Capítulo 11

154 22 16
                                    

SANTOS:

-Barbara yo... te amo.-eso fue lo que mi mente dijo pero por alguna razón mi boca no lo hizo.

No supe que hacer ni que decir, simplemente la observe irse.

¿Todavía la amo?. No, hace mucho la saque de mi corazón.

Me subo de nuevo en la camioneta, la sigo a paso lento, no pienso dejarla botada en medio de la sabana.

ISABEL:

-Bueno realmente no pude sacarle mucha información a Antonio.

-Pajarote estaba hablando íbamos por buen camino hasta que un peón llegó y le pidió que lo ayudara con algo.

-¿Y a ti como te fue con María Nieves?.

-Creo que le podría sacar mas información a un loro que a Maria Nieves. Bueno digan que fue lo que averiguaron.

-Le pregunté a Antonio si el sabía quién era el gran amor de Santos. No me dijo nada, lo único que mencionó es que había muchas cosas que yo no sabía y que sólo mamá podría decírmelas.

-¿Será que mamá sabe quien es esa mujer?.

¿Y si esa mujer esa ella?, no, no eso es imposible. ¿Cómo se te ocurre pensar algo así Isabel?.

-Podría ser, Pajarote me dijo que cuando Santos se vino a vivir aquí después de muchos años el y mamá se llevaban muy mal, que ella le hacía la vida imposible pero que eso cambió, justo cuando me iba a decir el porqué nuestra conversación fue interrumpida.

-Avanzamos unos pasos, esto va a ser lento pero seguro. Estoy segura que después de la conversación que tuve con Antonio el va a hablar con Cecilia, debemos sacar nuestras mejores habilidades como espías.

MARISELA:

No se que fue lo que pasó en ese viaje a San Fernando pero Barbara y Santos regresaron algo extraños.

¿Que habrá pasado?.

Bueno ellos no se hablaban mucho la última semana pero ahora hay algo diferente, es como si evitarán hablarse, su actitud es fría y eso es notorio. He tratado de hablar con cada uno para saber que pasó y no obtuve mayor respuesta.

-Ya te he dicho que no paso nada Marisela.

-Por supuesto que pasó algo, ha pasado una semana y ustedes dos parecen como enojados.

-Yo no estoy enojado, ¿por que tendría que estarlo?.

-No se dímelo tu.-me cruzó de brazos esperando una explicación. Se rasca la cabeza y suspira.

-Le confesé a Barbara que nos divorciamos.

-¿Y que te dijo?.

-¡Nada!, se fue hecha una furia del restaurante, la encontré en un bar, se había tomado una botella de Vodka completa, ¿puedes creerlo?.

-Yo pensé que reaccionaria no se... diferente.

-Igualmente solo se lo dije para aclarar las cosas, por nada mas.

-¡Por favor Santos!, ¿hasta cuando?.

-¿Hasta cuando que?.

-¿Hasta cuando vas a seguir negándote a ver la realidad?, ¿hasta cuando vas a seguir negando lo que sientes?.

-No te estoy entendiendo.

-Santos una de las razones por las cuales te pedí el divorcio fue porque tu nunca la olvidaste, nunca dejaste de amarla, y no trates de negarmelo y no te lo sigas negando a ti mismo. Ella está aquí, regresó, la vida te está dando una nueva oportunidad de estar junto a la mujer que amas, no sigas negándote a ser feliz por tu orgullo.

Doña Barbara: el regresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora