella lo imitó. No tardó en quedarse dormida, el cansancio la invadió.

[...]

Corría con todas sus fuerzas mientras rogaba a quien fuera que le tuviera piedad, el sudor corría por su frente y su respiración estaba agitada, lo malo de cuando tenía sueños premonitorios era que no podía despertar hasta terminar de ver toda la predicción. Ese día era uno de esos en los que su don le jugaba en su contra.

— Neji va a matarme — dijo mientras corría evadiendo a personas y tratando de ir a la misma velocidad de la luz. Algo que obviamente no pudo hacer.

Llegó al campo de entrenamiento donde Neji estaba de pie, en medio del lugar. Apoyó sus manos en sus rodillas, tomándose un pequeño respiro, el rostro del mayor era una completa mirada de enojo, casi siempre llegaba pocos minutos después de la hora acordada, le era imposible pararse tan temprano, pero lo lograba, sin embargo ese día, cuando se levantó, tenía media hora de retraso.

— Llegas tarde — reprochó.

— Dime algo que no sepa — le rezongó mientras se tiraba al pasto — lo siento, tuve una visión, nunca me puedo despertar cuando tengo esos sueños, no hasta que pueda ver toda la información que me es revelada.

— No es excusa — la regañó — tú debes controlar tus habilidades, no ellas a ti, además, ya es muy tarde, no podré entrenar contigo hoy, así que entrena tu sola o haz lo que se te plazca, en otras condiciones ya habría dejado de enseñarte, pero al ser una orden de Hiashi-sama no puedo darme ese lujo.

— Está bien — lo interrumpió — no tienes que ser tan rudo conmigo, lo entiendo, vete, si llegas tarde a lo mejor tu maestro grosero se niegue a entrenarte hoy.

El Hyuga rodó los ojos, harto de ella, al parecer ese no era su día, ni el de ella.

— Entendí tu sarcasmo.

— Lo sé, esa era mi intención — él suspiró — anda, ve. Te perdono por tu grosería, sé que lo dices porque me quieres — se burló, molestándolo más.

— ¿Quererte a ti? ¡Ja! No le podría tener afecto a alguien que es insoportable como tú.

— Ya sé por qué estás así — le dijo acusadoramente — estás resentido porque te di una patada ayer en taijutsu sin Byakugan.

Él no respondió nada, dándole la razón sin querer, sólo hizo una mueca y se fue del lugar.

— Bueno, al parecer tengo un día de descanso — dijo dirigiéndose a nadie en particular mientras se estiraba entre la hierba, se levantó y se fue del lugar, dirigiéndose a la aldea.

Yᴏsᴏᴋᴜ |𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora