Capitulo 7

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BARBARA:

No espere a que me dijeran algo más, me bastó con escuchar la palabra Altamira para salir lo mas rápido posible del hotel. Había dejado al perrito dentro del carro con la ventana abierta, al verme empieza a rascar con sus garras el vidrio.

Me subí en la camioneta para ir directo hasta Altamira. Tengo que sacarlos de ahí ahora mismo.

ALEJANDRO:

Cuando íbamos a buscar a Isabel al pueblo, llegó una camioneta de la cual descendió mi hermana con el jefe civil. Isa nos contó que ayer el le prometió que la iba a ayudar y que hoy a las 5 de la mañana el señor que la había demandado quito cualquier actuación legal que perjudicará a mi hermana, no se como el jefe civil lo logro pero aquí esta mi hermana libre y sin ningún cargo en su contra.

Marisela muy amablemente le asignó una habitación a Isabel, le dimos algo de espacio para que se bañara y descansara.

Después de almorzar Santos me ofreció acompañarlo a trabajar en la sabana con los muchachos.

Regresamos a la casa en la noche, afuera todo estaba organizado para cenar en familia, empezamos a platicar sobre el éxito de las ferias del pueblo pero sobretodo de la sala de proyecciones.

Isabel y Diana tocaron el tema de la mamá de Marisela, ella nos estaba diciendo que en el pueblo se inventan muchos rumores sobre ella pero que no todos son verdad. Pajarote nos reveló que Santos estuvo presente mientras esa señora quemó vivo al tal sapo.

-¿Cuál era su nombre?.-le pregunta Diana.

-Barbara....

-Ustedes 3 vienen conmigo ahora mismo.-Esa voz... no puede ser.

OMNIPRESENTE:

Ahí estaba, Doña Barbara había regresado al llano. Todos los presentes quedaron sorprendidos por su presencia, en especial 5 personas.

-Mamá.-dijeron los trillizos al tiempo, los 3 estaban sentados dándole la espalda a su madre, sin la necesidad de voltear supieron que era ella con solo escuchar su voz.

Barbara se sentía nerviosa, lo único que deseaba hacer era coger a sus pequeños y llevárselos lejos, evitar a toda costa una verdad que no quería que supieran.

Todos los Altamireños la veían atónitos, no podían creer que Doña Barbara estuviera de regreso y frente a ellos.

Marisela entendió perfectamente en ese momento el porque Diana le recordaba a su madre, todo en su cabeza fue conectándose como un rompecabezas. Ahora podía entender porque los muchachos eran tan especiales para ella, compartían su sangre, tenía 3 hermanos.

-No tenían ningún derecho a irse sin mi autorización.-exclamo con un tono serio e incluso se podía decir que molesto.-Nos vamos ahora mismo.

Lentamente los 3 hermanos se dieron la vuelta para ver a su madre, Diana e Isabel se pusieron de pie y caminaron unos pasos hacia ella, acción que repitió Alejandro unos segundos después.

Los demás intentaron ponerse en pie pero el asombro no los dejaba, simplemente estaban estáticos en sus lugares sin emitir palabra alguna.

A pesar de que se sentía enojada con sus hijos por desobedecerla en el fondo se sentía aliviada de verlos sanos y salvos.

-Mami todo tiene una explicación.-salio en defensa propia y de sus hermanos Isabel.

-No saben la angustia que he vivido estas tres semanas. Los he buscado por todas partes, no se imaginan el infierno que viví por no saber de ustedes, el miedo que tenía de pensar que algo malo les pudo haber pasado.

Doña Barbara: el regresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora