• Libro 3 •
|| Novela basada en la película The Kissing Booth 3 ||
• ¿Qué sucederá ahora que Nea y Noah se han separado? Ambos residen en ciudades diferentes, pero sus corazones aún laten al compás, aún añoran al otro en silencio. ¿Continuarán sint...
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• 𝓝𝓸𝓪𝓱 •
—Bien hecho, chicos. Fue un buen entrenamiento, pero quiero que sea aún mejor la siguiente vez. Pueden irse.
El entrenador aplaude medianamente satisfecho antes de alejarse junto al asistente para discutir los siguientes cambios, ya sea para las jugadas o lo entrenamientos. En cuanto se alejan, todos soltamos un suspiro aliviado, pues estos días no hemos podido relajarnos ni un poco y hemos sus estrictos ojos encima en cada momento, buscando la más mínima falla para corregirla con mucho más trabajo y esfuerzo.
La temporada de reclutadores se avecina, comenzará después de las vacaciones de verano, por lo que nos están haciendo sudar y derramar sangre en cada entrenamiento y partido, esperando que la mayor cantidad de estudiantes reclutados para equipos de fútbol profesional de la NFL, sea elegidos de esta institución. Por ello es que no nos han dado rienda suelta y que la mayoría de nosotros sólo deseamos fallecer a mitad del césped para liberarnos del dolor físico y mental.
Me despido de mis compañeros y comienzo a caminar hacia el estacionamiento con extrema lentitud, sintiendo cada uno de mis músculos y ligamentos completamente dolorido y entumecido. Mi estómago se contrae cuando veo a Lucy recargada contra el frente de mi camioneta, me dedica una pequeña sonrisa cuando nota que me dirijo hacia ella, bueno, hacia mi vehículo pero es lo mismo. No hemos hablando demasiado desde lo sucedido en la fiesta de la semana pasada.
Aún no estoy seguro de cómo debería conducirme o actuar con ella cerca. Fue raro sopesar lo que había hecho una vez que terminamos, no sólo porque no fue el mejor sexo de mi vida ni una experiencia que atesoraré para siempre. Si no también, porque fue Maggie la que se dio cuenta de ello. No me mal entiendan, no fue cosa suya, sino mía. Sólo pude hacerlo porque Nea era lo único que pensaba, y aunque me ayudó en parte, también me hizo sentir miserable cada minuto en el que estuve compartiendo la cama con mi amiga.
Y aquello mismo me hizo sentir todavía más idiota por comportarme así y tener esos pensamientos cuando Lucy está desnuda debajo de mi. Siento que le he faltado al respeto, aunque también sé que definitivamente no era yo a quien se estaba imaginando mientras lo hacíamos. O bien, pensaba en su primer amor de secundaria, un chico rubio, de país azules, sonrisa encantadora y talento en el soccer, o en Maggie.
Ambos teníamos deseos diferentes y dedicados a distintas personas, así que la espero en la en si no fue tan satisfactoria como hubiéramos esperado. Además, me ha hecho sentir demasiado expuesto y ahora muy incómodo con ella a mi alrededor, por ello es que he tomado algo de distancia, he evitado responder demasiado sus textos o llamada y evitar si no es con el resto del grupo acompañándonos, algo que parece ya tenerla harta y es la razón por la que ha decidido encararme.
—¿Seguirás escondiéndote de mí, Flynn?—es lo primero que dice cuando a estoy a un par de pasos de ella.
Suelto un resoplido ajustando el bolso deportivo a mi hombro. Ella me mira con una sonrisa ladina.