Capítulo II: Confinamiento (Parte IV: Fuga)

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–Ser de vital importancia no ocasionar ni el mas mínimo ruido con nada hasta llegar a la puerta principal -dijo el trol mientras cogía a Anastasia para acercarla a la ventana-.

–Bien, tendrá que funcionar. –dijo Anastasia, y los barrotes terminaron hechos un charco de metal en el suelo.

–Ser impresionante ese artilugio, irnos aprisa -añadió Gragen-, pero Gragen ser muy alto y eso poder alertar a los enemigos-. Uno de los vigilantes de las torres, una vez en el exterior les vio y acto seguido alerto de ello con el dispositivo..

–¡Prisioneros!, ¡Prisioneros!, ¡Avisad a los Zullygerds! -gritaba mientras disparaba con su ballesta, Anastasia activó el escudo de aerogel e impidió ser alcanzada por las saetas, sacó su revolver y le disparó haciéndole caer de la torre. El revolver se le quedo sin balines y lo tiró al suelo.

Desde otra de las torres de vigilancia estricta estaba el jefe de los vigilantes, montado en una especie de mezcla entre lobo y hiena, de gran tamaño, color marrón grisáceo. Anastasia miro a Gragen mientras corrían.

–¡Ahora! –gritó, y acto seguido Gragen embistió con todas sus fuerzas la puerta principal pero la puerta no se abría.

Anastasia hizo una cadena de saltos en el aire y subió a lo alto de la puerta, allí había una palanca de la que tiró para abrirla. Cuando bajó Gragen cogio a Anastasia y la puso sobre sus hombros y corrieron.

Avanzaron más y se introdujeron en Pulkor, el bosque mas tenebroso de todo Zúllygon, el jefe vigilante que los seguía gritaba con mucha rabia

–¡Volved aquí!¡Maldita sea!-. Justo después, aunque les separaban algunos metros, el excelente olfato aquel lobo a lomos del cual galopaba le sirvió para poder seguirles el rastro.

Mientras tanto en Írnofal, el Rey ya había sido informado del incidente que tuvo lugar en el Mundo exterior, así como que Anastasia había sido capturada por demonial. Tras mucho pensar llego a trazar un plan que hizo saber a Iruthak.

–Durante estos días conseguiré seleccionar a mis hombres más valientes y partiré en busca de Anastasia -dijo el Rey- y no creas que vas a venir conmigo-.

–Nunca ha arriesgado su vida de tal manera y menos por una mísera herba -dijo Iruthak-, no le dejare marchar solo.

–Nunca me has caído bien pero confiare en ti, al menos me demostraste fidelidad en todas las batallas, haremos lo siguiente: Organizaras un torneo, se alistaran todos los soldados de mi reinado, con clasificatorias, tu vendrás por ser el capitán, y tan solo 4 de todos mis hombres, partirán conmigo en busca de esa chica, no necesito más que recuperarla y lo haré poniendo en juego mi propia existencia ¿Está claro?- Irutack se llevó la mano a la cabeza y añadió:

–Es una locura pero son sus órdenes, se realizará dicha competición.-

Mientras tanto Anastasia y Gragen caminaban desorientados por el bosque de Pulkor

–Estamos perdidos, -dijo Anastasia -¿Que bosque es este?, no tenemos si quiera una brújula para saber hacia donde marchamos y aquí hace un frío aterrador-.

–Estar en el bosque de Pulkor - contestó Gragen-; El sabio ancestro protector del mismo, ser árbol enorme carnívoro, pero los trols caerle bien.

–¿Un árbol que se come la carne? -dijo Anastasia-, estamos muertos como nos vea, no podremos acampar a dormir y yo me noto cansada..-

Gragen la bajó de su cabeza y le dijo: -¿Creer que por ser enana no pesar?, Yo también estarlo, seguir a pie hasta encontrar una cueva segura. Tu dormir mientras vigilar y al revés. ¿Parecerte buena idea?-.

El Legado del Dragón: Anastasia Y La Máscara De PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora