Capítulo IX: Batalla (Parte III: Batallón )

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Se trataba ni más ni menos que el conocido como el traidor, el renegado, el indigno... Ishir. Traía consigo aún más criaturas dispuestas a destruir Natache, en una mano portaba una bandera con el símbolo de Úruthom, que era una especie de "Z" dentro de un circulo, y en la otra una espada encantada por el fuego sagrado de los taumaturgos de Pok-Mok.

A ishir le gustaban las batallas, ese fue el motivo principal por el que aceptó el trato que Úruthom le propuso en el pasado, como también fue el motivo por el que se encontraba allí en aquel momento, iba montado en un alazán negro azabache que cabalgaba veloz.

Víktor fue el primero en ver a Ishir aparecer, y alerto de ello a Draconos y a Águilux, que estaban a su alrededor luchando sin cesar en aquella sanguinaria batalla.

-Yo conozco a aquel hombre que viene... -decía Águilux señalándole con su dedo índice.

-Yo diría que es el lider de todas estas tropas -dijo Draconos.

-Yo se quién es -dijo Víktor- ese hombre traicionó a nuestro pueblo.

-Se llama Khalím -dijo Águilux.

-Se llamaba Khalím -dijo el rey-, ahora es Ishir, y sirve a Uruthom en su camino hacia la destrucción de nuestro reino.

-Pues se las va a ver con nosotros -concluyó Draconos.

Cuando Ishir llegó le esperaban los tres en medio de la contienda, con semblante serio, los puños apretados, y el cuerpo rígido y tenso, el que más,Víktor, a quién le estaba costando contener su furia debido a estar recordando la pasada traición de aquel hombre al cual en su día considero casi un hermano. Ishir se paró ante ellos, se bajó del caballo y le acarició, y acto seguido dio dos o tres pasos hacia Víktor, que tambien se adelantó, de manera que estaban a menos de dos metros de distancia.

-¡Vaya! -dijo Ishir mientras clavaba su bandera en la tierra-, ¿Pero quien tenemos aquí?

-Cierra la boca bastardo -dijo Víktor- tu lengua jamás estará limpia vil traidor, el día de hoy acaba tu existencia.

-Eso habrá que verlo -dijo Ishir riéndose-, sería todo un espectaculo.

-Basta de decir sandeces -dijo el rey-, prepárate para luchar.

-Llevo preparado desde antes de que nacieras -dijo Ishir levantando su espada con fuerza.

Draconos y Águilux se adelantaro.

¡No! -dijo el rey-, esta lucha la tengo que librar yo solo, echaos atrás.

¡Vaya! -dijo Ishir-, que valiente eres, ¿Y crees que tu solo vas a poder conmigo?

Víktor ejecutó su primer ataque, una estocada hacia el pecho del renegado, pero este pudo pararla con su espada encantada, que era más consistente. Los dos hacían fuerza con sus espadas, cada uno hacia el lado opuesto, y Víktor, se retiró rápidamente hacia atrás de forma que Ishir se tambaleó hacia un lado.

Víktor no perdió ripio cambió su espada de mano y volvió a intentar abalanzarse contra Ishir, por el otro ala, y esta golpeo fuertemente contra el casco que llevaba ishir, y el golpe le dejo algo desorientado.

Pero Ishir volvió en sí, dio unos pasos atrás y se precipitó a embestir al rey. Los dos chocaron, y Víktor retrocedió unos centímetros, e Ishir le lanzó una patada al pecho que lo tiró al suelo.

Draconos iba a intervenir pero Águilux le sujetó mirándole mientras giraba la cabeza (Negandose a que se entrometiera).

Ishir se acercó al rey y cuando fué a clavarle su espada, el primero se revolvió hacia un lado y se agarró a su pierna con las suyas, girando y tirándolo a el tambien.

El Legado del Dragón: Anastasia Y La Máscara De PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora