Nariz contra nariz, así estaban Boruto y Mitsuki mientras la limusina siguía dando vueltas. El peliceleste permanecía inmóvil, debido a su asombro además de haberse perdido en esos ojos de hielo que amenazaban con traspasarlo.
Apenas respiraba, su aliento rozaba y quemaba a Boruto embriagándolo al completo. El rubio empezó a acariciar aquel rostro angelical con su mano izquierda sin soltarlo ni despegarle la mirada.
Era tan suave e increíblemente deseable. Lo volvía loco en verdad. Deseaba a Mitsuki más no poder, pero algo lo detenía para hacerlo suyo. ¿Por qué Mitsuki lo hacía sentir un inexperto a la hora de expresar su pasión? Quizás se debía a que había estado teniendo sexo con chicas últimamente.
Habían disfrurado bastante durante la cinta en el gym, Mitsuki reía felíz embriagandole los sentidos a Boruto. Pero luego tuvo que aparecer Sarada y arruinarlo todo. Esa maldita que se creía dueña de su vida solo porque sus padres los prometieron.
Grande sería su sorpresa si él le confesaba públicamente que rompía el compromiso. Ganas no le faltaban, más aún teniendo en cuenta lo de hoy. Quizás deba hablar con su padre al respecto.
Pero todo eso bien que podía esperar, ahora importaban otras cosas. Como ser tener a Mitsuki así, en sus brazos sin posibilidad de escape. Tan hermoso y a su vez tan celoso. Definitivamente ese peliceleste representaba todo un reto para su persona.
El beso fue intensificandose, volviendose más carnal y erótico con cada segundo que pasaba. Mitsuki acariciaba su rubia cabellera, mientras que Boruto masajeaba su espalda presionando aquel delicioso cuerpo contra su miembro que comenzaba a endurecerse.
Atración sexual era lo que empezaba a sentir en esos momentos. Fue masajeando ese cuerpo que parecía estar hecho solo para ser amado.
Cuando se alejaron un poco para respirar, Mitsuki susurró su nombre embriagado por el deseo y Boruto fue excitandose cada vez más. Comenzaba a amasar esas hermosas nalgas de Mitsuki Le dolía su miembro estando atrapado en sus boxers y el jeans.
Pero el peliceleste se detuvo apartandolo de su lado repentinamente. Respiraban entrecortado, Mitsuki se alejó de su lado sin dejar de respirar bocanadas de aire.
Boruto supo lo que pasaba por la mente de Mitsuki, no estaba preparado aún. Y el rubio no lo forzaría, ya que deseaba que sea mutuo el placer. Con solo verlo sabía que era un inexperto en el tema
"No eres carne de burdel Mitsuki". Susurró para sus adentras, mientras hacía grandes esfuerzos para controlarse y apagar el fuego interior que había empezado a arder.
El peliceleste parecía avergonzado, y el rubio estaba felíz por su reacción.
— P-Perdón...
— No te disculpes Mitsuki, no hay de qué avergonzarse.Llegaron a casa y Boruto lo invitó a entrar. Tenían que hacer la tarea de química. Entraron a esa fría y soliraria mansión. Fueron directamente a la biblioteca donde degustaron unos bocaditos dulces antes. Boruto solicitó que les lleven la merienda.
Mitsuki sacó las carpetas y el rubio los libros. Asi empezaron a estudiar. El peliceleste era hábil con esas cosas, hecho que al rubio lo sorprendía sobremanera debido a que estaba acostumbrado a tratar a chicos que les costase esa materia.
Nunca antes había visto a alguien sentir tanta pasión por las sales y la ciencia como demostraba sentirla Mitsuki. Así acabaron las tareas más que pronto.
Mientras merendaban continuaron con matemáticas y Mitsuki demostró el mismo entusiasmo hacia esa ciencia. Boruto empezaba a entender mejor cada ejercicio gracias a las explicaciones de Mitsuki.
Prosiguieron con física y terminaron con psicología. Mitsuki era excelente alumno, ya que le resultaba fácil todas las ciencias, induciendolo al rubio seguirle el ritmo de estudio.
Al punto que su padre llegó esa noche y se llevó la gran sorpresa de su vida al ver a su hijo estudiar junto a un amigo. El mayordomo le contó que llevaban toda la tarde así. Naruto no sabía si reír o preocuparse.
Entrado el anochecer Boruto lo invitó a cenar pero Mitsuki se negó, ya que debía volver a casa. Nuevamente Boruto lo atrajo a él tomandolo por sorpresa, quedando nariz contra naríz.
Mitsuki acariciaba sus pectorales, mientras que Boruto lo rodeaba con sus brazos presionandolo contra su cuerpo. Lo deseaba, solo eso sabía. Pero el peliceleste, aunque lo deseaba también, algo lo frenaba.
Cuando quiso besarlo, Mitsuki desvió el rostro alejando sus labios del alcance de Boruto.
— ¿Qué sucede? — preguntó Boruto — ¿Acaso me rechazas porque estoy comprometido?
— Debo irme, sueltame Boruto.
Como respuesta, el rubio lo presionó con mayor fuerza contra su cuerpo. Se negaba a esa situación. Siempre había sido Boruto quien tenía el control y nunca al revez.— No — fue la rotunda respuesta de Mitsuki. El peliceleste empezó a empujarlo con sus brazos, pero le resultaba imposible poder librarse de su agarre. Respiraba entrecortado. — No luches más Mitsuki ¿no ves que es inútil?
— Sueltame
— Nunca
— Tienes a Sarada.
— No me interesa ella, de echo nunca me interesó.
— Pero es tu novia
— No por voluntad propia.
— No importa ¡Sueltame!Lo besó salvajemente sin importarle nada más. Tenía que recuperar el control de la situación a como dé lugar.
Lo fue acariciando con ternura sintiendo cómo el peliceleste iba relajándose al punto de ceder y rodear su cuerpo con sus delicados brazos.
Cuando se separaron, Mitsuki empezaba a llorar mientras le decía angustiado:
— Será mejor que me olvides Boruto, no soy bueno para tí.Tomó su mochila y salió de la mansión corriendo dejando a un Boruto más que asorado. Mitsuki salió a la calle al tiempo que un auto se detenía y se abría la puerta del acompañante.
El peliceleste subió y una voz de hombre adulto dijo:
— ¿Estás bien?
— Solo conduce — contestó Mitsuki con dureza, mientras se secaba las lágrimas con furia. El hombre arrancó el auto y se alejaron perdiendose en la noche.
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Mitsuki x Boruto~ MitsuBoru ~
FanfictionAntología de breves historias de amor entre Mitsuki y Boruto, donde el amor junto al dolor forman parte de sus vidas. *) MitsuBoru *) Mitsuki x Boruto +) BoruMitsu *) Boruto x Mitsuki