Mitsuki x Boruto~ MitsuBoru ~

Amor Mío III

Boruto se sentía tan sucio que no soportaba volver a esa realidad donde fue violentamente abusado por hombres mayores durante tanto tiempo. Necesitaba reconstruirse internamente y a pesar de haber pasado un mes y medio internado en ese psiquiátrico, no lograba conseguirlo.

Estando encerrado ahí, Boruto vió a su padre quien al igual que él estaba viviendo en otra realidad. No obstante al verlo por primera vez, las lágrimas humedecieron el rostro del rubio volviendo abruptamente a la oscura realidad. En esos momentos Naruto estaba de pie junto a la ventana mirando la nieve caer con fuerza.

Boruto corrió a sus brazos mientras lo llamaba con desesperación. Naruto volteó para ver al chico que se lanzó a sus brazos frenéticamente y lo llamaba papá. A su mente regresaron múltiples imágenes de su pasado, cuando aún era feliz junto a su hermosa familia.

Poco a poco fue reaccionando hasta lograr volver a la cordura, le respondió aquel abrazo con otro más intenso. Padre e hijo habían logrado eludir a la locura para poder hablarse y reconocerse finalmente.

—¿Boruto? ¿Eres real hijo? ¿O sigo delirando?
— No papá, no estás delirando. Soy yo, soy real. He podido volver a tí papá.

Ambos lloraban debido a la intensa angustia que ambos sentían. Abrazados y temblando era como en esos momentos se encontraban.

— ¿Qué te sucedió Boruto? ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
— Prisionero de una organización que se dedicaba a la trata de personas.

— ¿Qué?
— Me prostituían papá, ellos me...me entregaban a hombres viejos para que me violaran.
— Hijo....dios mío.
— Estoy sucio papá, no puedo volver con Mitsuki ya que él es muy puro y yo...yo...
— Ya mi pequeño, ya.

Naruto lo siguió abrazando con intensidad. La cordura se impuso en ambos. En especial en Naruto, ya que al recuperar a su hijo sintió que volvía a vivir.

— Papá por favor, ayúdame
— Tranquilo hijo, aquí estoy solo para tí. Lucharé contra la locura para poder ayudarte Boruto, pero tú debes hacer lo mismo que yo. Debes luchar contra esa angustia intensa que te consume por dentro.
— Si tú puedes salir de esto yo también podré.

— Así se habla hijo, además no estamos solos. Ellos están con nosotros
—¿Ellos? ¿Quiénes?
— Sasuke y Mitsuki. Míralos.

Boruto volteó hacia donde su papá señalaba y los vió. Sonrió sintiéndose muy enamorado al ver a su amado peliceleste ahí. Ambos se miraron a los ojos unos instantes sintiendo que perdían el aliento.

— Mitsuki — aquello fue más bien una súplica que otra cosa, el dolor invadía al rubio al completo — Mi amor.
— Él te ama tanto hijo, no lo alejes de tí.
— Sasuke también te ama papá y desde hace bastante tiempo. Solo que respetaba a mamá.
— Lo sé hijo, lo sé.

Naruto tenía que hacer enormes esfuerzos para no caer en la locura, desprendiéndose de la realidad horrenda que lo rodeaba. Pero era conciente que su hijo lo necesitaba y él a Boruto.

Mitsuki y Sasuke se les acercaron y Boruto abrazó al peliceleste con intenso amor y desesperación. Ambos se alejaron para poder estar solos, y de paso dejar a Naruto y Sasuke en privado también.

Una vez solos en la habitación del rubio, Mitsuki lo abrazó otra vez con mayor intensidad. Era la primera vez, desde que Boruto fue internado ahí, que estaba lucido y medianamente felíz debido a la presencia de su padre.

— Mi sol, te extraño tanto
— Pero tú me salvaste Mitsuki, estoy aquí contigo gracias a tí.
— Mi sol, te amo.

Boruto le permitió a su amado peliceleste besarlo y acariciar su cuerpo y para mayor asombro suyo, Boruto no se negó ni se desesperó. Aquello era algo bastante bueno para su salud mental y emocional. Poco a poco, tanto el padre como el hijo fueron curándose.

Al cabo de seis meses los dos fueron dados de alta. Ambos volvieron a casa sintiéndose más que extraños. Al entrar la angustia de ambos casi los vuelve a enloquecer debido a las muertes de Hinata, Himawari y de Kawaki. Los extrañarían bastante a los tres.

Pero tenían que salir adelante si o si ambos. Sasuke y Mitsuki se trasladaron a la casa de ellos para ayudarlos y amarlos hasta perder el sentido. Se amaban con intensidad.

Naruto volvió a trabajar en la mansión del Hokage pero como secretario del Octavo, Sasuke Uchiha. Boruto dejó de ser un ninja como Mitsuki también.

Ambos optaron dedicarse a otra cosa, como ser la ciencia. Las cosas fueron encaminandose con el correr de los meses. Pero Boruto jamás pudo volver a ser el de antes. Jamás.

En especial durante las noches debido a las intensas pesadillas. Sin embargo, a pesar de todo, el amor que lo unía a Mitsuki era lo que iluminaba sus oscuras y dolorosas noches.

FIN