33 - Do

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MARTIN

Un domingo de tranquilidad y parsimonia, tal y como me gusta a mí. 

Nada más despertar siento la sonrisa tonta apoderarse de mis labios al recordar la noche de ayer. Una sonrisa que ya podría bautizar como "la sonrisa por Juanjo".

Después de una buena ducha matutina y de desayunar con Ruslana para que me cuente un poco de su semana junto a su hermana. 

Juanjii<3 

Paso a buscarte  por la tarde 

merendamos en mi casa 

y salimos 

— Ves el nombre de Juano y te pierdo. — Se queja Ruslana. — Tranquilo que tengo más amigos. — Añade al ver que no le contesto, aunque su sonrisa tierna me hace ver que está bromeando.

Me río avergonzado y acepto la invitación de Juanjo, ya con ganas de que pase el tiempo para poder vovler a estar con Juanjo. 

Ruslana y yo recogemos un poco el piso que ya se nos estaba quedando un poco pocilga y al acabar corro a cambiarme, siendo sinceros, bastante ilusionado. Trato de escoger mi mejor outfit, por alguna razón quiero impresionar un poco a Juanjo.

No soy consicente del tiempo que ha pasado hasta que una llamada de Juanjo me sobresalta. 

— Hola. —   Le saludo, ya con mi sonrisa por Juanjo dibujandose en mis labios. 

— Ya esoty abajo. — Me responde, sin saludar. Hacinedome reocrdar a cuando nos concoimos y pense en lo maleducado que meresultaba. 

— Tan eduacado como siempre. — Creo que lo que más echaba de menos era moelstarlo. 

— Cuando bajes te saludaré como dios manda.  —  Me responde, y ya me lo imagino con esa sonrisita pícara que siempre me hace sonrojar.

— Ya voy. —  Murmuro sin poder dejar de sonreír. 

Me despido de Ruslana y bajo rapidamente, por mucho que quiera hacerle esperar un poco, el impaciente esta vez soy yo. 

Lo veo serio apoyado en la puerta de copiloto, con las gafas de sol cubriendo sus ojos. El corazón me da un vuelco al ver como sonríe al verme.

Se acaerca para abrazarme con fuerza y dejar un suave beso en la comisura de mi labio, como si jugara conmigo. 

— ¿Este es el saludo como dios manda?  —  Me quejo con voz de bebé. 

Se encoje de hombros y revuelve un poco mi pelo. — Estás guapísimo. —

Me sonrojo ante sus palabras, agradeciendole, y subo al coche cuando me abre la puerta. 

— ¿A dónde iremos después de merendar? — Le pregunto. 

—  Al planetario de la otra vez. —  Responde, está vez sin hacerse el interesante. Parece un poco nervioso. —  Coge mi móvil y deleitanos con tu alternativo gusto musical . 

Ruedo los ojos y solo le doy play a su playlist, haciéndole bufar. 

— Como te gusta no hacerme ni un poco de caso. — Se queja, sin despegar la mirada de la carretera. 

— No te lo has ganado. — Lo reto, y veo como me mira de refilón mordiéndose el labio antes de empezar a aparcar. — ¿Cómo es que has venido en coche hoy?

— Iba tarde.  — Asiento tratando de que no se me espacie la sonrisa porque tampoco habíamos acordado una hora como para llegar tarde. 

Al bajar del coche rápidamente me coge de la mano para subir a su piso, como si ya fuera algo tan normal que no piensas en hacerlo, simplemente sale. 

The Dancer - Juantin ot2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora