Capitulo 7: "Gracias"

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Harry iba decido a mandar una carta ¿a quién? a la mismisima Narsissa Malfoy, la madre de Draco.

Harry luego de haber estado en el lago pensando en como acercarse a Draco para agradecerle llegó a la conclusión de que eso de "acercarse" no sería posible, antes muerto que pasar verguenzas nuevamente con él. Así que decidió que lo mejor era a través de una carta, pero eso parecía muy aburrido y carente de sentimiento, así que pensando en cosas que le gustaran a Draco, pensó que algo de comida sería bueno, pero no sabía el qué, apenas conocía al rubio pero sí sabía de alguien que lo conocía, incluso más de lo que el mismo Draco se conocía y era su madre.

Subió a su cuarto corriendo, ignorando la mirada de ciertos griffindors que estaban en la sala común.

-ojalá esta sea una buena idea- Dijo para si mismo tomando un pergamino y su pluma, aunque ¿cuándo Harry se caracterizaba por pensar las cosas? nunca.

"Querida Narssisa Black.

Quizás esta carta la sorprenda, pero quiero que sepa que no va con malas intenciones.

Recientemente su hijo, Draco, me ayudó en un proyecto de la escuela y logré sacar una buena nota, por lo que me gustaría agradecerle regalándole algo que le guste, pero como bien sabrá, él y yo no somos de lo más amigos.

Por eso he pensado en escribirle a usted para pedirle algún consejo o sugerencia de lo que podría gustarle a Draco, tomando en cuenta su ofrecimiento de hace unos días en el Tren.

Gracias.
firma, Harry Potter."

Obviamente mentiría en el por qué le quería regalar algo a Draco.

Iba caminando a la lechuzería con la carta en mano, nervioso a más no poder, por un lado sabía que debía darle las gracias a Malfoy, pero por otro lado, sentía que lo mejor era ignorar todo y seguir como antes, pero eso era cobarde y él por supuesto que no lo era, además de que quizás hacer eso haría que Malfoy no dijera nada y olvidase lo que pasó, el solo pensar que Draco había contado a todo el mundo lo que había pasado hacía que Harry quisiera dejar la escuela y mudarse lo más lejos posible de ese país, a China si era necesario.

Amarró la carta a la pata de su nueva lechuza y la mandó, dándole la orden de para quién era, y ahí estaba de nuevo, Malfoy estaba parado en la puerta, parecía algo indesciso entre si entrar o no. Harry se quedó en blanco, quería salir corriendo pero sus piernas no se movían ¿realmente tenía que nuevamente encontrarselo ahí? ¿qué tan mamón era para escribirle siempre a su madre?

-Potter- Saludó rompiendo el silencio y entrando a la lechuzería dejando a Harry parado, completamente helado en el centro de esta.

-Malfoy- Dijo en un tono bajito, había tenido casi que hacer fuerza para que la voz le saliera. Malfoy se percató de eso, y se giró para verlo, aún petrificado, sin querer mirar al rubio. Draco rodó los ojos, para él también era incomodo estar ahí, pero no se estaba comportando como un niño.

-Potter relajate, no te comportes como un niño- Regañó parandose frente a él con los brazos cruzados -Supera lo que pasó, yo ya lo hice- Dijo mirandolo con una ceja alzada, Harry le evitaba la mirada.

-Es fácil para ti decirlo, no eras el que estaba...- dudó unos segundos y bajó el tono de su voz -en celo comportandose raro- Draco rio, geninuamente, le causaba gracia ver al niño que vivió y venció avergonzado por eso y al escucharlo Harry lo miró a los ojos por primera vez desde que Draco había entrado.

-Supéralo- dijo suspirando por la risa -es algo normal, no lo puedes controlar, además la culpa fue de ese idiota, no tuya- Consoló. Harry estaba totalmente perdido, no entendía porque Draco estaba siendo tan amable con él.

-¿Por qué ahora me tratas bien? no sé, tenía miedo de que le contarías a todos y te burlarías- Dijo sosteniendo la mirada en él.

-Porque es de ser humano decente ser así, ya te dije la última vez que tuvimos una charla así, he sido lo suficientemente malo con todos como para seguir siéndolo, además nunca se sintió bien- admitió pensando en como su padre le había inculcado ser así con los demás, pero ahora que no estaba, podría ser él mismo, dejar de molestar y solo preocuparse de sacar su último año y dedicarse a ayudar a su madre con lo que pudiera.

Harry lo seguía mirando, ahora estaba decidido de que mandar aquella carta a la Madre del rubio había sido una excelente idea.

-Gracias- dijo sonriendole. Malfoy se puso serio.

-No es necesario que agradezcas, se siente raro -Hizo una mueca y Harry rió, la tensión que había sentido al principio había desaparecido- y no te preocupes por lo que dijiste antes, no le diré a nadie- añadió- Nos vemos Potter, aún tenemos que hacer el ensayo- Dijo dandole la espalda y se fué.

-Mierda la tarea- dijo Harry, había olvidado eso, ahora tendría que estar a solas nuevamente con Draco, pero ahora que lo pensaba, no era tan terrible, había logrado estar con él unos segundos atrás y no había pasado nada, incluso la mayoría de la verguenza que tenía Draco había logrado quitarsela.

Harry bajaba al gran comedor, ya era horario de almuerzo y se había saltado todas las clases de la mañana.

-Harry ¿dónde estabas? ¿por qué no entraste a clases?- preguntó molesta Hermione, cuando lo regañaba usaba el mismo todo de la señora Weasley y le daba risa.

-Estaba cansado y no me sentía bien, fuí a descansar al lago y me dormí- dijo una verdad a medias.

-Deberías haber ido donde la enfermera Pomfrey- Dijo cambiando su tono severo a uno de preocupación.

-No te preocupes, no es nada grave, solo me dolía la cabeza- intentó tranquilizar a su amiga -Hablando de clases, ¿pasaron mucha materia?- preguntó, la verdad si le molestaba haberse atrasado un poco.

-No mucha, después te entrego mis apuntes- dijo Hermione olvidando el tema por fin de Harry enfermo.

Terminaron el almuerzo y se fueron a la penultima clase, Transformaciones, ahora que ya había hablado con Draco, Harry no tenía porque seguir evitando ir a clases, lo peor ya había pasado. Harry se fue quedando un poco más atrás que sus dos amigos alfas y sintió que alguien llegaba a su lado, era Neville.

-¿Irás a clases?- preguntó el castaño al más bajo.

-Sí, ya hablé con ya sabes quien- dijo bajito intentando que nadie más escuchara. Neville pareció entender a quien se refería.

-¿y qué te dijo?- pregunto en susurros preocupado.

-Me dijo que no me preocupara, que el tema estaba olvidado y que el único culpable era el Ravenclaw, la verdad, fue bastante amable y me calmó- admitió el azabache. Neville asintió lentamente, procesando la información.

-Bueno, al parecer ya no es tan malo, quizás ya maduró- dijo riendo suavecito Neville, Harry lo acompañó con las risas y asintió.

-Así parece, la verdad, esta nueva versión de él me agrada- dijo sonriente, Neville notó cierta emoción en su voz, pero por el momento no diría nada.

-¿Al final le diste las gracias?- preguntó volviendose a poner serio.

-Sí, pero hice algo más- dijo emocionado Harry- le pregunté a su madre por algo que le guste para regalarselo- Añadió sonriente, Neville hizo una mueca al pensar en hablar con Narsissa y Harry pareció entender -Ella también es buena, la otra vez se me acercó para pedirme disculpas y darme las gracias por lo del ministerio, que me ayudará feliz- Dijo llevando una mano al hombro de su amigo -Tengo el presentimiento de que todo saldrá bien- finalizó con una sonrisa, la cual Neville esta vez sí correspondió.

-¿qué tanto hablan?- Preguntó Ron al llegar al salón.

-Nada- dijeron al mismo tiempo tratando de sonar despreocupados -Cosas de Herbología- añadió Neville, Ron asintió sin mayor interés y cada uno se fue a sentar, Ron con Hermione y Neville con Harry, el castaño había decidido sentarse con Potter para darle apoyo moral con el tema de estar en la misma habitación que Malfoy. Una vez sentados harry comenzó a sacar sus cosas sin prestar atención a su alrededor, no se percató de que Draco había entrado y no le quitó la mirada de encima mientras lo hacía, pero quién sí se dio cuenta fue Neville.

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Cápitulo corto jiji
realmente espero les vaya gustando
con cariño, La autora

Era de esperarse [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora