Mitsuki x Boruto~ MitsuBoru ~

En Tus Brazos IV

Mitsuki dejó de reír e incluso se alejó de Boruto para hacer bicicleta durante media hora. No quería problemas y tampoco estaba dispuesto a relacionarse con un chico comprometido.

Sarada reía a más no poder junto a sus amigas mientras hacían pesa juntas. Luego sacaron sus celulares y empezaron con la sección de fotos frente al espejo tamaño natural.

Sarada era la perfección en toda regla, lo tenía todo. Belleza, popularidad, dinero, amigos y a Boruto Uzumaki como prometido. ¿Qué más podía desear? Mitsuki optó por cambiar de horario para ir al gym. Le molestaba esa chica y su ostentosa perfección.

Pero cuando fue a recepción no había nadie allí. Frunció el ceño y se retiró a las duchas. Minutos después se retiraba del gym con sus ropas azúl y negro sin haber podido cambiar de horario. Quizás fuese mejor no ir más a ese gym. A la clase siguiente lo plantearía.

Pero al salir una voz lo llamó. Era Boruto quien salía del gym con su mochila y parecía ¿agitado? Mitsuki lo miró levantando una ceja a manera de interrogación.

-¿Qué sucede? No me digas que permitiste que Sarada te moleste ¿cierto?

- ¿Por qué debería molestarme? Además ella es tu.promerida....
- Por decisión de nuestros padres no de nosotros. Además yo aún no dije nada.
- No tienes que darme ningún tipo de explicaciones Boruto.

Boruto lo contempló en silencio, fue evidente su moelstia. Cambió de actitud totalmente y eso alegró a Sarada sobremanera. Por alguna extraña razón aquello molestó al rubio. Nunca había pasado tal cosa y no era nada normal en su persona tampoco.

- Tienes razón - sin decir más lo sujetó del brazo derecho y practicamente lo arrastró hacia su limousona que lo esperaba fuera, sin importarle las protestas del peliceleste y sus inútiles intentos por soltarse.

Cuando estuvieron dentro y la limusina se puso en marcha, recién lo soltó. Mitsuki lo observaba anonadado, debido a que núnca se habría imaginado tal reacción de su parte.

Cuando pudo reaccionar exclamó rojo de furia:
- ¿Pero qué demonios te pasa?Ésto es un secuestro ¿sabes?

- ¿En serio? En ese caso demandame - contestó con ironía el rubio. Estaba en verdad muy molesto, debido a esos sentimientos nuevos y extraños que Mitsuki lograba despertar en su persona, y por supuesto la actitud de ese peliceleste no ayudaba en nada.

Respiró profundo recostandose en el asiento mientras cerraba los ojos, intentaba serenarse.

Mitsuki quedó hipnotizado con su perfil tan perfecto. Ahora que Boruto no lo veía podría deleitarse con su cuerpo, era una magnifica visión para su vista.

Su pecho que subía y bajaba con cada respiración, esa rubia cabellera tan encantadora brillaba junto a su blanca piel siendo más que suficiente para volverlo loco.

Sonrió complacido al ver que lo estaba "secuestrando". Disfrutaría cada momento de ese "secuestro" de ser posible.

- ¿Acabaste con la inspección Mitsuki? - preguntó subditamente Boruto sin moverse ni abrir sus ojos.

Ésto sorprendió al aludido ya que no esperaba aquello. Avergonzado se apoyó en el asiento y miró por la ventana sin decir nada. Boruto largó una felíz carcajada ante la reacción de Mitsuki.

Inmediatamente abrió los ojos y en un veloz movimiento lo sujetó en sus brazos y lo atrajo hacia su cuerpo, presionandolo contra su miembro.

Nariz contra nariz, cada quien sentía la respiración del otro. Sus labios se rozaron. Mitsuki abrió enormemente sus ojos del asombro y Boruto sonrió más que complacido aún.

- ¿Qué buscas Mitsuki?
-Eso d-debería p-preguntartelo y-yo....Boruto.

La sonrisa sensual del rubio logró hacer que el corazón de Mitsuki se dispare a mil latidos por segundo. Sus labios se unieron en un casto pero posesivo beso, mientras Boruto lo presionaba contra su cuerpo y en particular contra su miembro que empezaba a endurecerse.