Mitsuki x Boruto~ MitsuBoru ~

En Tus Brazos VIII

Mitsuki salió de la limusina y le arrebató el celular a Boruto sabiendo que todo había acabado ya tanto para él como para su vida llena de lujos. Sabía que tarde o temprano eso pasaría, pero no se esperaba que fuese justo después de haber hecho el amor con ese hermoso rubio.

Mitsuki tenía una idea de la identidad de quién generó su caída. Sarada, la prometida de Boruto. Cuando se dispuso a irse, el rubio lo sujetó de la cintura y prácticamente lo arrastró dentro del auto ordenandoles al chófer que cierre con seguro todo y aguarde órdenes nuevas suyas.

Así se sericioraba de que Mitsuki no escaparía, tenían mucho de qué hablar. Pero el peliceleste no sabía cómo actuar ante la actitud de Boruto. Otra vez lo encerraba en el interior de su limusina sin su autorización. La mirada del rubio lo confundía ya que no parecía odiarlo.

-B-Boruto ¿Qué demonios haces ahora?
- Eso es lo que yo debería preguntarte Mitsuki ¿Qué demonios intentabas hacer? ¿Escapar otra vez?

- ¿Qué? ¿Escapar?
- Te estabas llendo
- Porque dí por sentado que eso era lo que querías que hiciera.
- ¿Y por qué demonios llegaste a esa conclusión?
- Viste mi celular ¿No? Tu actitud cambió de repente.

Boruto le arrebató otra vez el celular a Mitsuki para mostrarle lo que había visto.
- Me sorprendí al ver éstas fotos tuyas Mitsuki. Cualquiera en mi lugar lo habría hecho ¿No lo crees?

Sin saber de qué hablaba Boruto, el peliceleste vió las fotos a las que se refería el rubio y al instante su rostro enrojeció como un tomate. Eran todos suyas con escasas ropas y haciendo poses sensuales en su antigüa habitación, situada en la mansión donde solía vivir con su madre. Hacía un año que se las había tomado.

A su memoria llegaron los recuerdos de ese momento, era solo un juego estúpido junto a sus antigüos compañeros del colegio. Había perdido la partida y la prenda era subir fotos suyas sexys a la página del juego. Pero eso había quedado en el pasado, o al menos eso creyó Mitsuki.

Mitsuki estaba sentado en la cama abriendo las piernas solo con sus bóxers azules puestos nada más, llevándose a los labios su dedo índice de forma sensual.

Otra foto tenía puesta además un pantalón transparente de color negro. En esta ocasión estaba apoyado en el marco de la puerta de su habitación, parecía devorar la cámara. Todo él era una invitación a ser besado y tocado.

Boruto sintió que el calor iba en aumento en su interior al ver ambas fotos, jamás imaginó que Mitsuki pudiese ser tan sexy. Las comentarios que empezaban a aparecer lo llenaban de orgullo ya que esa belleza celeste le pertenecía solo a él. A nadie más.

Sin embargo Mitsuki no se sentía para nada deseable, más bien sentía vergüenza ya que se imaginaba violado. Boruto le quitó el celular y lo apagó para devolverselo al instante y abrazarlo fuertemente, mientras le decía.

- Ahora quiero que cada vez que vengas a mi casa traigas esa preciosas prendas de vestir y te las pongas mientras estamos en mi habitación.
- ¿C-Cómo dices? - el peliceleste se puso como un tomate.

- Eres muy apetitoso Mitsuki
- ¿No te molesta?
- ¿Molestarme? Pero si me encanta, tendré que darles las gracias a Sarada por encontrar tan hermosas fotos tuyas.

- Sarada
- Estoy seguro que fue cosa suya.
- Si, eres su prometido después de todo.

- No, ya no lo es más
- ¿Cómo dices?
- Anoche rompí el compromiso. Nuestros padres lo entendieron y lo aceptaron.

Mitsuki se sintió feliz al oír aquella noticia en verdad. Al punto de lanzarse a sus brazos y besarlo con pasión intensa. Boruto le respondió con otro beso más candente. Cuando se alejaron para respirar, el rubio le pidió al chófer que quite los seguros.

Así ambos bajaron y se dirigieron al restaurante. Mitsuki sonreía feliz y muy enamorado de su sol. Ya no tenía nada que temer. Bueno casi nada.