Protegerte ! knowmin

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Capítulo cuatro: Pequeño resfriado.

10 años (Minho) 9 años (Seungmin)

Era un día frío, todos llevaban abrigos gigantes, gorros y guantes para estar más calientitos. Minho y Minhyun caminaban en dirección a la escuela junto con su madre, en el camino se encontraron con Seungmin como era costumbre desde unos meses atrás.

—Seungmin-ah, hoy traje panquecitos —dijo Minho apenas habían cruzado la entrada de la escuela.

—¿Los hiciste tú? —preguntó el menor con un poco de asombro. Minho asintió—. Dijiste que no volverías a hacer algo en la cocina después de que quemaste la tostadora de tu mamá.

—Si bueno...Tal vez recibí un poco de ayuda de mi mami, dijo que no quería que ocurriera algo parecido a la última vez. Le rogué durante una hora hasta que aceptó ayudarme. Yo quería traer algo casero y esponjosito para que comiéramos juntos hoy.

Seungmin sonrió con ternura al escuchar eso. De alguna forma, Minho siempre lograba causar un extraño pero agradable sentimiento que hacía que Seungmin sonriera de oreja a oreja como si fuera un tonto. Minho era lindo.

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Había llegado la hora del almuerzo, Seungmin y Minho estaban comiendo con tranquilidad los panquecitos esponjositos del último mencionado. Nada podía arruinar su felicidad, o así pensó el mayor, hasta que unas personas desagradables se acercaron a ellos.

—¿Ahora qué quieren? —preguntó Minho a Jihoon.

—Quiero que se quiten de ahí para que mis amigos y yo nos sentemos —ordenó el niño.

Seungmin no lo pensó dos veces y se levantó de su lugar. Por su parte, Minho hizo lo mismo, en realidad estaba muy cansado como para pelear con Jihoon ese día. Ni siquiera su tonta sonrisa de suficiencia cuando Minho guardó su túper en su lonchera logró hacer que Minho replicara.

Cuando estaban por irse, uno de los niños que estaban allí atravesó su pie para hacer que Seungmin tropezara, por suerte Minho lo había tomado del brazo antes de que cayera, pero ahora Seungmin había mojado todo su abrigo con una bebida que traía en su manita.

—¿Estás bien? —le preguntó el mayor a Seungmin.

—Si, arreglaré esto después —señaló su abrigo todo empapado, sus ojitos volviéndose llorosos—. Solo quiero irme de aquí, Honnie.

Minho sólo quería volver y hacer que Jihoon junto con sus amigos se arrepintieran, pero no pudo, no cuando Seungmin casi le estaba suplicando que se fueran de ese lugar.

—De acuerdo, vamos —tomó con cuidado el brazo del menor y comenzaron a caminar hacia otro lado que estuviera lejos de esos niños horribles.

( . . . )

—Puedes ponerte mi abrigo, Seungminnie. Ayer olvidé uno aquí en el salón, así que puedo ponerme ese y tú este —dijo, quitándose su abrigo.

Seungmin asintió con una media sonrisa. Hacía mucho frío y si esperaba a que su propio abrigo se secara seguro era que tendría un resfriado al día siguiente, así que aceptó con gusto el de Minho, que estaba calientito por dentro y tenía ese agradable aroma a él.