La hamburguesa

569 70 7
                                    


Katsuki se despertó por un movimiento a su lado.

Era la mitad de la noche y estaba oscuro, lo único que podía significar era que Izuku se había despertado; abrió sus ojos lentamente y se dio vuelta ara ver al pecoso inclinado en la cama con lágrimas en los ojos, su mente divagó en todas las posibilidades, dolor, incomodidad, náuseas...

—¿Deku?—Murmuro con una voz rasposa Katsuki.

El nombrado lo miró por unos segundos y sus sollozos fueron más que obvios, Bakugo se levantó de un salto y lo abrazó por la espalda dando pequeños besitos en su cabello para que se tranquilizara, después de el susto del hospital cualquier cosas y mueca que hiciera Izuku era digna de la preocupación de Katsuki, quien diligentemente se encargaba de hacer volver la sonrisa de enamorado que habían tenido todo esa semana.

Las dias se habían vuelto más dulces entre besos y cariños, el peli cenizo se había negado a que Izuku volviera a dormir solo en el cuarto de invitados, la ropa del pecoso ya estaba en el armario de Katsuki.

—C-creo que quiero una hamburguesa...—Murmuro Izuku en una voz casi inaudible.

—¿Qué?

Katsuki se quedó piedra.

Izuku era muy estricto con su dieta, aunque Bakugo tratará de hacerlo comer comidas más grasosas el pecoso nunca le hacía caso y siempre iba por la opción segura, lo que le hacía enojar muchas veces. Pero ahora, había tenido la primera reunión con el grupo de TCA, había sido algo vergonzoso hablar de sus problemas con extraños pero todos lo hicieron sentir bienvenido y cómodo cuando compartía sus pensamientos sobre la comida y lo difícil que era.

—Tu sabes, una de esas de pollo, con doble queso, y papas...—Izuku bajo su cara esperando la negación del rubio.

—¡Mierda! Si, ahora voy por ella. ¿Algo más? ¿Helado? ¿Nuggets?

Izuku alzó la cabeza sorprendido, y sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez mientras asentía, dios, tenía mucha hambre.

—Espérame recostado, hace frío afuera, si tienes mucha hambre y me tardado creo qué hay algo de pizza en la nevera.—Le dio un corto beso en los labios y se fue rápidamente.

Katsuki sabía que Izuku había recién entrado a los cuatro meses, sabía que sus antojos crecerían y tendría que olvidar su sueño para ir a cumplirlos, lo cual no le molestaba en lo absoluto, mientras el pecoso tenga lo que necesita, nada es importante.

Regreso rápido a casa, para encontrarse con el pecoso en la sala del sillón esperándolo, con un puchero en sus labios, sabía que no se sentía cómodo comiendo comida rápida aún, así que tendría que animarlo un poco.

—Todo lo que me pediste se ve delicioso, hasta traje una para mi.

—G-Gracias...

—Aquí tienes, más vale que te comas todo nerd.

Este hizo una mueca al ponerle en frente la gran hamburguesa, hacía tanto que no probaba una que ni siquiera recordaba su sabor.

Lo agarro entre su dos manos y con los ojos cerrados le dio el primer bocado, espero un segundo y luego dos, pero la sensación de vomito no se presentó, en vez, soltó un ruido al sentir el sabor de la hamburguesa, que estaba deliciosa, era como una combinación de todo, y su bebé estaba claramente complacido.

—¿A bombita le gustó?—Dijo Katsuki soltando una risa al ver el pecoso devorarse la hamburguesa.

—Tu hijo me va a hacer engordar más.

—¿Y? Verte comer este tipo de cosas me hace muy feliz.

Los dos sonrieron, e Izuku alzó poco a poco su camisa de pijama, que por cierto, era de Katsuki, un vientre ya redondo se había formado, Katsuki abrió los ojos grande al verlo, no lo había notado, Izuku llevaba días usando camisas grandes que no había notado que por fin había echo pop.

—¿Y esto cuando paso?

—No lo se, hace unos días me levante y ¡Pop! Ya parecía embarazado.

Katsuki le sonrió y pasó su mano por la curvatura, con suavidad y delicadeza acaricio el vientre totalmente embelesado, su hijo o hija estaba ahí, empezó a tararear una canción de cuna algo nervioso sin querer mirar a Izuku de la vergüenza, este lo mira enternecido por la escena, el gran boxeador Bakugo Katsuki estaba cantándole canciones a su hijo no nacido.

—Ahora estoy celoso, nunca me has cantando a mi.

—No soy un buen cantante, solo oí que el bebé empieza a escuchar a partir de este mes.

—¡Por eso has dejado de maldecir tanto!

—Tsk, solo pensé que el bebé no debería escuchar esas cosas.

—Mhm, parece que Papá se esta preparando muy bien...

—Prometo darte una serenata después, ahora debes descansar, mañana tendremos un día ocupado.

—¿Por qué?

—Creo que es hora de que mis padres lo sepan.

Izuku se quedó helado mientras se lamia sus dedos por la grasa de las papas.

—¿Estas seguro? No los he visto desde el funeral de mi madre, no se si estarán felices que estemos juntos de nuevo.

—Me importa una Mier-...muy poco lo que mis padres piensen sobre nuestra relación, solo creí que era educado decirles que serán abuelos, eso es todo.

—Estoy contigo, no quiero que un día nos vengan a visitar en navidad y tengamos un bebé en brazos ¿Que les vamos a decir? ¿Sorpresa, el condon se rompió y ahora estoy embarazado?

—Es una opción directa y fácil, y explica la mayor parte de las cosas—Dijo Katsuki entre risas pero fue golpeado en el hombro por un muy enojado Izuku—Estoy bromeando, ya veremos mañana que le decimos a mis viejos, pero te aman, y estoy seguro que yo me llevaré la mayor parte de la regañada.

—Y yo estaré a tu lado como siempre.

—Por eso, debes dormir, no quieres soportar los gritos de mi madre sin haber descansado debidamente, créeme.—Katsuki cargó a Izuku en brazos rápidamente.

—¿¡Qué haces!? ¡Soy demasiado pesado! Me bajas ahora Bakugo Katsuki o te juro que-

—Deku, levantó pesas más pesadas que tú, deja de quejarte —El pecoso hizo un puchero pero se dejó llevar.

Por fin, estaba entre los brazos de Katsuki sin ninguna preocupación, por fin era la familia que se merecían, y estaban junto otra vez, como siempre debió  ser.

Y nada malo podría pasar.

¿Verdad?

Mistake (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora