Antología de breves historias de amor entre Mitsuki y Boruto, donde el amor junto al dolor forman parte de sus vidas.
*) MitsuBoru
*) Mitsuki x Boruto
+) BoruMitsu
*) Boruto x Mitsuki
Boruto estaba desesperado en verdad, ya que hacía dos semanas que Mitsuki estaba desaparecido. No había ido a la academia, no estaba en el gimnasio ni en ningún sitio donde solía ir junto a él.
Su padre directamente se desentendió de Mitsuki limitándose a decirle que él ya no tenía un hijo, debido a que se sentía traicionado por haber sido abandonado por Mitsuki.
En verdad Orochimaru era un gran actor, ya que todos se creyeron su mentira. Ahora el científico se encontraba libre de toda culpa y sospecha. Sin pensarlo dos veces se trasladó a otro país junto con su tecnología y su ciencia sin problema alguno.
Pero Boruto sentía que iba a enloquecer de la desesperación, había pedido ayuda a su padre Naruto para buscar a Mitsuki.
Cuando transcurría casi un mes de su desaparición, supo que en la ciudad privilegiada no se encontraba Mitsuki. Pero se negaba a creer en las palabras del padre de su amado, algo le decía que Mitsuki estaba en esa ciudad y que lo necesitaba a más no poder.
A Boruto ya no le interesaban las chicas ni el sexo, aquello había quedado atrás. Su amor por Mitsuki era tan grande y tan intenso, que solo deseaba estar a su lado.
Esa tarde, se encontraba sentado en uno de los sillones de la biblioteca, mirando arder el fuego de la chimenea sintiéndose morir. En esos instantes, el rubio volvió a sentir el desesperado llamado de Mitsuki en su alma misma, era aquello lo que lo impulsaba a seguir buscándolo.
En su mente pasaron imágenes de una calle infestada de basura e indigentes. Era de noche y nevaba, hacia muchísimo frío. Vió a Mitsuki acurrucado en aquel sitio. Lloraba en silencio.
Boruto abrió los ojos sintiéndose agitado, sin dudarlo un segundo agarró las llaves de uno de sus autos y salió hacia los suburbios en busca de su amado. Empezaba a anochecer y la nieve se volvía más espesa.
Buscó durante más de tres horas deambulando por los peores suburbios de la ciudad sin éxito alguno. Cuando ya empezaba a rendirse fue que lo vió.
Caminaba tambaleandose bajo la nieve, pero llegó un punto en el cual ya no pudo seguir más y cayó al suelo. La nieve lo cubría con su manto blanco. Boruto detuvo su auto, y bajó para acercarse a ese indigente que era idéntico a Mitsuki. Se detuvo justo frente suyo para observarlo, la luz de la luna iluminó el rostro del peliceleste.
— Mitsuki — dijo Boruto logrando que él levante la vista para centrarla en su rostro.
El rubio vió el vacío en los dorados ojos de Mitsuki, quien no se movió del lugar respirando entrecortado. — ¿Quién eres tú?
Ante esa pregunta, el rubio quedó helado por unos segundos. Miró a Mitsuki sin saber qué le sucedía. — Mitsuki ¿Qué sucede contigo? Soy Boruto. —¿Boruto? — Boruto Uzumaki. — No te recuerdo, no sé quién eres ¿Qué quieres de mi?
Boruto se sintió tan mal al verlo así que lo ayudó a colocarse de pie, y lo condujo al auto. Mitsuki empezaba a temblar y no se debía al frío precisamente. Mitsuki había pasado por tanto estando viviendo ahí como indigente, que ya no confiaba en nadie. Boruto se imaginaba aquello y en verdad se puso enfermo.
Necesitaba averiguar qué le había sucedido para acabar así, en ese sitio de mala muerte y sin memoria. Ahora, debido a su reacción, era conciente de que había sido abusado sexualmente y la sola idea lo ponía enfermo.
Boruto lo sujetó con tanta suavidad que Mitsuki se asombró perdiéndose en esos ojos celestes. — Mitsuki yo nunca te haría daño. Nunca.
Algo en el peliceleste le indicaba que podía confiar en ese rubio que brillaba como el sol. Se subieron al auto y Boruto prendió la calefacción para que Mitsuki entre en calor. Cuando encendió el auto y se fue alejando de los suburbios, Mitsuki dejó de temblar.
— ¿A dónde me llevas Boruto? — A casa — ¿A casa? ¿Cuál casa? — A nuestra casa Mitsuki. — Disculpa pero...no sé quién eres...
— ¿No recuerdas nada? — No — ¿Nada de nada? — Solo que mi nombre es Mitsuki nada más. Y lo que viví desde que desperté en el lugar donde me encontraste.
Fueron a la clínica privada más prestigiosa de la ciudad, dónde Mitsuki fue atendido e internado. Boruto llamó a su padre para contarle todo lo sucedido. Naruto comenzó a investigar lo que le sucedió a Mitsuki junto con su amigo Sasuke.
Tras ser examinado por los doctores, se llegó a la conclusión de que Mitsuki estaba sano. No tenía ningún daño cerebral ni físico. Pero si había sido abusado un par de veces.
Aquello enervó al rubio, al punto de desear matar a quien torturó de esa manera a su amado. Pero no podía hacer nada, debido a que desconocía quién era y Mitsuki no estaba en condiciones de poder decir nada. Necesitaba recuperarse y Boruto necesitaba permanecer a su lado.
— Ignoramos a qué se debe su perdida total de la memoria, no tiene golpes internos ni nada. Es todo un misterio — dijo uno de los doctores que atendió a Mitsuki a Boruto.
— ¿Recuperará la memoria en algún momento? — No lo sabemos, pero lo más probable es que no sea eso posible.
Ahora, mientras Mitsuki dormía en la habitación VIP, Boruto estaba sentado en uno de los sillones de la habitación mirandolo dormir.
No me importa que no me recuerdes Mitsuki, no me interesa en lo absoluto. Ahora que te encontré no pienso alejarme de tí.
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