JUANJO
Ahora que Martin me ha contado todo esto entiendo muchas más cosas, e incluso me siento un poco mal por haberme burlado tanto de su mutismo al principio.
Martin respira con tranquilidad, sin despegar la vista de las imágenes que van saliendo, y se le van tan ilusionado cada vez que algo es más guay.
Estoy tan confundido, no es un secreto para nadie lo interesante que me parece y las ganas que tengo siempre de pasar tiempo con él. Pero a la vez esta ese temor al qué dirán, el temerme a mi mismo, sé que muchas veces no filtro uni pienso y suelto tonterías que acabo haciendo mucho daño y no me gustaría ser eso para Martin.
No me gustaría que se tenga que volver a ocultar como con su ex novio por mi culpa.
— ¿Me cantas algo? — Dice, rompiendo el codo silencio que se había instalado entre nosotros.
— Uf Martín, me pillas muy desentrenado. — Bromeo, aunque en realidad me da un poco de vergüenza, estaría cantando solo para él.
— Por favor Juanji. — Pide, ahora mirándome con ojos de cachorrito abandonado.
Le revuelvo el pelo por ese apodo y pienso en alguna canción sencilla.
— Si yo canto una, tú cantas otra. — Le propongo.
— Pero no es justo, tú ya me has escuchado cantar. — Se queja, con voz de niño pequeño. Se me hace tan tierno que mes inevitable no apretarle los mofletes.
— Pero era una canción para todo el mundo, ahora será una canción para mí.
Rueda los ojos y se sienta, para mirarme. Sé que seré incapaz de cantar mirando, así que simplemente cierro los ojos y pienso en la nave del olvido.
— Está se la dedique a mi madre por su cumpleaños, qué vergüenza cantando ahí en medio del pueblo.
— Qué mono, tu madre debía estar muy contenta. — Dice, con un tono de voz muy dulce.
Pongo la melodía en mi móvil y empiezo a cantarla, con los ojos cerrados y recordando los momentos de mi vida en lo s que he sentido que el mundo se me iba y yo necesitaba que me esperará un poco más. Como ahora que mi abuela está enferma.
La canción acaba, y siento que una lagrima me recorre la mejilla. Cuando abro los ojos veo a Martin llorando abiertamente. Le limpio las lagrimas con una mano y se tumba prácticamente encima de mí, abrazándome con fuerza.
— Lograrás todo lo que te propongas. — Me susurra, sin apartarse.
Le acaricio el pelo lentamente, intentando entender qué es todo esto.
— Mañana me vuelvo a mi pueblo. Si mi abuela está tan mal quiero tener tiempo para despedirme. — Le informo.
Se parta de mí y me mira, una vez más atravesándome el alma con esa mirada suya.
— ¿Está muy mal?
Me encojo de hombros porque no tengo ni la menor idea, nadie me dicen nada desde mi casa. Igual aprovecho para despejarme un poco de todo, la capital a veces puede ser asfixiante.
Al cabo de un rato salimos de ahí, a Martin se le escapa una lagrimita de pena que trata de disimular y yo finjo no verlo. Aunque me apunto mentalmente volver a traerlo algún día.
Se empeña en pagar él por ser él quien me ha invitado, así que le propongo ir a comer aunque ya sea media tarde y esta vez le invito yo.
— He perdido completamente la noción del tiempo ahí dentro. Lo siento. — Me dice, cuando vuelve de pagar la actividad. — Ya es mas de media tarde y aun no has comido. Me van a acusar de matarte de hambre.
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The Dancer - Juantin ot2023
FanfictionMartin es bailarín, o querría serlo. Se esta empezando a introducir en el mundo del teatro y el baile profesional. Todo mientras aprende a convivir consigo mismo después de una época de negrura. Juanjo esta en una ingeniera que no le gusta, con una...