Rompiendo los limites

¡Hay que ganar una carrera!

Mmmm -Murmuró Kotori que estaba sentada en la cocina de su casa con el libro que había encontrado en esa ocasión en la biblioteca.

Ya había pasado una semana desde que Kotori se había reunido con sus antiguos compañeros de clase y equipo en el restaurante de barbacoa.

Fue una reunión bastante agradable y divertida en donde pudo olvidarse de las cosas que le estaban molestando pero no se quedó durante mucho tiempo porque al día siguiente tuvo que ir al hospital en donde estaba Tsunade quien le había sacado algunas muestras de sangre que la futura hokage iba analizar más tarde cuando tuviera más tiempo y también como le había prometido comenzó a entrenarla.

Comenzaron con lo básico ya que Tsunade no sabía muy bien que tan avanzada estaba Kotori  en esta área así que decidió que primero probaría su conocimiento y como lo ponía en practica en cuatro pruebas.

Hasta ahora había hecho dos de ellas en las que le había ido muy bien. Solo le faltaban otras dos pero de momento no las podría hacer ya que ayer fue el nombramiento de su nueva maestra y no había tenido tiempo para poder hacérsela.

Aunque no se podía quejar del todo ya que pudo aprovechar este tiempo para otras cosas como por ejemplo mejorar la seguridad de su casa.

Había hecho los sellos que protegían su casa más complejos en caso de que alguien tratara de entrar en su casa nuevamente.

Ahora mismo estaba trabajando en uno de los sellos que había encontrado dentro de ese libro.

Se trataba de un sello de absorción que por medio de seis kanji, cinco de ellos rodeando a otro podía absorber cualquier jutsu sin importar de que fuera dentro del sello pero eso dependía de cuanto chakra usaras en él.

Era un sello bastante simple y como tenía tiempo de sombra estaba probando a modificarlo.

En vez de contener solo jutsus lanzados hacia ella o otra persona que lo usara quería poder hacerlo con el chakra de las armas shinobis de sus oponentes dejándolos indefensos.

Era una idea bastante abstracta y algo compleja pero de momento no iba tan mal.

Kotori miró el nuevo sello que había escrito y sonrió con orgullo.

Después de su catorceavo intento podía decir que este sello había sido un primer boceto aceptable.

Había añadido otros tres kanjis con diferentes funciones cada uno  que estaban dentro de los otros cinco que también rodeaban al último.

Tendría que probarlo para ver si funcionaba.

Cuando estaba por añadir un detalle más a su sello una pequeña salamandra apareció en su mesa y con su cola señaló la puerta. 

Ups se me olvidó desactivar los sellos de silencio, gracias amiga -Dijo Kotori acariciando a la salamandra con su dedo para después ir a abrir su puerta.

Al abrirla vio a Sasuke parado allí.

¿Sasuke? -Preguntó Kotori confundida.

No había visto al azabache durante toda la semana y lo último que había escuchado de él fue que se había vuelto a ir a entrenar con Kakashi.

La Hokage nos llama, me mandaron a avisarte -Dijo Sasuke y ella asintió con confirmación.

Vale, dame unos minutos para que me cambie y estoy lista, puedes esperarme dentro si quieres -Dijo Kotori que volvió a dentro de su casa seguida por detrás por Sasuke.

Kotori le hizo una seña rápida a la salamandra que se escondió al ver la señal.

Ponte cómodo, no tardo nada -Dijo Kotori que fue a su habitación.