Capitulo Doce.

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Mirek Afternok

No sabía que decir pero mi cuerpo reaccionó de manera rápida haciendo que me parara frente a todo mi clan al igual que mi padre, ambos no sabíamos lo que pasaba pero ese grito había sido lo demasiado fuerte como para darnos a entender que habían pasado nuestra puerta.

Mis manos con rapidez empezaron a formar una esfera rojiza pues apenas cruzada algo amenazante la lanzaría sin importar nada hacia aquella cosa.

Mi padre al igual que yo estaba preparado pero cuando se empezó a escuchar más cerca el pedido de auxilio ahora se podía distinguir qué venía de una mujer una que gritaba como si su vida dependiera de ser escuchada.

No dejamos de mirar hacia aquella dirección y fue hasta que vimos a aquel corcel blanco como la nieve galopando hacia nosotros con rapidez que decidimos movernos rápidamente hacia al frente pues debíamos parar al caballo antes de que causará algún problema pero esto no fue necesario pues el corcel empezó a desaparecer y su jinete cayó estrepitosa mente al suelo haciendo que yo rapidamente corriera a mirar quien era la mujer de vestido blanco.

Al estar justo a su lado mire que su vestido estaba teñido de sangre pero lo que más me sorprendió fue mirar su rostro...

Es Alana Berkishire....- Solo pude decir aquello pues las palabras no salían de mi garganta

La hija de Olga...- Dijo mi padre mirándome

Era grave muy grave.

La hija de la líder del clan Berkishire estaba en nuestro territorio bañada en sangre y minutos antes gritaba pidiendo ayuda desesperadamente, nada estaba bien.

Nada de esto estaba bien y por alguna razón una sensación de que venían tiempos oscuros me recorrió la espalda con agresividad...

Mire a mis espaldas a toda la gente de nuestro clan que miraba a nuestra dirección con mucho miedo pero a la misma vez con curiosidad por lo que no tuve más opción que quitarme el saco que traía para ponerlo sobre aquella chica rubia que había terminado en un desmayo, la levante en brazos y sin voltear a mirar a mi pueblo solo hable de manera fuerte.

¡Todos a sus hogares, cierren puertas y ventanas no quiero a nadie fuera de ella!.- Fue lo que dije, sin pasar más de dos minutos todos corrieron a sus hogares

Con mi madre, mi padre y hermana detrás de mi nos metimos a nuestro hogar, mientras ellos cerraban todo yo me dispuse a acomodar a la joven en el sofá, no podía entender que hacía ella aquí y en este estado.

Mire a mi hermana y ella rápidamente captó lo que trataba de decir por lo que se acerco de inmediato mirando a la chica.

Amaya necesito que viva.- Dije mirandolo a lo que ella asintió

Me ocuparé de hacerla sanar.- Dijo ella a lo que solo asentí levantándome

Yo la ayudaré hijo, ve con tu padre.- Escuche a mi madre por lo que solo le acaricie el cabello

Dejando a mi madre y hermana en la sala donde sanarian a Alana, yo me dirigí hacia el pequeño estudio que tenia mi padre, al tocar escuche un adelante por lo que entre cerrando la puerta detrás de mi.

Al mirar al frente mire no solo a mi padre si no a su mano derecha y mi mejor amigo Milán que sería la mía cuando me nombraran líder, el solo me miró con una expresión de preocupacion y lo entiendo perfectamente quien no estaría preocupado por esto?

Tenemos que poner más barreras para que no entre ni un alma más Gael.- Le dijo mi padre a Gael su mano derecha el viejo de cabello blanquecino y sonrisa de abuelo protector

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora