F i n a l

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Final.

Esa semana fue demasiado pesada, tanto que Seungmin y Minho ni siquiera tuvieron tiempo para hablar correctamente de sus sentimientos. Pero, por suerte, las vacaciones habían comenzado y con ello había demasiado tiempo libre para que pudieran hablar.

—¿Una cita con Seungmin? Ya decía yo que ustedes dos andaban muy raros últimamente —dijo Minhyun mientras terminaba de cortar una zanahoria para su picadillo, estaba preparando el almuerzo—. Digo, siempre han sido muy unidos, pero últimamente, a pesar de todos los trabajos escolares, estaban más melosos y sonrojados, y toda esa mierda cursi.

—¡Oye! Te pregunté si me veía bien. Te estás desviando mucho del tema —le reclamó Minho a su hermano, ahora estaba muy avergonzado.

—Oh, y me voy a desviar más —dejó las zanahorias y el cuchillo a un lado, se limpió las manos en su delantal y caminó hasta donde estaba Minho—. ¿Sabes? Estoy demasiado orgulloso de ustedes, verlos crecer ha sido una cosa increíble, simplemente no puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo desde que llegaste a la casa con esa sonrisa enorme platicándome sobre tu amigo nuevo y lo lindo que era.

«Y ahora me siento tan feliz de que Seungmin y tú finalmente se hayan dado cuenta de sus sentimientos. Gracias por tener la confianza para hablar conmigo sobre algo tan importante como esto»

Minho sintió como sus mejillas se ponían húmedas y no pudo evitar abrazar a su hermano tan fuerte como pudo.

—Y sí, te ves muy bien para su cita de hoy —le dijo con una sonrisa—. Ay, siento que voy a llorar yo también.

—Minhyun, te quiero mucho. Gracias por todas tus palabras y gracias por siempre cuidar de nosotros —se limpió las lágrimas mientras se alejaba de Minhyun—. Seungmin vendrá por mí en menos de cinco minutos, iré a lavarme la cara ahora vuelvo.

Unos minutitos más tarde, justo cuando Minho había salido del baño, se escuchó el timbre de su casa.

—Hola, Seungmin —saludó Minhyun una vez que abrió la puerta.

Seungmin le devolvió el saludo y ambos quedaron platicando un poco sobre cualquier cosa mientras esperaban a que Minho bajara.

—Así que tú y... —comenzó a decir Minhyun pero, antes de que pudiera continuar, el pelinegro apareció.

—Holaaa, creo que Seungminnie y yo ya nos vamos. Nos vemos después, hyung —dijo tomando la mano del chico menor para luego comenzar a caminar hacia afuera.

—Sí, claro, de igual forma, Seungmin no se librará de tener esta conversación conmigo —miró al castaño con los ojos entrecerrados, pero su expresión cambió rápidamente por una de cariño, dándoles una sonrisa a sus menores—. Suerte en su cita, chicos. Llámenme si necesitan algo y no lleguen muy tarde, por favor.

Los menores asintieron y salieron de la casa riendo.





El atardecer los acompañó en todo su camino hasta el lugar en donde iba a ser su cita, sus brazos entrelazados y las sonrisas en sus rostros le dejaron saber a todas las personas que los miraban que estaban muy felices. Sí, eran los más felices de todo el universo.

Tendrían un pequeño picnic en el parque y también pintarían unos cuadros que había comprado con Seungmin el día anterior.

—Sabes que no soy muy bueno con las pinturas, pero de todas formas quiero hacer algo que te recuerde a mí cada que despiertes por las mañanas y cada que vayas a dormir por las noches —le dijo Minho a Seungmin mientras sacaba su lienzo—. Tienes que colgarla en tu habitación aún si me queda horrible, Seungmin-ah. No tienes opción.

Protegerte ! knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora