Capitulo Cincuenta Y Dos.

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Narradora.

La Alpha Giuseppe permanecía en silencio, su mirada puesta en aquel papel hacia que todos los demás la miraran con confusión e incluso esperaban que ella dijera algo, pero la única acción que tuvieron de ella fue ver como salía apresurada de aquella cocina con pasos firmes y sin dedicarle una mirada a nadie.

Ninguno se atrevió a moverse de su sitio hasta que uno hablo, el único que podría hacerle frente en un momento tan confuso como lo era este.

Lleven a los cachorros a sus habitacion, hablaré con ella.- La determinación en la voz de Daemon hizo que todos en aquella cocina solo le asintieran pues el olor de la rabia de su Alpha empezaba a impregnar cada sitio en aquella mansión.

Daemon tenía claro que lo que contenía escrito aquella carta era importante, no por nada su Alpha se iría sin decir palabra alguna o siquiera despedirse de manera formal con ellos.

El sabia que algo iba mal, algo que talvez el tampoco podría controlar o almenos no aún, lo que sentía con certeza era la rabia que emanaba en el aire pues con solo acercarse a aquel despacho un golpe de picor en la nariz le invadió, sin embargo no le tomo tanta importancia y entro en el.

Al hacerlo no solo pudo ver a su Alpha con aquella carta estrujada en sus manos miéntras tenía su rostro mirando a la ventana , podía observar como sus facciones se marcaban con delicadeza pero su mandíbula estaba apretada y sus cejas fruncidas en una clara expresión de enfado.

Los pasos de Daemon hacia ella eran despacios, el sabia que con ella siempre debía ser muy cauteloso, un paso en falso y te tendría en mira.

Nunca pensé que me odiarian tanto.- Dijo aquella mujer de ojos aqua mientras mantenía aún su mirada en aquel ventanal.- Pero esto es inconcebible.

La clara rabia y desasosiego en cada palabra hicieron que Daemon la mirara de manera confusa pero al ella tenderle aquel papel no pudo evitar sentir lo mismo que ella.

Uno de los motivos y el principal en aquel comunicado era "Manada desterrada".

El término manada desterrada en el pergamino de leyes en el consejo lobuno daba a entender lo que su mismo nombre decía, la manada quedaba fuera del radar del consejo, eso quiere decir que no formaba parte de él.

El consejo no le daba respeto, aceptación o apoyo por lo que al ser una manada sin respaldo oficial las manadas vecinas o no tan vecinas podían iniciar una guerra en contra de la manada desterrada para así llevarse aquel territorio y su pueblo.

El Alfa en aquella situación si no podía ganar debía ceder a perder su liderazgo, su pueblo y su honor.

Para una manada lo peor era ser una desterrada pues ahora todos los tendrían en la mira, los ataques serían incontrolables, los tomarían de sorpresa y lamentablemente los someterian.

Para Giuseppe su preocupación era si más de 3 manadas vecinas se juntaban para tomar su territorio, no solo tendría muchas bajas si no también perdería el título y sería vista como un Alpha Rogué.

Sabía que el consejo tomaría represalias contra ella al no avisar sobre su nuevo liderazgo en aquella manada, pero el que su padre biológico haya tomado la decisión de ser el quien la acusara de abandono a su cargo en Red Moon la había dejado aun más enojada de lo que ya estaba.

No podía creer que el haya sido capaz de mandarla a una tumba, si bien no había sido un padre con ella almenos pensó que tendría un poco de consideración pero eso fue algo que en el fondo sabía no iba a pasar.

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora