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Capítulo tres: Un dientito.

8 años (Minho) 7 años (Seungmin).

—Hey, Seungminnie. Mi mamá compró algo para que hagamos hoy después de la escuela ¿adivina qué es? —preguntó Minho muy alegre.

Seungmin se quedó pensando un momento en qué podría ser. La madre de Minho siempre solía comprar alguna u otra cosa para que ellos se entretuvieran en casa, la última vez habían pintado tacitas de cerámica, Minho la de gatito y Seungmin la de perrito.

—Yo... no tengo idea —respondió bajito, como era costumbre.

—Ella compró ingredientes para hacer galletitas. Incluso Minhyun dijo que nos ayudaría. ¿Qué te parece, Minnie?

No era un secreto que a Minho le fascinaba todo lo referente a la cocina, claro, no más que el baile, pero seguía siendo un gran fan de aprender de su madre cada que cocinaba la cena o algún postre.

—Suena bien —respondió brevemente Seungmin, luego sonrió sin mostrar los dientes.

De nuevo algo muy común en él, pero había algo diferente esa vez, Minho sabía que algo más estaba ocurriendo, sin embargo, lo dejó pasar.

—Sí, sí. Ojalá y las horas pasen rápido mientras estemos en la escuela. No puedo esperar para ir a casa.



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Minho no había parado de hablar sobre lo emocionado que estaba por preparar galletas y Seungmin le había sonreído todas y cada una de esas veces. La hora que más ansiaban ambos pequeños por fin llegó, el timbre que indicaba la hora de salida sonó.

Con mucha felicidad, fueron a sentarse a una banquita dentro de la escuela, para esperar a que saliera el hermano de Minho.

—Hoy no podrá venir Soojung noona por nosotros. Tenía un resfriado, así que regresaremos solos a casa.

Explicó Minho. Soojung era su cuidadora desde que se habían escapado para el cumpleaños de Seungmin, ahora ella era la que se encargaba de llevar a los niños de un lado al otro para que hubiera alguien al pendiente de ellos. Soojung era una chica muy agradable que se preocupaba mucho por los pequeños y se aseguraba de que hicieran sus tareas y se divirtieran al mismo tiempo.

—Espero que se recupere pronto... —dijo Seungmin en un susurro.

Minho asintió con una sonrisa que pronto se convirtió en una mueca al ver que se acercaban unos niños que molestaban a Seungmin.

Jihoon y su grupito estúpido. Ellos no habían parado de molestar a Seungmin desde que los profesores decidieron que era candidato para hacer un salto de grado, pues su nivel de habilidad en la mayoría de las materias era superior al promedio para su edad. Así había sido cómo Minho y Seungmin habían terminado en el mismo salón de clases.

Claro, el mayor no podía estar más feliz por Seungmin, pero niños como Jihoon habían optado por llamarle "nerd".

—¿Por qué Minhyun tarda tanto? —se quejó Minho, moviendo su pierna con impaciencia.

Pronto, tres niños más llegaron hasta ellos y, para mala suerte del menor, uno de ellos se había dado cuenta de lo que el castañito había estado ocultando durante todo el día.

—Oh, miren a quienes tenemos aquí —habló Jihoon con ese tono que no podía irritar más a Minho—. ¿Qué escondes ahí, Seunggie?

El niño malvado señaló la boca de Seungmin quien rápidamente llevó una mano al lugar para cubrirse.

Protegerte ! knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora