Capitulo Dieciséis.

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Giuseppe Mildford

Mire a aquellos dos brujos rogando atención , querían proteger a su pueblo y no los culpaba, cuando eres líder debes hacerlo aún si eso cuesta tu propia vida.

Había sido imprudente y altanero mi comportamiento ante el consejo, pero ya me daba igual desde hace años....

Sabía bien que no podía confiar en alguien como ellos, eran simples ratas que se escondían en el primer agujero que vieran libre, pero aún si no apruebo para nada su decisión de no ayudar a los brujos cuando ellos nos han ayudado desde épocas muy lejanas.

Simplemente era deshonroso que les dieran la espalda a aquellos que los protegieron con tanto fervor.

Había mandado a él brujo más joven a sus tierras pues necesitaban un líder en estos momentos para nada fáciles, en cambio me quede con el viejo brujo el cual esperaba afuera de mi habitación con tranquilidad.

Solo metía cosas necesarias a mi mochila pues esto no eran unas vacaciones, era un tema serio donde esperaba no perder tantas vidas.

Un toque en mi puerta me saco de mis pensamientos haciéndome sentir esa aura tan cálida y deslumbrante que tenía detrás.

Madre Larissa.- Dije tomando mi pequeña mochila

Hola mi pequeña Giu.- Dijo ella acercándose para abrazarme

Sus abrazos eran cálidos y reconfortantes, estoy segura de que si ella no hubiera nacido licantropo sin dudas sería la ángel más hermoso del cielo.

No puedo detenerte Giu pero tienes mi apoyo totalmente.- Dijo ella acariciando mi cabello de manera maternal

Lo se Lari y la necesitaré.- Dije mirándola a los ojos con una sonrisa, era una de las pocas personas que me hacían sacar esa parte de mi

Mandare 100 lobos mi niña, solo prometeme que estarás a salvo.- Dijo ella tomando mi rostro en sus manos, sabía que estaba preocupada y no quería que se sintiera de esa manera

Lo estaré madre, te traeré un triunfo.- Dije soltandome de sus brazos

Yo solo deseo que llegues sin un rasguño.- Me dijo a lo que asentí levemente

Debo irme ya.- Dije caminando hacia el viejo brujo que veía todo con una sonrisa

Te amo Giu, regresa con mamá pronto si?.- Dijo ella a mis espaldas haciéndome voltear

Yo también te amo mamá, regresaré pronto.- Dije finalmente saliendo de la habitación

El viejo brujo y yo íbamos caminado sobre esos pasillos de mármol qué había visto desde mi niñez, el no decía nada y yo no era buena hablando así que decidí no hablar.

Mi madre Larissa aunque no era su hija biológica me amaba como si lo fuera, desde aquella vez en la que....

En fin lo único malo era que Larissa no podía acompañarme a batalla aun siendo una loba muy fuerte, era parte del consejo y luna de su manada por lo que no se le permitía hasta que fuera extremadamente necesario.

Su madre es la señorita Larissa?.- Escuche a mi lado por lo que voltee ligeramente sin dejar de caminar

Oh de sangre no , pero para mi es mi madre.- Le dije a lo que el sonrió

Lo veo bien, ella le adora.- Comento a lo que sonrei tímidamente

Y yo a ella, al igual que a papá el Alfa Issac.- Dije doblando la esquina pues ya estábamos cerca de donde se creaban los portales

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora