Protegerte ! knowmin

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Capítulo diecisiete: Tú puedes hacerlo.

Minho se encontraba sentado frente a su hermano, quien lo miraba de una forma bastante seria, había querido escapar de él luego de que llegaron a su casa, pero le fue imposible, pues Minhyun era como un chicle pegado en el zapato.

—¿Por qué no me lo dijiste? —cuestionó el mayor, mostrando su molestia. Y es que, le enojaba que Minho se hubiera guardado un montón de cosas en todo ese tiempo.

—No quería preocuparte.

Minhyun negó con la cabeza.

—Soy tu hermano, Minho, así te pase la cosa más mínima voy a preocuparme, porque me importas y te quiero demasiado.

—Yo lo sé, es sólo que... —no pudo terminar de hablar, pues se le hizo un nudo en la garganta y empezó a llorar.

El pelinegro abrazó a Minho tan fuerte como pudo.

—No es sano guardarnos las cosas que nos lastiman, ¿cómo pudiste guardar todo eso en tu corazoncito durante todo este tiempo, Minho? —no obtuvo respuesta del menor, sólo se podía oír como sollozaba entre sus brazos—. No podemos dejar que los idiotas que te golpearon se salgan con la suya. Mañana mismo te acompañaré a la dirección para que reportemos eso, ¿de acuerdo?

Minho asintió y siguió llorando en brazos de su hermano.

( ♡ )

Al día siguiente, los hermanos estaban esperando a Seungmin en la parada de autobús. Minho no podía ocultar lo feliz que se encontraba por volver a ir a la escuela junto con su mejor amigo.

—¿Estás seguro de que vendrá? —preguntó Minhyun un poco desesperado por no ver a Seungmin, se estaba haciendo tarde para ir a la escuela y ya habían dejado ir dos autobuses.

—Sí, me envió mensaje de que estaba un poquito atrasado porque se despertó tarde.

Minhyun asintió con la cabeza. No pasó demasiado para que el siguiente bus llegara, Minhyun estaba dispuesto a quedarse con Minho para esperar a Seungmin, pero vio a Sihyeon pasar junto a ellos para subir en aquel transporte y necesitaba hablar con ella.

—Me voy a adelantar, hermanito. Nos vemos en la escuela. Me llamas si no los dejan entrar, recuerda que tenemos que ir a arreglar el asunto de hace dos semanas —le dijo y por último dejó un golpecito en el hombro de Minho para correr dentro del bus.

Extraño. Pensó Minho, mientras seguía con la vista el camino que recorría el autobús.

Sin más, se sentó en la banca a esperar a Seungmin. Pasaron algunos minutos y sus párpados comenzaron a cerrarse lentamente, ni siquiera había podido dormir la noche anterior por pensar en Seungmin y las consecuencias de ello se estaban presentando en ese momento. Se hubiera quedado dormido ahí mismo de no ser porque alguien había tocado su hombro.

—Minho, siento haber tardado tanto —le dijo Seungmin. Su respiración estaba agitada, tenía el rostro un poco hinchado, las mejillas sonrojadas y el cabello despeinado.

Se ve tan... bien.

—¿Esperaste demasiado?

—No mucho, no te preocupes —desvió su mirada hacia cualquier lado en donde no estuviera Seungmin—. Ya no falta mucho para que pase el próximo bus.