Capítulo 4

1.6K 105 47
                                    

Había decidido leer un rato, no tenía ni un poco de sueño, aún me encontraba inquieta pero por lo menos la ansiedad se había ido. Escucho como la puerta se abre provocando que me gire a ver, Carolina entra frotando las manos nerviosa y con su cabeza gacha.

- Bela- dice en un susurro.

- No tienes que explicarme nada, a mí no.

- Pero- empieza pero le corto.

- Mira, no voy a mentirte y decir que no estoy molesta pero no es mi relación. Así que, lo único que te puedo decir es que no juegues con ninguno de los dos, por favor.

Ella no responde, sigo sus movimientos y como ve una fotografía donde están ella e Iván, sus ojos se aguan y me acerco a ella. Solo me mira y sus labios forman un puchero involuntario, la abrazo y ella me corresponde al segundo.

- Gracias.

- Nada, Lina- ella sonríe ante el apodo que le había puesto.

Iba a volver a mi cama pero Carolina me agarra del brazo señalando su ordenador, Montoya respondió a su email y pedía reunirse en pocos minutos en el bosque.

- Voy a ir- dice mientras se empieza a cambiar.

- Es mala idea y es peligroso, así que iré contigo- me calzo lo más rápido que puedo.

Sabía perfectamente que si no iba con ella iría sola y sería peor. Seguía con la ropa de la tarde, por lo que después de calzarme solo tuve que ponerme la chaqueta de Iván que tenía a mano.

Salimos sin ninguna dificultad y ya estábamos en el bosque. Andábamos deprisa pero cuidadosamente, casi no se veía nada y cada vez hacía más frío. Me seguía pareciendo mala idea no avisar a nadie pero por lo menos éramos dos contra uno. Paramos en el sitio indicado pero no había nadie.

- Creo que es hora de irnos- el bosque de noche daba escalofríos.

- No, aún no.

Carolina como una terca anduvo un poco más dejándome atrás y en solo un pestañeo alguien la tenía agarrada contra un árbol ahogándola. La persona estaba de espaldas a mí por lo que no vio venir mi empujón y gancho izquierdo, Carolina tosió de manera brusca despistándome y yo recibí un fuerte golpe del hombre.

Mi cabeza dolía a mares, había terminado tirada en el suelo y mi frente chocando contra una piedra. Escuché pasos al lado mía pero la verdad solo veía borroso, noto como alguien me agarra del brazo pero me apartó bruscamente al no poder saber quién es.

- Bela, soy Marcos.

- ¿Y Carolina?

- Ella está bien.

Él me ayuda a levantarme y mi vista poco a poco se va aclarando, estaban todos alrededor del hombre mirándome preocupados.

- Estoy bien.

Marcos y yo nos unimos al corrillo. Iván mira inspecciona mi cabeza, seguramente por la sangre que notaba caer por mi frente. Agarra un pañuelo y se acerca para limpiar mi frente.

- ¡Iván, está muerto!

- ¡Que no, coño!- le responde de mala gana a Victoria.

- ¿Qué has hecho?- intento mirar al hombre pero él con su mano libre me gira la cara haciéndome mirarlo.

- Defenderos, él está bien- me explica más tranquilo.

Iván seguía concentrado limpiándome cuando el señor se despierta asustando a todos y haciéndonos sobresaltar también a nosotros. Al terminar quita el pañuelo y yo le doy las gracias a lo que él me regala una leve sonrisa.

El Internado Laguna NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora