Era de esperarse [Drarry]

Capitulo 16: "Mansión"

-¿Estás seguro de que quieres ir?- le preguntó Neville a Harry, estos estaban en la habitación del azabache, Harry preparándose para ir a la Mansión Malfoy y Neville lo ayudaba.

-Sí, no veo por qué no ir- dijo mirandose al espejo por milesima vez. Ya se había probado un par de atuendos, para ese punto, la habitación ya estaba hecha un desorden.

-Porque no son pareja y ella cree que sí, Harry, ella cree ser tu suegra- El nombrado sonrió al pensar en que eso fuera cierto, pero luego volvió a la realidad.

-Ya lo hablamos con Draco, en cuando estemos comiendo le diremos la verdad, no es como que se vaya a enojar o algo así- Opinó Harry probandose un sueter y pensando que por fin estaba bien vestido -¿Qué opinas?- pidió la opinión del atuendo a Nev.

-Está bien- Dijo el castaño analizando de pies a cabezas a su amigo -Cuando llegues me tienes que contar como te fue- le hizo prometer a Harry.

-Bueno, pero no creo que vaya a pasar mucho, digo, solo vamos a almorzar y a aclarar las cosas con su madre- dijo Potter levantando los hombros.

-Si tú dices- suspiró Neville y se levantó, sorpresivamente, abrazó a Harry -Suerte amigo-.

Harry correspondió el abrazo y cuando se separaron le sonrió, luego fue al baño para terminar de arreglarse y salir totalmente listo, se miró por última vez y tomo sus cosas, que en realidad eran una chaqueta por si hacía frio y su varita. Se despidió de Neville en la sala común de Griffindor, donde también estaban Hermione y Ron que los miraban atentos. Ya llevaban una semana y media sin hablarse, para Neville eso era lo más rídiculo que había visto, la pelea había sido insignificante y ambas partes estaban siendo obstinadas.

-¿Vas a una cita con Malfoy?- preguntó Ron acercandose a ellos, Harry lo miró serio, buscando algo de sarcasmo en su pregunta, pero no lo encontró.

-No es una cita como tal, pero sí voy a salir con él ¿por?- preguntó Harry sonando más molesto de lo que esperaba.

-Aún estás a tiempo de recapacitar amigo- le dijo Ron, Harry frunció el ceño, no quería otra pelea tonta más.

-No sé qué es lo que tengo que recapacitar Ron- contestó esta vez sonando más calmado.

-Vamos, sabes perfectamente por qué te lo digo- Volvió a hablar el pelirrojo, está vez sonando más molesto, aunque él pensaba que estaba tratando de salvar a su amigo, Harry creía que estaba molestando.

-Ya hablé con ustedes sobre esto, creí que habían entendido o al menos recapacitado durante estos días, pero al parecer siguen creyendo lo mismo del otro día- Harry hizo alusión al asunto de ser omega, Hermione pareció entender y por primera vez intervino en la conversación.

-Sabes que nuestra intención no fue que lo tomaras así, en ningún momento dijimos eso, solo tratabamos de entender por qué repentinamente estás con Malfoy- Se defendió Hermione.

-Pues sonó a que me creen inferior por ser omega- Dijo Harry, cansandose ya de la conversación.

-Por supuesto que no hermano, jamás hemos pensado así- Saltó Ron a defenderse, aunque realmente creía que jamás había hecho una diferencia con Harry por ser omega.

-Si piensan así entonces hagan el intento de entender mis sentimientos por Malfoy- les pidió de buena manera el omega -ahora, si me permiten, me voy, no puedo llegar tarde- Se despidió de Neville y salió de la sala común.

Draco lo había citado en la oficina de Snape pues viajarían por la chimenea del profesor hasta la mansión Malfoy, Harry caminaba a paso rápido, ansioso por llegar, aunque también nervioso, había tratado de sonar despreocupado con Neville, la verdad era que sí estaba nervioso por ir a comer con la mamá de Draco y no solo eso, si no que pisaría nuevamente la mansión, aquello le traía malos recuerdos, pero estaba dispuesto a hacer nuevos con Draco, esta vez recuerdos felices.

-¿Potter? ¿en serio?- le preguntó Snape a Draco mientras esperaban a que llegase.

-No es de su incumbencia padrino- contestó vergonzoso, sin querer dirigirle la mirada.

-La gente hablará Draco, ya lo hacen- advirtió preocupado Severus. Le preocupaba que la gente hablase mal de su ahijado, cómo había querido complicarse la vida eligiendo a Potter, habían sido enemigos, toda la vida, y ahora estaban enamorados.

Snape aunque no lo demostrase, le guardaba cariño a Harry, no tanto como a Draco, pero si quería lo mejor para el chico, y creía que quizás no era lo mejor que estuvieran juntos, no era fácil olvidar rencillas pasadas, menos una guerra, le daba miedo que los dos jovenes salieran lastimados.

-Hablarán de mí siempre, esté con quien esté- dijo Draco cansado del cuestionamiento de su padrino -creo ser bastante adulto como para elegir con quien estar, además no estoy con Potter- Pero eso último Snape lo sabía, pues en cuanto escuchó el rumor leyó la mente de Harry, pero también sabía que ambos estaban enamorandose el uno del otro, lo podía ver, conocía a esos dos chicos desde que eran niños, a Draco desde bebé, así que no lo engañarían. Iba a volver a hablar, pero Potter había irrumpido en la oficina.

-Hola- Saludó a Draco sonriente, luego miró serio a Snape, a pesar de que luego de la guerra había sabido la verdad y supiera que snape no era malo, aún no lo perdonaba del todo, así que no lo saludó.

-Hasta que llegas, deberías saber que es de mala educación llegar tarde a todos lados- regañó el rubio parandose de la silla en la que estaba para meterse a la chimenea -Mansión Malfoy- y desapareció. Harry hizo lo mismo.

Al llegar a la Chimenea de la Mansión Malfoy vio que Draco lo esperaba ahí, al entrar a la oficina de Snape no había tenido tiempo de mirar al rubio, pero ahora sí, y solo podía pensar en lo guapo y elegante que estaba, sintiendo que su atuendo era inadecuado. Draco le tendió una mano para ayudarle a salir y nuevamente, ninguno pareció tener la intención de soltarse.

-Sé que quizás estar aquí te traiga malos recuerdos, si quieres irte lo entenderé- Dijo Draco, dando caricias en la mano del más bajo, Harry negó con la cabeza y le sonrió.

-No te preocupes, a pesar de que no fue grato el estar aquí la primera vez, tengo el presentimiento de que esta vez si lo será- Le sonrió esperando tranquilizar al rubio, ahora que estaba ahí, no era tan malo como esperaba, la mansión no era igual que antes, Narsissa la había redecorado y esa sensación lugubre que tenía antes ya no estaba.

-¡chicos! llegaron- Dijo saliendo de una de las habitaciones la madre de Draco, vestida con un vestido café muy elegante, tenía piel de animal arriba y dejaba al descubiertos los hombros, la falda llegaba hasta el suelo, dejando a la vista unos tacones del mismo color. Harry y Draco se soltaron de las manos instintivamente y vieron como Narsissa se acercaba rápidamente y los abrazó y besó a ambos y estos correspondieron el saludo una vez los soltó -Los estaba esperando- les dijo sonriente, los dos pudieron notar que sus ojos brillaban de felicidad -Por favor Harry, sientete como un tu casa, yo iré a ver si está todo listo en la cocina, pueden ir al patio si quieren, yo les avisaré cuando vayamos a comer- dijo guiñándoles un ojo y se fue igual de rápido y elegante a la cocina.

-Llevame a ver los pavos reales, siempre alardeabas de ellos- pidió Harry sonriente, estaba emocionado de estar ahí, pero más por con quien estaba.

Draco lo guió por la mansión hasta el patio donde estaban los animales, Harry miraba cada cosa de la casa sorprendido, era enorme y muy bonita, aunque le daba algo de pesar saber que la señora Black vivía ahí sola, aunque tenía a los elfos.

-Ahí están- Dijo el rubio señalando con la cabeza hacia las aves blancas que caminaban por el lugar, Harry las miró maravillado, a su parecer eran hermosas. Draco se rió al ver que el omega trataba de acercarse a los pavos pero estos se escapan.

Draco miraba a Harry interactuar con las aves y no podía evitar pensar en lo adorable que se veía y nuevamente las voces de sus amigos se hacían presentes en su cabeza ¿le gustaba Potter?

_______
Espero que les guste leerlo tanto como a mi escribirlo
Feliz, la autora.