| Crueldad 11 |

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Isabelle

Sufrimiento

Pasé estos últimos dos días encargándome de las compañías, hoteles y casinos. Todo sigue en orden.
Los números aumentan y a nivel mundial seguimos siendo la línea de hoteles más prestigiosa.

Claro que con esto ganamos parte del dinero, pero para mi padre no es problema si hay una crisis o de repente bajan las cifras.

Luego de ocuparme de algunas cosas en las agencias, mi padre me pidió a mi y a Antonio que fuéramos al laboratorio de narcóticos que está situado en los Alpes italianos. Un lugar mas que remoto para un laboratorio de este estilo.

No es de lo que más me agrada pero debo cumplir con sus órdenes.

Antonio y yo llegamos a la casa y entramos a la mansión sin mirarnos ni dirigirnos la palabra. Me imagino que el vuelo con él va a ser igual y no es que me importe mucho si me habla o no.

Va conmigo porque él es el que sabe más acerca de esos químicos, yo solo voy a monitorear.

Tomo mis abrigos especiales para ir hasta allí. No sé por qué se le ocurrió mandarnos para ese lugar siendo invierno.
¿No puede esperar unos meses mas?
Oh, lo olvidé, hay que hacer lo que ellos quieren y cuando quieren.

Salgo de mi habitación y me encuentro con Stefano que me espera apoyado en la baranda.

- Tienen mala suerte - suelta.

- ¿Por ir a un lugar donde seguramente haya una tormenta de nieve? No lo creo - iba a bajar pero me detiene.

- Mi padre quiere hablar de algo contigo, no lo hagas esperar - me suelta de su agarre.

- De acuerdo - suspiro. Espero que diga algo que valga la pena porque ya me estoy preparando para sus falsas disculpas.

Entro a su oficina. Está mirando por el gran ventanal desde su silla de cuero. Aún no me vió entrar.

Me mantengo de pie.

- ¿Querías hablar conmigo?

Se gira lentamente y asiente.

Me señala el sillón frente a su escritorio para que me seinte.

Suspira y expulsa el humo de su tabaco.

- Tenemos que hablar de muchas cosas - declaró con voz severa.

Mantengo mi semblante serio.

- ¿Tiene que ser ahora? El helicóptero ya va a despegar.

- No, ahora solo quería disculparme contigo - me observa con frialdad y con el ceño fruncido, directo a los ojos.

Bueno, el helicóptero puede esperar.

- ¿Por qué?  - ladeo la cabeza y me cruzo de brazos.

Una nube de humo nos traga a los dos.

- Sabes porqué, hija.

Oh, ¿ahora soy su hija?

Permanezco en silencio, ansiosa por presenciar su dificultad para expresarse.

- La cuestión es que...no quiero tener una mala relacion contigo. Eres mi mayor orgullo y solo quiero lo mejor para ti... lo que dije el otro día... - niega con la cabeza - . Estaba estresado y pensando en otros asuntos. Dicúlpame.

Que conmovedor, enserio creo que voy a llorar.

- Oh, era por eso...por favor papá, no tiene importancia, de hecho está bien - le quito importancia.

Cruel Ambición (Infierno 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora