Capítulo XXVI

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La chica regresó a la guarida de Orochimaru, quería ayudar más, porque sintió que no hizo mucho, pero esas eran sus limitaciones, el Sannin cambiaría de escondite para la mañana del día siguiente, era obligatorio para ella estar presente.

El Byakugan le demostró que Deidara estaba cerca de ser vencido, una gran desventaja para el grupo delictivo, pero eso sucede cuando subestimas a personas que consideras inferiores, agradeció estar cerca del escondite de Orochimaru, supuso que para el anochecer, estaría llegando a la guarida, esperaba que no pasara algo hasta que estuviera dentro.

Corría sintiendo el aire en su rostro, la chica llevaba una sonrisa de oreja a oreja, se sentía libre, a pesar de estar corriendo hacia su jaula, había visto de nuevo a sus amigos, incluso pudo hablar con uno de ellos, dar la pista de que estaba ahí, que seguía pensando en ellos y que quería regresar, deseaba muy en el fondo que Neji la delatara y que la aldea la buscara de nuevo, probar de nuevo el ser libre, la había hecho querer más.

El sol ya se había escondido para cuando divisó la guarida a lo lejos, deshizo su clon, quien afortunadamente estaba escondido en su recámara, entró al lugar para dirigirse a su cuarto, el corazón le latía con fuerza, mientras se quedaba quieta, analizando la información dada por su clon, al parecer no habían interacciones con el sannin, Sasuke había salido y la serpiente lo había seguido, como lo hacía comúnmente, ellos habían llegado unas horas antes que ella, sin más novedades, la joven decidió acostarse para así descansar y volver a su rutina, la aventura había terminado.

Al día siguiente, cuando los primeros rayos de luz apenas tocaban las montañas, Katsumi se despertó con una sensación de inquietud en el pecho. Sabía que había arriesgado demasiado al involucrarse en la misión para rescatar a Gaara, pero su deseo de ayudar a sus antiguos amigos y la insatisfacción con su vida bajo el dominio de Orochimaru la habían impulsado a actuar. Mientras se preparaba para enfrentar el día, no pudo evitar sentir que había algo diferente.

Apenas había salido de su habitación cuando sintió la presencia ominosa de Orochimaru. Él estaba esperándola en el pasillo, su figura delgada y alargada proyectando una sombra que parecía más larga de lo natural. Su sonrisa, siempre una mezcla entre lo cordial y lo peligroso,  sus ojos dorados la miraban con una intensidad que la hizo detenerse en seco.

— Katsumi — dijo con su voz suave y arrastrada, — parece que tu semana fue... interesante.

Katsumi mantuvo su expresión neutral, aunque su mente trabajaba rápidamente. No podía mostrarle ningún signo de debilidad o duda. Sabía que Orochimaru era un maestro en detectar mentiras y evasiones.

— ¿Interesante? — repitió Katsumi, adoptando un tono despreocupado. — Si por interesante te refieres a estar encerrada en esta guarida, entonces sí, fue la semana más fascinante de mi vida.

Orochimaru entrecerró los ojos ligeramente, sus labios curvándose en una sonrisa aún más amplia.

— No deberías subestimar lo que puedo llegar a averiguar. Dime, ¿no te has sentido tentada a salir... a explorar?

Katsumi sintió un escalofrío recorrer su columna, pero lo disimuló con una sonrisa condescendiente.

— Intenté salir a tomar aire fresco, pero tus leales subordinados parecían pensar que era mejor que me quedara dentro. Una lástima, realmente, pero no tuve más opción que quedarme en mi habitación toda la semana. Qué aburrido, ¿no?

Orochimaru se quedó en silencio, observándola como si estuviera decidiendo si sus palabras eran ciertas o no. Katsumi mantuvo su compostura, pero por dentro su mente estaba en marcha. ¿Por qué estaba tan interesado en lo que había hecho esa semana? ¿Acaso sospechaba algo?

Yᴏsᴏᴋᴜ |𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora