Capitulo 27

112 13 13
                                    

BARBARA:

Regresé a la casa antes de la puesta de sol, me encontré únicamente con Alejandro, estaba en la cocina terminando de preparar la cena supongo.

-Hola mi amor.-me acerco a el y le doy un beso en la mejilla.-Umm que rico huele.

-Estoy haciendo mi especialidad.

-¿Donde están tus hermanas?.

-Diana no ha regresado en todo el día, Isa regresó hace unas horas pero salió a montar, no deben tardar.

-¿Quieres que te ayude?.

-No, no es necesario, ya tengo todo prácticamente listo.

-Esta bien, voy a ir a mi habitación un momento.

--

Pasaron 2 horas y ninguna de las 2 regresaba, eso empezó a preocuparme mucho, ni Diana ni Isabel suelen estar hasta tan tarde por fuera y si lo hacen avisan antes.

Alejandro y yo hemos estado sentados en el comedor esperando a que ellas lleguen, pero ya estoy perdiendo la paciencia.

-Voy a ir hasta Altamira a buscar a tu hermana.-me pongo de pie.

-Yo voy contigo.

-No, tu quedate por si Isabel regresa, no quiero que encuentre la casa sola.

Cogi mi caballo y cabalgue a todo galope hasta llegar a Altamira.

Deje al animal amarrado a un árbol y me adentre a la casa grande.

-Buenas noches.-saludo a los presentes que están en la sala.

-Mamá.-Marisela se pone en pie y me da un beso en la mejilla.-¿Que haces por aquí?.

-Vine a buscar a tu hermana.

-Diana se fue hace un par de horas.-responde Santos.

-¿Pero como si ella se fue contigo en tu camioneta?.

-Yo le regalé un caballo, ya que no aceptó el de el sujeto ese.

Esto no me gusta nada, tengo una mala sensación.

-¿Que es lo que pasa?, te noto extraña.-pregunta Marisela.

-Nada, con permiso.-doy media vuelta y empiezo a caminar hacia la salida.

-¡Barbara espera!.-escucho a Santos detrás de mi. Giro para mirarlo.

-Ahora no Santos, tengo cosas que hacer.

-Dime que es lo que esta pasando.

Escucho el relincho de un caballo, volteó a ver y un caballo sin jinete llegar hasta nosotros.

-Ese es el caballo que le di a Diana.-dice caminando hacia el animal y tomándolo de las riendas.

-Algo le pasó a mis hijas, ambas no aparecen desde hace horas. Tengo que buscarlas.-Santos me toma del brazo deteniéndome, me hace girar para verlo.

-Espera, no te vayas así, yo iré contigo a buscar a nuestras hijas.

Santos reunió a todos sus peones y les ordenó separarse en grupo de 3 para buscar a mis hijas.

El punto de partida fue el palmar.

-¡Mamá!.-veo a lo lejos a Alejandro montando su caballo, se acerca a nosotros.-El caballo de Isabel regresó a la casa solo.

-Hijo quedate conmigo para buscar a tus hermanas.

Santos, Alejandro y yo nos iremos en grupo a buscar a mis niñas.

Doña Barbara: el regresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora