Noticias del pasado

946 101 9
                                    


Hace mucho que Izuku no estaba en un escenario.

Desde el día que ese accidente retrasó su carrera había tenido una fobia a estar parado en ese gran escenario con suelos de caoba y telón rojizo.

—Miren quien sigue aquí...—Escucho una voz venenosa desde el otro lado del escarnio.

Monoma estaba parado en la esquina del escarnio aparado en la pared con las manos en su chaqueta deportiva, rápidamente, el rostro de Izuku se tensó.

—¿Que quieres Monoma?

—Solo restregarte en la cara quien es el nuevo rostro de la academia—Dijo señalando un gran cartel en el escenario.

"El lago de los cisnes, protagonizado por Neito Monoma"

—Solo estas en ese lugar por lo de mi rodilla, sabes que yo siempre tuve más talento que tú.

—Talvez, pero yo no arruine mi carrera, sigo aquí, tú no, seré el futuro de la compañía mientras tú te tendrás que conformar siendo un simple maestro para mocosos.

—¡Deja de decir idioteces!

—Ahora yo soy el cisne blanco, como siempre si debió ser..—Salió caminando del otro mientras empujaba a Izuku.—Y por cierto, estas gordo, tiene que empezar a vomitar de nuevo, te ayudaría bastante.

Izuku se quedó callado mientras miraba a su ex compañero irse con su traje del lago de los cisnes recordándole todo lo que perdió, todo lo que pudo tener, tenía la vida perfecta y todo se fue a la mierda. Respiro profundo intentado de levantarse del piso pero un dolor en su espalda baja lo invadió provocando que se doblara, algo estaba mal. Tomó unos minutos pero por fin pudo irse del lugar, tenía que dar clases pero no se sentía bien después de la conversación con su querido amigo.

...

Katsuki llegó cansado de una larga jornada de entrenamiento, su manager estaba furioso aún por la pelea que perdió y lo había obligado a entrenar más que antes. Sus músculos estaba entumecidos y sentía que en cualquier momento se desplomaría en el sofa cuando llegara a su casa, solo quería entrar por la puerta y respirar ese olor a dulce de leche que caracterizaba al pecoso desde que le había dicho lo del embarazo. Aún las cosas no estaban claras con Izuku, se llevaban bien e incluso se había quedado abrazados viendo películas pero no habían dejado en claro nada.

Y Bakugo era demasiado orgulloso para dar el primer paso, amaba a Izuku, lo adoraba y ahora que iban a tener un hijo sabía que tenía que resolver su casi algo, y volver algo serio, no soportaría ver a su hijo solo los fin de semanas, quería vivir con él, contarle historias antes de dormir, jugar con el y sobre todo, ser el padre que él nunca tuvo.

—¿Deku?—Dijo abriendo la puerta de la casa algo emocionado por su sueños, solo quería recostarse y asegurarse que Izuku estuviera a salvo.

Al no escuchar una respuesta se adentró a la casa tirando todo en la entrada hasta que encontró  al pecoso recostado en el sofá con una compresa fría en su espalda baja, lo que lo asusto.

—¿Kacchan? Perdón, se me pasó el tiempo no hice nada para cenar.—Dijo intentando levantarse lo que sólo provocó una mueca.

—¿Te caíste? ¿Te duele mucho?—Dijo sentándose en el sofá con el pecoso revisando debajo de la camiseta de este.

Había un gran moretón color morado extendiéndose por toda la parte baja, Katsuki hiso una mueca preocupada y miró al pecoso.

—Me duele mucho...

—¿Vamos al hospital?—Le preguntó desesperado el rubio.

El peliverde asintió y fue cargado hasta el auto. Siempre había sido una persona terca, era uno de sus defectos  más grandes, pero, sabía que ese no era el momento de serlo, tenía la vida de su hijo en las manos, no había querido admitirlo pero sentía una incomodidad en su vientre, y tenía el presentimiento de que algo estaba mal. Katsuki no estaba mejor, tenía los pelos de punta y apenas podía concentrarse en el camino hasta el hospital, intentaba respirar como su psiquiatra le había enseñado pero era inutil, sentía la ira ascender por su garganta.

Mistake (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora