Feliz cumpleaños

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Lo primero que Izuku vio al despertar fue un bello desayuno japonés perfectamente ordenado en una mesita continua a la cama. Un gran ramo de girasoles adornaba el florero continuo y una pequeña tarjeta color verde limon estaba doblada en frente del jarrón.

"Feliz cumpleaños nerd"

Su corazón se derritió al leer letra cursiva en la tarjeta; se acomodó más en la cama y trato de acostumbrase a los brillos del sol colándose por la ventana de la habitación de Katsuki, bueno, ahora era su habitación también.

—Veo que ya despertaste—Dice una voz rasposa desde la puerta.

Katsuki está parado con su típico ceño fruncido esperando nervioso en el marco de la puerta.

—No tenias que hacer esto, Kacchan.

—Tsk, solo son unas flores y el desayuno, te mereces esto todos los días, no es la gran cosa.—Dice acercándose con cuidado hacia él, desde hace unos días, Katsuki lo trataba como un muñeco de porcelana que se podía romper en cualquier momento.

La razón era, la prominente barriga que ahora tenía el pecoso, que ahora se notaba con más claridad con toda la ropa de maternidad de marca que le había comprado Bakugo después de salir de la terrible reunión con sus padres.

—Igualmente, Gracias, esto es el mejor regalo que puedo tener.

—¿Qué te hace pensar que este es el regalo?

—¿Hay más?

—¿Que si hay más? ¡No puedo creer que creas que soy tan tácaño! El día de hoy se tratará de mimarte.

Antes de que el pecoso pudiera decir algo, Katsuki saco de su bolsillo unos folletos doblados a la mitad, Izuku bajo la mirada al distinguir el margen dorado de estas y sus ojos se abren con sorpresa.

—He visto tu cara cada vez que cruzamos por tu vieja academia de ballet, y como mirabas a esos niños practicándolo en el parque. No tienes que decidirlo ahora, puedes simplemente no ir...mierda, ey, ey, no llores, las tirare ahora mismo.—Las manos se Izuku lo detuvieron y lo abrazaron mientras sollozaba en silencio 

—¿Es lo que creo que es?

Katsuki había peleado con la mentora de esa academia que dejará entrar a Izuku en su clase, pero estaban con cupos llenos, había tenido que sobornar a cientos de persona para reservar un cupo y por fin lo había logrado. Eran unas clases privadas para personas embarazadas donde practicaban distintos tipos de danza adaptados a su condición, había escuchado muy buenas cosas de la clase, pero Izuku tenía mucho miedo de decirle a Katsuki por lo caras que eran.

—Si querias entrar solo debías decirme, todo el dinero que gano en las peleas es para gastarlo en ti y en el bebé—Dice Katsuki consolando al pecoso que empezaba a normalizar su respiración.

—Si, lo se, te amo...—Izuku se acerca y le da un pequeño beso al cenizo que lo deja en las nubes.

Le gustaba gastar dinero en el pecoso.

—Bueno, es hora de irnos.

—¿Disculpa?

—Hoy nos dirán el sexo de bebé.

Izuku se levantó rápidamente de la cama y empezó a vestirse. Era el día que había esperado desde hace meses, si era sincero, estaba muy nervioso por llegar al cuarto mes, pero todo estaba bien y las cosas no podían estar mejor entre él y Bakugo.

Pero tenía esta espina de ansiedad cada vez que miraba su vientre en el espejo, tenía estos recuerdos del pasado donde perdía a su bebé, o que algo saliera mal en el parto. Estaba tan asustado por su embarazo pero no era capaz de decírselo a Katsuki por temor a ponerlo más ansioso, el pobre ya estaba pasando con la angústia de la salud de Izuku y todas las peleas que tenía agendadas.

Y descubrir el sexo de su bebé era algo agridulce. 

La vez que fue a la consulta por Katsumi, todo habia ido mal, pasó llorando toda la consulta y apenas había podido pagar la cita a su ginecólogo, aún recuerda las miradas de los demás pacientes al verlo contar monedas en la recepción; pero, ahora Katsuki estaba a su lado, con una sonrisa tonta en el rostro, que él negaba tener siempre que lo mencionaba, conduciendo para ver a su bebé, y estaba muy emocionado por verle otra vez.

—¿Nervioso?—Pregunto Izuku saliendo de sus pensamientos al notar el silencio en el auto.

Y Katsuki para nada es un conductor silencioso

—Un poco, no se que esperar, solo quiero que todo salga bien...

—Ya pasamos la etapa de riesgo, es hora de disfrutar un poco del embarazo—Dijo Izuku tratando de sonar animado.

El sabía que siempre tenía que estar alerta, no podía bajar la guardia, pero quería transmitirle calma a Katsuki. 

Al llegar a la clínica, tuvieron que esperar en esas molestas sillas de la recepción que solo hacía que su ansiedad creciera, su mente estaba llena de preocupación y las ideas más locas, cuando fue su turno, casi le agradeció llorando a la enfermera por dejarlos entrar antes.

—¿Como te has sentido Izuku? Escuché que empezaste a ir a las reuniones.

—Si, han sido de mucha ayuda, tengo una mejor relación con la comida, y he engordado algunos kilos.—Dijo con una gran sonrisa en la cara, estaba muy orgulloso de lo que había logrado.

—¡Vaya! Felicitaciones. Estas mucho más saludable y el bebé parece estar desarrollándose bien.

—Sobre el bebé... ¿Hoy nos dirán el género?—Dice Katsuki nervioso.

—Solo si el pequeñín lo permite

Izuku se recostó en la camilla subiendo su camisa, a pesar de estar a la mitad del cuarto mes, se podía notar lo embarazado que estaba, las personas ahora le ofrecían su asiento cuando estaba en un lugar público, y no tenía que hacer largas filas en el supermercado, estaba agradecido con los privilegios que ahora tenía.

—¿Ustedes tienen alguna preferencia?—Dice el doctor mientras pone el gel sobre el vientre de Izuku.

—No realmente, yo solo quiero que este sano...—Dice Bakugo con los ojos atentos a la pantalla.

Y la imagen inundó sus cabezas otra vez.

—¿Empezaste a sentir movimientos verdad?

—¡Si! Son muy pequeños pero ahí están.

—Vamos bebé tus padres quieren verte...—Dice mientras entrecierra los ojos, luego sonríe.—¿Están listo para saber?

Los dos asiente tragando saliva mientras el doctor gira la pantalla hacia ellos.

—Felicidades, tendrá una niña muy saludable.

Izuku se queda sin aire al ver al bebé moviéndose en la pantalla.

Una niña.

Siente sus ojos llenarse de lágrimas y voltea a ver a Katsuki quien esta embelesado mirando a la pantalla totalmente hechizado con la imagen de su pequeña hija.

Era oficial, iba a ser papá.

Los dos se miraron y entendieron todo perfectamente sin decir una palabra.

—Nuestra pequeña guerrera, Deku.




Mistake (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora