Capítulo V: Encuentro (Parte única: Presentación )

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El joven Rey se encontraba rodeado de la élite de caballeros. Pero antes del Rey se apresuró Draconos como un rayo el primero de todos ellos, abriéndose paso entre los matorrales del jardín.

-¿Que está ocurriendo aquí? -Preguntó Draconos.

Sin que a ninguna le diera tiempo a contestar, llegaron mas caballeros, estos al trote, y atrás al fondo, caminando al paso, un unicornio montado por el Rey que se fue abriendo paso entre los demás hasta llegar a Anastasia y Mía

¿Es cierto lo que ha llegado a mis oídos? -dijo el Rey.

-Alteza permítanos presentarnos -dijo Mía, que decidió hablar esta vez porque Anastasia se había quedado petrificada al ver al Rey.

-Somos Ana.. Annalí y Mía, y bueno.. sabemos donde puede estar Anastasia -dijo Anastasia.

-Sí -dijo Anastasia-, como ha dicho Mía yo soy Annalí, sabemos que Anastasia sigue viva y...

-¡Un momento! -dijo Víktor- dejadme solo -añadió mirando a Draconos y al resto de caballeros a la vez que su unicornio piafaba.

-Pero alteza... -dijo Draconos- ¿Estas convencido de que no están mintiendo?

Víktor suspiró y miró a Draconos:

-Quédate si quieres, el resto podéis marcharos.

Acto seguido se bajó del unicornio, y el heroe hizo lo mismo continuadamente y se puso a su lado empuñando firmemente su lanza.

Anastasia se cargó de valor y dio un paso hacia Víktor aunque le costaba mucho mirarle a los ojos tan de cerca.

-Tenéis que creerme -dijo- Anastasia sigue con vida.

-Y si así es.. -interrumpió Draconos-, ¿Como lo sabéis? Y lo más importante.. ¿Como podéis demostrarlo?

-Ya basta- dijo el Rey-, no creo que nos este mintiendo con algo tan serio.

-Fue atrapada por una bestia enorme -dijo Anastasia sin pensarlo-, y la encerraron en una especie de calabozo.

-Espera -contestó Víktor-, lo del dragón... eso es cierto, y tan solo unos pocos habitantes de la pequeña aldea de Sirophon pudieron verlo...

Se creó un silencio confuso y Víktor comenzó a caminar mientras se tocaba la barbilla. Anastasia miró a Mía con cara de preocupación, no debían relacionarla de ninguna manera o habría cometido un gravísimo error.

-Pero... -dijo el Rey rompiendo el hielo-, lo de que sepáis su paradero me parece asombroso. -Pudímos seguir al dragón montadas en un hipogrifo de los árboles de Merela Almarëya -dijo Mía-, llegámos hasta el lugar donde la clausuraron.

-Necesitamos indicaciones para llegar a ese lugar -dijo el Rey-. -Las tendréis -dijo Anastasia-, pero yo diría que esa chica ya no está allí...

-¿Cómo? -dijo el rey.

-Sí -dijo Anastasia-

-Pues tenemos que encontrarla -dijo el rey.

-Sí, pero antes quería pediros algo -dijo Anastasia-, necesitamos ayuda para encontrar a un trol amigo nuestro, que desapareció misteriosamente hace unos días poco antes de la competición.

-Sí -dijo Mía- es grande como lo son los trols, habla raro y tiene una cabeza como una roca de acantilado.

-Ese trol con el que llegasteis a la ciudad... aquí huele a gato encerrado y no tenemos tiempo para estupideces -dijo Draconos con un tono agresivo a la par que se subía a su caballo, al parecer sentía envidia por la atención que el Rey ponía en esas dos muchachas, sin escuchar sus palabras de aviso.

El Legado del Dragón: Anastasia Y La Máscara De PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora