Atada en un destino de espinas.

Capitulo Uno

Antes de que sigan leyendo debo informarles que la historia no solo cambiará en los nombres, también se le metió un poco más de relleno a los capítulos para que no sean tan cortos y puedan disfrutar cada capitulo nuevo y redactado de la mejor manera.

Att: Jennyfer Trujano

¡Disfruten de la historia!

Una cachorra de licantropo habia sido bendecida por la Diosa Luna al resplandecer de manera hermosa el día de su nacimiento.

Pero al parecer eso no había sido una bendición para ella, ya que fue arrebatada por sus propias leyes y líderes para ser entrenada para un destino marcado.

¿Podrías imaginar una vida completamente escrita?

Una vida en la que solo debías acatar con una ilusión de la gente que se suponía debía cuidarte, protegerte y amarte.

Una vida con un destino escrito del cual no podrías huir, un objetivo que cumplir.

Pues esa era mi historia.

¿Mi nombre?

Giuseppe Mildford hija del Alpha Obrerk Mildford y la luna Sasha Rikorv lideres de la manada Red Moon ubicada en las afueras de los enormes bosques de California.

Había algo que almenos me gustaba desde mi nacimiento ¿el que? La posibilidad de tener un conocimiento infinito.

Tenía y tengo accesibilidad a todos los libros del consejo o del mundo humano, supongo que eso es lo único que me gusta de esto.

En este mismo instante estaba apunto de aterrizar en California después de haber vivido en Italia por toda mi vida.

¿Emocionada?

Sinceramente no, esa manada me había visto nacer, pero esa misma me había ofrecido como un "milagro o señal de la Diosa Luna".

No les tenía rencor, sabía que todo esto fue para ser la Alpha de la manada principal, la Alpha de la manada líder, pero no solo eso querían que fuera la Alpha destinada a salvar a las demás manadas... Esa que tanto hablaban desde antes de mi nacimiento, esa que no tenía ni opinión ni voto sobre su destino.

Me resigne a intentar tener una vida donde yo pudiera elegir que quería hacer, finalmente me crié como una niña recatada, sería, fría, seca, estricta y arrogante.

Aunque hubo una pareja que me amaba más que mis propios padres, una pareja que yo veía como mis padres postizos aunque suene un poco fea la palabra...

Señorita Mildford usted puede bajar primero.- Subí levemente la mirada observando como aquella azafata me sonreía

Por mi parte solo asentí, tome mi bolso y salí del avión, aun con algunos pensamientos en mente pero sin nada de emoción, esto sería como una visita a la manada pero esta vez sería por más tiempo mucho más tiempo.

Pase por el largo pasillo hacia la salida, ahí vi a dos hombres que al instante reconocí Adam el Beta y Sander el Delta de mi padre, ambos buscaban con la mirada a alguien hasta que finalmente me acerque, solo los mire les tendí mis maletas y camine a la salida.

Mi acto había sido de alguna manera "Grosero" y lo sabía más que nadie pero simplemente así era mi forma de ser, siempre era distante con la gente que no conocía y que claramente no había dejado entrar en mi círculo algo que nunca hacía.

A los minutos ellos solo se acercaron a una camioneta, me abrieron la puerta y después de que entre a la parte de atrás ellos subieron delante.