1 3

163 19 20
                                    

Capítulo trece: Hablar

Pasaron tres días en los que Minho no asistió a la escuela, fingió tener malestar estomacal, su madre no estaba muy convencida de aquello, pero tampoco le hizo muchas preguntas cuando se negó a ir al médico. El único problema fue Minhyun cuando pasaron cuatro días y Minho dijo que todavía no podía ir a la escuela.

—¡Sé que es mentira eso del dolor de estómago! ¡No puedes seguir ahí, ni siquiera hay una buena razón para que faltes tantos días! —gritó Minhyun del otro lado de la puerta.

—Cuatro días no son nada, déjame en paz. Creí que tú lo entenderías, pero parece que no. Ahora vete porque si no vas a llegar tarde a la escuela —dijo pasando sus manos por el reciente maquillaje que se había puesto para cubrir los moretones en su rostro, luego abrió la puerta encontrándose con su hermano mayor molesto.

—Es que...

—Estoy bien ¿sí? El lunes volveré a la escuela.

Minho no pensaba ir el lunes tampoco, sólo quería tranquilizar un poco a su hermano.

—De acuerdo, lo siento. Sólo estoy preocupado por ti. ¿Seguro de que todo está bien? —preguntó mientras examinaba la cara de su hermano.

—Uhm, te aseguro que no hay demasiado por lo que preocuparse —inconscientemente se cubrió la mejilla con su mano izquierda—. Como sea, largo.

Dijo por último y cerró la puerta del cuarto en la cara de Minhyun. No quería seguir siendo cuestionado porque sabía que soltaría todo lo que había ocurrido los últimos días y de verdad no quería que su familia se angustiara.

De todas formas, su madre se había dado cuenta de una cosa bastante extraña. Las veces que Minho no iba a la escuela, Seungmin siempre se encargaba de visitarlo para que pasaran el resto de la tarde juntos, pero no se apareció ni una sola vez durante toda esa semana que Minho faltó a la escuela.

El sábado por la mañana, decidió que como su hijo no quería hablar con ella, quizá, sólo quizá, se animaría a hablar con su padre, entonces le llamó para que fuera a la casa y el señor Lee aceptó sin dudarlo un segundo.

—Minho, soy yo —dijo su padre del otro lado de la puerta—. ¿Puedo pasar un momento?

Antes de abrir, Minho se vio al espejo para verificar que su maquillaje cubriera las heridas y hematomas que tenía, cuando estuvo seguro de que no se veía nada por fin dejó a su papá entrar.

—Hola, tiene mucho tiempo que no venías. ¿Pasa algo? —preguntó Minho, intentando sonar lo más creíble posible.

—Uhm, no lo sé. Tal vez yo debería preguntarte eso a ti —se sentó en la silla del escritorio del chico—. Tu madre y tu hermano han notado que tú has estado un poco distante. No tienes que decirme nada si no quieres, no hay ningún problema, lo entiendo por completo, sólo quería recordarte que nosotros estamos aquí contigo, siempre te vamos a escuchar y vamos a estar para ti en cualquier situación. ¿De acuerdo?

Minho asintió levemente, sus ojos comenzaron a picar y se le hizo un nudo en la garganta. Su padre se acercó a él y puso una mano en su hombro, Minho no pudo contener más el llanto, el mayor lo apretó entre sus brazos. De verdad la estaba pasando muy mal.



(  .   .   .  )



Seungmin no estaba mejor que él, en su salón nadie paraba de hablar sobre la situación en la que estaban ambos. Ni siquiera sabía cómo se habían enterado, pero le dolía tanto escuchar la forma en la que hablaban de Minho, pero era tan cobarde que no se atrevía a decir algo al respecto.

Protegerte ! knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora