Capitulo 17

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BARBARA:

La presencia de la pechugona artificial lo único que hace es causarme más molestias. Se que va a hacer todo lo posible por fastidiarme, a la menor provocación la voy a revolcar en el primer chiquero que encuentre.

A la mañana siguiente decidi acompañar a Pajarote, Maria Nieves y otros peones a la faena, segun me informaron van a vender 500 cabezas de ganado.

-Debemos distribuirnos para hacer el trabajo.-digo.

-Estoy totalmente deacuerdo, buenos dias muchachos.

-Buenos dias, patron.-saludan los demas.

-Pajarote, tu y 3 hombres mas vayan al lindero sur, Maria Nieves tu ve con otros 3 a la zona norte. La Doña y yo iremos hacia occidente.

-Si patron.-ambos asienten, posteriormente se retiran.

-Bueno es hora de trabajar.-ambos vamos hacia el oeste.-Esto me trae viejos recuerdos.

-La diferencia es que yo ya no soy la dueña de ninguna cabeza de ganado, por al menos no aqui.

-Claro que lo eres, eres la madre de mis hijos, la mujer que amo, mi mujer.-me rio ante su comentario.

-Yo no soy de nadie, tu fuiste el unico hombre por el cual estuve dispuesta a todo, tu tenias tanto poder sobre mi, un poder que ningun otro hombre jamas tuvo, y jamas tendra, desperdiciaste tu oportunidad Santos Luzardo.-hago que mi caballo galope mas rapido, veo varias reces como a un kilometro de distancia, veo de reojo que Santos me sigue, continuamos la jornada en completo silencio.

Alrededor del medio dia nos reunimos todos en el palmar con las reces que llevavamos por el momento, ya son mas de la mitad. 

El sol esta pegando fuerte asi que decido resguardarme en la chozita. Veo una camioneta llegar, Marisela desciende de ella, pero no viene sola.

-Les traje el almuerzo.

-Gracias mi sol.-Marisela empieza a repartir la comida.

-No tengo hambre gracias.-le digo cuando me ofrece una coca con comida.

-Pero debes comer algo.

-Lo haré más tarde.-niega con la cabeza.

-Prometelo.

-Lo haré.

Me recuesto sobre una hamaca para descansar un poco. Veo como la pechugona se sienta junto a Santos, empiezan a platicar como un par de viejos amigos mientras el come.

Aprovecho para sacar un cigarro que tenia guardado, es el ultimo que me queda. Lo enciendo y doy mis primeras caladas.

El calor es infernal, quisiera darme un baño, refrescarme, pero me siento cansada y no quiero gastar energías yendo a la poza.

2 horas después era hora de continuar con el trabajo. Marisela y Luisana se fueron de regreso a Altamira.

Le pedí a María Nieves que se fuera con Santos y que yo me iría con los muchachos.

Empezamos a cabalgar hacia uno de los linderos, me dijeron estaba poblado de ganado.

Al llegar veo varias camionetas andando hacia la misma dirección.

-¿Muchachos quien es el dueño de la hacienda vecina?.-pregunto.

-No lo sabemos mi Doña, la hacienda ha estado en venta desde hace varios meses.-me responde un peón.

-Al parecer ya tiene un nuevo dueño, o dueña.

Continuamos nuestra marcha.

Flashback:

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