Cruel Ambición (Infierno 1)

| Crueldad 12 |

Isabelle

Alianza mortal

No pude sacar la imágen que vi en el laboratorio de mi cabeza en todo el día.

Me convenzo cada vez más de que respiro el mismo aire que cuatro verdaderos monstruos. Pero no de los que se esconden debajo de las camas de los niños. Sino de aquellos que aterran y se vuelven cada vez mas feroces. Los que disfrutan del sufrimiento ajeno y se alimentan de él.

Intento respirar y trato de olvidar todo aunque sé que no podré.

Mis hermanos me esperan en la sala de reuniones, mi padre quería decirnos algo sumamente importante a los cuatro.

Max me sigue mientras me dirijo a la sala.

Matheo me observa al entrar. No hemos hablado casi nada luego de que le hice ese corte en el mentón. No sé si se ofendió o qué pero no me importa en lo mas mínimo.

El que avisa no traiciona.

Me siento frente a ellos y mientras esperamos a mi padre.
Acaricio a Max en la cabeza.

- ¿Y esa cara? - pregunta Stefano y me mira.

- Fué un día complicado. - respondo y le dedico una mirada fría a Antonio.

Matheo suelta una carcajada profunda y lo miramos.

- ¿Cuando estrecharán las manos y terminarán esa guerra inexistente que crearon? - Matheo se rie pero no le veo ninguna gracia.

Levanto las cejas y hago una mueca con la boca.

Antonio permanece de brazos cruzados. Debe estar pesando en la forma mas sádica de torturarme pero dejarme viva luego.
Aunque supongo que le gané en eso antes; ya tengo pensadas las mil formas de tortura, todas para el.

No sé que nos querrá decir mi padre pero tengo el presentimiento de que es algo...no sé como explicarlo.

Las puertas se abren y aparece mi padre con su traje hecho a medida como suelen ser todos. Siempre mostrando una imágen mas que elegante.

Se sienta en su trono de cuero y tallado en madera, que es pasado de generación en generación.

- ¿Qué es tan importante? - pregunta Stefano con los codos apoyados en la mesa y las manos entrelazadas.

Suspira. Tiene toda nuestra atención.

- Tenemos que tomar una decicion urgente y nesesito que estén informados. - se acomoda en el trono.

- ¿Acerca de qué? - pregunto.

Tenza la mandíbula.

- Se trata de los Dirksen - suelta sin más.
Antonio Stefano y Matheo muestran una expresión indescriptible; creo que están tan confundidos como yo.

Los Dirksen...¿qué está pasando con ellos ahora? Después de su traición y el enfrentamiento sangriento que ocurrió en Alemania hace años...nunca más se mencionó a esa gente en esta familia.
El odio que se tienen ambos clanes es inmenso.

- ¿Qué es lo que quieres decir exactamente? - Matheo lo apura.
Mi padre nos mira a cada uno de nosotros. Esto es uno de esos momentos de tensión y lo detesto.

- Vamos a tener una nueva alianza con ellos - dice con máximo rigor.

El silencio que se formó en la sala fué sepulcral.
Todos estamos procesando la información.

Recuerdo cuando mis hermanos y mi padre llegaron a la casa, bañados en sangre, luego de ese enfrentamiento.
Recordar eso me hace dudar de las intenciones que tengan con nosotros, ahora.