Capítulo V

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Habían pasado largas semanas de arduo entrenamiento, trabajando desde el amanecer hasta pasado el anochecer. Aunque al principio le costaba, por su cuerpo débil y su salud aún frágil, no le fue tan difícil acostumbrarse, estudiaban y al mismo tiempo entrenaban. Por cada pregunta mal contestada, Iruka aumentaba la intensidad de sus ataques, hasta que la usaba como saco de papas, pero poco a poco comenzó a ser diferente, ya no se equivocaba tanto, así que buscó una nueva estrategia, dividía la dificultad de las preguntas por niveles y por cada nivel aumentaban los ataques, aunque aún le costaba un poco contrarrestarlos y era un poco mala con el ninjutsu, se defendía muy bien en cuanto a conocimiento, pero como decía su sensei, el conocimiento era muy importante, pero no servía de nada si no podía defenderse.

Katsumi no tenía un equipo como los demás, así que Iruka había hablado con los demás maestros de los diferentes equipos de genin, para que la dejaran entrenar un día a la semana con cada equipo, a pesar del poco tiempo, ya había entrenado con el equipo Asuma y el equipo Kurenai, pero no con el equipo Kakashi, ya que al parecer, estaban dispersos y el peliplata desaparecía por días, solo de vez en cuando iba a su casa y platicaban, pero cada que estaba a punto de pedirle una clase, él se esfumaba, lo que la hacía pensar que aún no era suficiente, haciéndola sentirse totalmente frustrada e insuficiente, por lo que se esforzaba mucho más, a veces pensaba que entrenar con él se había vuelto una obsesión y en ocasiones se preguntaba si era normal ser así, pero el resto de maestros lo veían como una buena estrategia para hacerla sacar su máximo potencial entrenado a cada minuto del día e incluso de la noche.

Después de días de arduo entrenamiento, se encontraba acostada en su habitación, aprovechando su primer día de descanso después de semanas, observó a su alrededor, en serio odiaba a aquella alcoba. Sin poder tolerar más ese exceso de color se puso de pie y se dispuso a cambiar totalmente su cuarto, dudaba que las paredes pudieran cambiar de color por el momento, pero el resto de la habitación sí.

Empezó por quitar el dosel y todas las cortinas, guardó todo en el pequeño armario que estaba frente a su cama, era lo único a parte de la cama que tenía un color que no fuese rosa, las puertas eran blancas y el interior también era de ese color, se acercó a los estantes para quitar todas las muñecas así como el resto de los adornos y las guardó en cajas que terminaron en el mismo lugar que el dosel, buscó por toda la casa cortinas que reemplazaran las rosas, si habían sábanas normales, también debería de haber cortinas. Las encontró en la habitación de al lado, tapó las ventanas con ellas y quitó los estantes donde habían estado las muñecas, al no tener nada que poner en ellos, decidió que sólo ocupaban un espacio innecesario.

Finalmente el hambre la llevó a buscar comida, algo que no había en ninguna parte de la cocina, el Hokage le había dicho que le llevarían alimentos básicos mientras no pudiera mantenerse por sí sola, pero se le había acabado la primer caja de alimento y aún no llevaban la segunda caja.

Pronto recordó que tenía vales para cambiar en Ichiraku, no dudó ni un segundo en ir hacia ese lugar, el sol estaba por ponerse y la cantidad de gente que había en las calles era casi nula, al llegar al puesto de comida, una sonrisa cálida la recibió, se sintió en casa, no sólo amaba a ese ramen, también amaba el trato de estas personas hacia ella, feliz pidió un plato de comida y entregó el vale que le habían dado, sorpresivamente le regalaron más, regresando a casa satisfecha y feliz.

Cuando iba caminando cerca del hospital un gran estruendo seguido de una especie de temblor la hizo alarmarse un poco, al estar desprevenida, cayó de rodillas al suelo, su instinto le pidió correr, pero otra parte de ella le pidió que explorara, claramente la curiosidad ganó y se acercó hacia el lugar donde ella creía, había pasado algo. Su sorpresa fue grande cuando llegó frente al hospital y se encontró a nada más que al ruidoso Naruto Uzumaki, estaba desmayado y se veía en un muy mal estado.

Yᴏsᴏᴋᴜ |𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora