Capitulo 33

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SANTOS:

Hoy es 4 de noviembre, el cumpleaños de Barbara, mis hijos me comentaron que les gustaría hacer algo para este día, yo también tenia ese deseo pero después de hablar con Barbara entendí el porqué no le gusta celebrar esta fecha, les explique las razones por las que era mejor no hacer nada en grande pero tampoco dejarlo pasar sin pena ni gloria. Así que decidimos hacer algo muy intimo pero no por eso menos especial, le pedí a mi tía Cecilia que me diera la receta del pato a la naranja que solía hacer mi mamá, personalmente quiero preparar la comida, Isabel se ofreció a hacer un postre de guayaba mientras que Alejandro, Marisela y Diana la llevaron a dar un paseo por el pueblo.

Les di el día libre a Casilda y las terneras, mi tia, Antonio y mis ahijados junto con Maurice se fueron a pasar el día en el Chaparral.

Estamos Isabel y yo solos en la cocina preparando todo. Me gustaría acercarme y hablar con ella como lo hago con sus hermanos pero estoy seguro que no me recibirá de la misma forma.

-Eso se ve y huele delicioso.-confieso.

La única respuesta que recibo es el silencio.

El horno me indica que el pato ya está listo, protegiendo mis manos con unos trapos lo abro y saco la bandeja con el pato rodeado de especias, huele muy bien.

Deposito la bandeja con el pato sobre el mesón para dejar que se enfríe.

-Sabes a tu abuela también le gustaba hacer postres y así, tu te pareces mucho a ella. Hace muchos años ella solía.....

-¿Que es lo que pretende?.-da media vuelta y me ve, sus ojos me ven de una forma dura, como si no soportará mi presencia.

-Yo solo quisiera acercarme a ti, tener una conversación normal con mi hija.

-Yo no soy nada suyo.

-Si lo eres, llevas mi sangre, aunque desafortunadamente yo no pude criarlos les di la vida, los quiero, incluso antes de saber que eran mis hijos ustedes se habían ganado un lugar en mi corazón.

-Creí que había sido lo suficientemente clara pero por lo visto no es así. A mi no me interesa tener ningún tipo de relación con usted, el hecho que por desgracia nos una un vínculo sanguineo no me obliga a quererlo. Yo no pienso ser hipócrita, digo lo que pienso y lo que siento, yo no voy a jugar a la familia feliz, si pretende que voy a ir corriendo a sus brazos y decirle papá olvidelo, eso nunca va a pasar.

-Tu no puedes odiarme por algo que no te he hecho a ti.

-No, a mi directamente no me hizo nada, pero a mi mamá si, eso es algo que yo nunca JAMÁS, voy a perdonarle. Usted no la merece, ni a ella ni a Marisela, lo único que merece es quedarse solo, usted es la persona más despreciable que he conocido. La representación digna de la arrogancia, de la doble moral y de la hipocresía, un hombre que se cree perfecto y con el derecho de juzgar a los demás cuando en el fondo es peor que a quienes juzga, por personas como usted el mundo es como es.

-Yo soy un hombre lleno de muchos defectos, por un tiempo fui demasiado orgulloso y arrogante, lo reconozco, me creí superior a los demás, y estuvo mal, me equivoque y lastimé a las personas que amaba. Yo no pretendo ser un hombre perfecto, solo quiero ser un hombre justo, eso tu madre lo sabe. Tu no conoces bien la historia, lo que pasó entre nosotros.

-Si la conozco, incluso desde SU punto de vista, incluso conozco la historia de boca de ese hombre, Gonzalo Zuluaga.

-¿Gonzalo?, ¿cuando lo viste?, ¿donde?, ¿te hizo algo?.

-Eso no importa ahora, lo que me importa fue todo lo que escuché de esa conversación y sabe que voy a hacer lo que él me pidió que hiciera. Voy a corroborar que lo que me dijo es verdad.-da unos pasos hacia mí.-Mireme a los ojos y dígame que lo que le voy a decir es mentira. Hace muchos años Gonzalo, Cosme y Andrés llegaron aquí buscando su ayuda porque estaban huyendo de la persecución del gobierno, para esa época usted y mi mamá vivían juntos en el Miedo, Gonzalo estaba interesado en Marisela y usted se oponía a que el se acercará a ella, cuando el le preguntó que era lo que usted sentía por Marisela, si estaba enamorado de ella, la respuesta fue no, que usted la amaba como un padre. Dígame doctor Luzardo, ¿como fue que dejó que amarla como un padre para amarla como hombre?, ¿mientras dormía con la madre pensaba en la hija?.....Eso pensé.

Doña Barbara: el regresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora