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Y entonces… me quedé muda. Genesus me conocía de siempre, y yo a él… bueno, ¡Ni sabía quién era! Y está enamorado de mi… el corazón me dio un vuelco cuando me lo confesó.
Dios mío… no sé ni cómo reaccionar. ¿Y si es una estrategia? No lo creo… yo misma noto esa conexión que nos une.
Cuando vio que yo no le respondía nada, su rostro se ensombreció un poco.
--Yo… no sé qué decir…-- Le tartamudee. Él sonrió amistosamente y me acarició la mejilla.
--No te preocupes Rueouse, te entiendo.—Me quitó las manos de encima y se puso serio.--¿Qué haremos ahora?—La verdad es que no lo sabía. Genesus estaba muy mal herido y no sé cuánto tiempo más sobreviviría, ni si podría caminar.
--No se… con tus heridas.—Y le hice una mueca de que no lo sabía.—Mira, yo puedo ir a buscar unas plantas medicinales, también podría buscar agua, cazar…-- Me detuve deseando que aceptara.
“Di que si, di que si”.
--Sola no irás.—Me respondió bruscamente.—Vamos a ir juntos, si no, ¿Quién te salvará la vida cuando estés en apuros?—Me dijo divertido suavizando sus palabras, solté una carcajada que lo contagió a él, y al cabo de un rato ambos estábamos riendo.-- ¡Ay!.—Exclamó tocándose la herida del abdomen. No pude evitar sentirme culpable por hacerlo reír. Entonces me di cuenta, de que no podría sola con él. Necesitaba a Félix, y además, lo extrañaba demasiado.
--Necesitamos encontrar a Félix, nos hemos separado, y nos hemos perdido. Y él debe estar buscándome también.—Genesus hizo una cara extraña, así como si estuviese molesto, pero luego la cambio por una cara de resignación.
--De acuerdo, lo buscaremos, pero antes hay que bajar de aquí.—Me dijo mirando hacia el suelo, miré en la misma dirección: No estábamos tan alto, pero era una altura razonable, y aún más con Genesus así.
Me apoyé con ambas manos de la rama, y me dejé caer como una pequeña ave, cayendo con la punta de mis pies sobre las hojas secas. Miré a ambos lados a ver si estábamos solos, y le hice una seña a Genesus, que me lanzó el arco y el carcaj. Me los colgué a la espalda y miré hacia arriba.
Genesus hizo lo mismo que yo, solo que cuando cayó al suelo, se desvaneció de rodillas, doblándose a la mitad del dolor. Solté el arco y el carcaj y me arrodille frente a él. Vi que su herida había vuelto a sangrar.
--¿Quién te ha herido así, Genesus?—Le pregunté horrorizada, ahora a la luz del día podía ver mejor.
--Julhia…-- Me respondió con la voz cortada.—Y Kenya, se enteraron que las he traicionado y me han querido matar. Antes de que pudiera enterrarme más el cuchillo, le he pegado en el rostro a Kenya, dejándole un gran moratón, y he huido.—Empezaba a esforzar mas su voz.—Sabes, yo nunca quise ser un profesional, pero en nuestros distritos… nos entrenan de pequeños y aunque…-- Se le cortó la voz en un gemido de dolor. Lo tomé del rostro.
--Tranquilo… ven vamos a detenernos unos minutos.—Le dije, y lo ayudé a arrastrarse hacia los pies del árbol. Me senté con la espalda apoyada contra el tronco, y luego Genesus se recostó poniendo su cabeza en mi falda. Él me miró a los ojos, mientras yo le acariciaba el pelo.
“Definitivamente no puede ser una estrategia, me mira con esos ojos… me hace sentir que el estomago me da vueltas.”
Al cabo de una hora de miradas intensas, y una que otra sonrisa que se nos escapaba, decidimos que era hora de partir.
Caminábamos lentamente, pero tranquilos, era mediodía y el sol empezaba a calentarnos las cabezas, y cada vez teníamos mas sed…
--Ya no puedo más…-- Me dijo Genesus casi susurrando con los hombros caídos. Eran las 5 de la tarde aproximadamente, y solo habíamos logrado cazar dos pequeñas liebres.
--Un poco más…-- Le respondí susurrando, aunque yo tampoco podía más.
Entonces traspasamos unas enredaderas húmedas, y fue como si la suerte estuviese de nuestro lado.
Allí frente a nuestros ojos, se encontraba un pequeño lago cristalino rodeado de pinos verdes, y reflejado en él, el atardecer que se asomaba, y en uno de los bordes, todo tipo de plantas, y entre ellas, medicinales.
No pudimos evitar quedarnos boquiabiertos. Nos miramos sonriendo y nos quitamos las chaquetas y las botas, soltamos el carcaj, las liebres, y corrimos.
Genesus iba más atrás, entonces cuando llegue a la orilla me lancé al lago chapoteando, y luego Genesus, generando una ola que me tapo los cabellos.
Tomamos agua, nos salpicamos, dejamos que esa frescura se llevara nuestro calor, nos gastábamos bromas, y nos abrazábamos de alegría. Allí fue cuando me di cuenta de cuánto necesitaba beber agua, estaba al borde de la deshidratación.
Luego de eso, Genesus se quitó la camisa y me dejó limpiarle sus heridas. Le limpié toda la sangre seca de su formado abdomen y de su bello rostro, y luego sellé esos cortes con las hojas medicinales.
Cocinamos un poco las liebres, y nos sentamos a la orilla del lago a comer juntos.
Reíamos haciendo chistes, nos golpeábamos amistosamente, cuando Genesus lo dijo: Se recostó sobre la hierba, y luego me dejé caer también. Me miró, y lo dijo:
--Te quiero Rueouse.--
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Hola! Perdonen por la demora, es que no había tenido tiempo de escribir. Espero que les guste este capitulo! ¿Qué irá a pasar ahora? ¿Alguno se lo imagina?
Gracias por el apoyo que me dan, me encantan sus comentarios, y me encanta que me pidan capitulos. Gracias.
Este capitulo va dedicado a Vale, que esta empezando una nueva novela sobre Vampire diaries. TE AMO VALE♥
http://www.wattpad.com/13978968-algo-de-vos
LOS QUIERO!
LU~