Capitulo Diez.

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Alec Lerada.

Dolor, ardor y sensación de quemadura fue lo que me despertó.

Abrir los ojos lentamente, fue un enorme esfuerzo el que hice para hacerlo, los efectos del sedante aún seguían activos, mi vista era completamente borrosa y mi cuerpo me decía que algo estaba mal.

Sentí la mirada penetrante de alguien pero no podía enfocar la vista completamente hasta que hablo con una voz lo suficientemente fuerte para poder escucharlo.

Parece que te han puesto cadena perrito.- Dijo aquella voz masculina con burla

Intente oler a quien fuera que estaba al frente mio pero al sentir que no podía me asuste, intente usar la fuerza de mi parte licantropo para safarme pero eso solo me hizo gritar por el horrible ardor, como última opción quise transformarme pero nada...

Mi pánico se hizo presente y empezaba a sentir la falta de aire en el pecho por no saber que demonios le pasaba a mi cuerpo.

Es inútil que intentes soltarte o hacer uso de tu don natural de licantropia.- Dijo nuevamente aquella voz haciendo que yo tuviera la certeza de que el sabia que me pasaba

¿Porque no puedo? ¿Que me pasa?.- Dije con pánico intentando reconocer poco a poco mi entorno

Es tu castigo asignado por la Alpha elegida.- Dijo y por fin pude enfocar un poco la vista, era un chico como de mi edad pero era castaño y sus ojos azules verdosos me hacían verlo con interés

Eres un brujo...- Dije haciendo que el sonriera

Soy el encargado de vigilarte y completar tu castigo.- Dijo el sentado sobre una roca

No entiendo ¿porque no puedo usar mi lado animal?.- Le pregunté mientras miraba alrededor observando que estaba en el bosque espiritual y al mirar hacia arriba note que yo estaba atado al árbol sagrado

Las cadenas que tienes puestas están llenas de magia absorbente, eso quiere decir que absorbe cada gota de magia que tengas en tu sangre, al ser un ser mágico por tu don al ser un licantropo esto te deja como un simple, inútil y detestable humano.- Dijo para empezar a encaminarse hacia mi.- Hiciste enojar a mi diosa, haré que sufras cada gota de sangre qué derramaste...perrito

Dijo alzando mi rostro con burla, mi ira corría, nadie se había atrevido a humillarme y no lo haría un imbécil qué hacía chispas con los dedos.

Con todo el enojo que albergaba mi cuerpo me lance hacia aquel brujo pero al instante sentí la rasgadura de mis muñecas por aquellas cadenas que me dolió de una manera indescriptible haciendo que ahogara un grito, al voltear hacia una de mis muñecas vi como sangre empezaba a brotar de ella por lo que me deje caer sentado nuevamente en la tierra mientras intentaba aguantar el tremendo dolor de la plata penetrando mi piel.

Aunque quieras matarme no podrás, por ahora solo tengo la responsabilidad de mirarte hasta que termine tu castigo.- Dijo ese imbécil sonriendo mientras se regresaba a sentarse en aquella piedra frente a mi

El tiempo pasó con lentitud, solo veía las hojas de los árboles caer y como el cielo a cada minuto oscurecia más.

Mi mirada se quedo fija en el cielo el cual apenas se podía ver por la gran mayoría de árboles alrededor, no sabía have cuanto que estaba aquí sedado pero si que debió ser mucho tiempo.

Esa maldita loba si que sabía lo que hacía, este brujo no solo estaba aquí para observarme pero aun debía percatarme el porque otro motivo lo enviaría a él y no a un lobo de su manada.

El ardor de mis muñecas iba disminuyendo y aunque no paraban de quemar ya no se sentía tan doloroso como cuando intente jalarlas, el sedante parece que ya no surte efecto, pero para mi mala suerte era como aquel idiota había dicho.

Ahora mismo soy como un inútil humano.

Eso me carcomia porque ni siquiera podía contactar a mi lobo, algo que me preocupaba pero al ser magia de esta magnitud solo debo tener bloqueada la conexión con el.

Aunque ahora que lo pienso una magia de esta magnitud solo la saben hacer y emplear los líderes de los tres clanes de brujos.

Ellos no se prestaban para estas cosas ni mucho menos para causar daño a una especie por simples órdenes, a lo que me lleva a preguntar...

Porque un brujo como tu le tendría tanta lealtad a alguien que no es de su misma especie siquiera.- Dije finalmente con la espalda recostada en el tronco del gran árbol a mis espaldas

El solo volteo la mirada, su rostro animado y juguetón había cambiado drásticamente a uno duro y frío como si hubiese recordado algo demasiado malo como para poner aquella cara.

Me da gracia que ni siquiera ustedes de su misma especie la cuiden como deberían.- Dijo el, algo que me confundió al instante

¿Cuidarla? Es una loba Alfa sin más puede hacerlo sola.- Dije haciendo que este pareciera acuchillarme con la mirada

Entonces ustedes si pueden usarla como un escudo y espada para defenderlos pero ella no tiene permitido ser protegida.... Jaja cada vez me repugnan más.- Dijo el con un tono de asco ¿pues que relación tenían para que la defendiera tanto?

Tan importante para ti es aquella o porque la defiendes tanto.- Dije completamente burlon quería que soltara más la lengua y lo conseguiría

¿Aquella? A la mujer a la que tu nombras como si fuera cualquiera es una guerrera que ah peleado en muchos lugares para ayudar a las demás especies por su propia cuenta, algo que ustedes no se atreven a hacer.- Dijo finalmente mirándome con tal rencor que sentí como mi pequeño orgullo bajaba lentamente.- Ustedes solo ven por su propia especie e ignoran lo que pasa afuera de sus capullos, cuando nosotros hemos dado nuestra dedicación y dones para camuflajearlos de los humanos ustedes nos dieron la espalda cuando nosotros fuimos atacados por los mismos.

No sabía que decir ¿aquello era verdad? Debo admitir que nunca ah sido necesario salir de nuestros territorios por la única razón de que aquí tenemos todo lo necesario, pero nunca escuche algo sobre ataques a otras especies.

Ella fue la única que nos escucho, la que peleó con garras y dientes por defender a mi pueblo.- Dijo por lo que no pude evitar sorprenderme ¿acaso el consejo no estaba al tanto de esto?.- A esa mujer mi pueblo le está agradecido y tiene nuestra lealtad eternamente, pero mi apoyo y mi vida esta en sus manos.

Dijo como último para darse la vuelta y no hablar más.

¿No se suponía que nuestra raza brindaba ayuda a los que más lo necesitaban?

¿De que mierda estaba hablando este tipo?

¿Debe ser mentira no?

Siento como si hubiera sido solo un cobarde dentro de las paredes de mi manada refugiandome mientras otros estaban afuera en condiciones críticas...

¿Que carajo estaban haciendo los Alfas en ese tiempo?

¿Acaso es tal y como el dice?

¿Solo se hicieron de la vista gorda e ignoraron qué ellos estaban siendo asesinados?

Quien eres Giuseppe Mildford....





Holaaaa mis preciosas y preciosos, aquí les dejo otro capitulo más de esta linda novela que ahora esta más llena de emoción, tragedia e historia para contar.

Ahora debo hacer una pregunta para el capitulo del próximo sábado.

¿Quieren un maraton de 5 capítulos de lo que habla este brujo joven o los días en los que esté lobo traicionero cumple su castigo?

Espero les encante leer esta historia como a mi me encanta escribirla, recuerden darle una estrellita y comentar.

Los amo mucho los veo el próximo sábado y háganme saber que escogen!

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora