Oportunidad

555 61 4
                                    


Había fantasma en la vida de Izuku que aún le daba miedo enfrentar.

El inevitable hundimiento de su carrera como bailarín era uno de ellos; recuerda las palabras que su madre le dijo antes de morir, algo sobre seguir sus sueños y no cometer estupideces como embarazarse en sus veintes, el podría haber hecho muchas cosas para evitar pasar esa noche con Katsuki, pero ahora, entiende que las cosas siempre debieron de ser de esta forma, incluso si tuvo que sacrificar la promesa que le hizo a su madre moribunda.

La parte del ballet es la más difícil, ver a Monoma protagonizando un papel que hace un tiempo era de él, lo enfureció, él era el cisne, la estrella de la academia y uno de los bailarines más prometedores a nivel nacional, y de pronto, fue como si apagaran las luces de su escenario y simplemente tuviera que dejar de bailar.

Bakugo lo apoyaba en todo, como siempre, le decía que esperaba verlo bailar otra vez, que él se haría cargo de su bebé si quería retomar su carrera, pero la realidad era, que nunca volvería a tener el éxito que tuvo más joven, era iluso pensar que podría volver al escenario como si nada, por eso, ahora sentado en la oficina de su antiguo tutor de danza, se sentía pequeño y desesperanzado, la idea de volver al mundo que le había pertenecido por tanto tiempo le daba escalofríos.

—¿Sabe bien el té? Escuché que las personas embarazadas suelen ser más sensibles a los sabores.—Dice su mentor sentado en el sillón paralelo al suyo.

—¡Si! Está deliciosos, además, esta pequeña no es tan quisquillosa—Dice Izuku acariciando su prominente vientre, desde la anterior ecografía, se ha vuelto costumbre.

—Me alegro...

—Ahora, ¿Pasó algo? Se me hizo extraño que me llamara.

Esa mañana, mientras desayunaba, había recibido la llamada de su mentor para verlo en su oficina, Katsuki tenía entrevistas y entrenamiento todo el día, asi que tendría el día libre, aparte de sus clases para prepararse para el parto que había agendado para esa tarde.

—Bueno...Sabrás quien te "reemplazó" como solista este tiempo, sinceramente, Neito siempre fue un bailarín mediocre, pero su padre insistió en que lo fuera por una temporada, pero ahora dadás tus circunstancias...

—No necesita decírmelo con tacto, lo se, no volveré a ser un bailarín.

—No me refiero a eso, eres excepcional, y si tú estás dispuesto queremos ofrecer una última función al público después de que te recuperes y te pongas en forma nuevamente, solo si tú quieres.

—¿Disculpe?

—Arregle una plaza para ti para enseñar a bailarines profesionales, si aún quiere seguir en la industria, los horarios son algo flexibles y nos encantaría que vinieras con tu pequeña a visitarnos.

Izuku quedó con la boca abierta.

¿Eso era un sueño?

—Fue algo personal, siento que deberías tener la oportunidad de seguir haciendo lo que amas sin necesidad de tener una limitación por convertirte en padre, se que será diferente...

—¡Aceptó!—Dijo Izuku sin pensarlo con lágrimas en los ojos.

—Eso pensaba—Dijo el señor Yagi abrazando a su pupilo, lo había visto crecer,y ahora verlo como adulto enseñándole a las nuevas generaciones, lo ponía muy orgulloso.

Se despidió de sus amigos de la academia que lo recibieron con caricias en el vientre y abrazos, Uraraka casi llora al verlo después de todo este tiempo, pasó por la clase con sus antiguos estudiantes que le dieron muchos dulces para el viaje y le ofrecieron sus buenos deseos y suerte con el bebé en camino, si esto era un sueño, Izuku ni quisiera despertar nunca, era como si su nueva vida y la antigua se hubiera combinado, lo bueno y lo malo, pero sobre todo, la esperanza de un futuro mejor.

Al llegar a las clases para prepararse para el parto se sintió más aliviado, con un poco de náuseas, pero creía que era por la caminata hasta ahí, Katsuki lo reprendería si supiera lo mucho que camino en lugar de llamar a un taxi, pero la verdad, se sentía mejor respirando el aire fresco de las calles y despejando su mente un poco.

Aunque había muchas parejas en la clase, Izuku se sentía conforme, quería llegar a casa y decirle las buenas noticias a su novio, lo besaría, y si tenía mucha suerte, terminaría con una buena noche de sexo oral que solo alimentaba sus hormonas de embarazado, que lo tenían como loco cada vez que miraba entrenar a Katsuki, con ese torso sudado y marcado y esos músculos tensos que eran firmes y...

—¡Bienvenidos todos a la primera clase prenatal! Lo primero, necesito que los papás se pongo detrás de sus parejas y los apoyen, los que ni tengan, simplemente póngase en una posición cómoda—Dice el chico mirando en dirección de Izuku haciendo que se sonrojara de la vergüenza.

Olvídenlo, esta noche mataría a Katsuki por no estar aquí junto a él

—Asegúrense de relajarse y tener mucho cuidado con su vientre.

Intentado algunas posición pero todas eran demasiado incómodas para Izuku, sentía su pecho oprimirse y el sudor recorría su sien, todo era demasiado difícil y su cuerpo se sentía demasiado pesado.

—¿Estas bien?—Le preguntó el instructor mirándolo preocupado.

—Si...Yo...—Las palabras se quedaron estancadas en su boca sin poder pronunciarlas.

Todo daba vueltas en la sala, y de por to había dos instructores hablándole en tono preocupado y diciendo cosas absurdas.

Luego se cayó en el frío piso y escuchó el golpe de su cabeza cayendo en las baldosas de lugar.

Oh Dios, se había desmayado.

Mistake (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora