Capítulo 25

1K 66 15
                                    

Maratón 1/3

- Paula, cuando estás lejos y ves pasar a alguien en un coche, es muy fácil confundirse- escucho que le intenta explicar Marcos cuando llego a la habitación de la pequeña.

- Sé que era ella, y ella también me vio a mí- se notaba frustrada.- Y eso es que va a venir a buscarnos.

- Que no era ella, nena, que no era ella- el rubio está al borde de su paciencia, por lo que decido esperar un poco para no estresarle más.- Mamá y papá están muertos, no van a volver- siento como mis ojos se aguan al ver la cara de Paula.

- ¿Por qué no me crees? Sí que era ella, era mamá.

- Ah, ¿sí?- al notar su voz de enfado decido entrar.

- Marcos...- le advierto, pero él no calla.

- Pues si era mamá y está dando vueltas por el bosque, no sé por qué no vino a buscarnos- él se levanta frustrado y ella rápidamente viene a mis brazos buscando refugio.

- Dios, eres idiota- le suelto cansada y cojo en brazos a la rubia para ir al comedor.

Una vez que llegamos siento la mirada de Iván puesta en mí, pero en cuanto le miro él la aparta provocando que suspire. Paula tiene sus ojitos tristes y antes de ir a su mesa me abraza fuertemente.

- No le hagas caso, ¿vale?- ella asiente.- Estos días está nervioso, hay que tenerle muucha paciencia.- con eso consigo que sonría un poco.

- Te quiero- dejo un beso en su mejilla y ella sonríe aún más.

- Y yo a ti, ruliña. Ahora, a comer- y con eso la bajo de mis brazos caminando hacia mi mesa, donde todos ya están sentados.

Todos, excepto Iván, me miran confusos al ver como me siento lo más alejada posible de él, me había pedido espacio y yo lo respetaba. Julia me dedica una pequeña sonrisa como apoyo, que yo devuelvo, aunque la mía es más una mueca.

- Sabela, siento lo de Paula- es lo primero que me dice mi hermano al sentarse al lado de Iván.- La he dejado fatal, ¿verdad?

- Marcos, es hora de que empiece a asumir las cosas- Carolina me interrumpe intentando reconfortarlo, llevándose una mala mirada por mi parte.- Hiciste lo que tenías que hacer.

- Entiendo que quieras apoyarlo, pero en esto no te metas- ella me mira molesta.- Hay maneras y maneras de decir las cosas, más cuando ella es solo una niña.

- Es que el tiempo pasa y no lo supera- Marcos suspira derrotado y yo solo juego con mi comida.- Le cuesta aceptar que nuestros padres están muertos.

- Es algo que tarda mucho tiempo en aceptar- dice Julia, a lo que ambas entrelazamos nuestras manos, hace tiempo ella me había hablado de su padre.

- ¿Y eso lo has pensado tú solita o te lo ha contado el fantasma de tu puta madre?- todos miramos a Iván sorprendidos, últimamente estaba insoportable y más con la morena.

- Lo digo porque perdí a mi padre, imbécil- Julia aprieta mi mano cuando ve que voy a saltar, por lo que solo puedo morderme la lengua.

- Ah, se hizo fantasma y volvió para decirte que bonito es el cielo, los ángeles, las cosas, ¿no?

- Fue Cayetano el que quería que supieras que tu padre lo mató, no yo- suelta dolida con sus ojos aguados.

- ¡Que te calles!- le grita golpeando la mesa asustándonos a todos.

- Iván, deja de ser tan imbécil- se lo digo de una forma tan fría que todos callan, observando como él y yo empezamos una batalla de miradas.

- Julia no tiene la culpa, así que no lo pagues con ella- Victoria rompe el silencio haciendo que él la mire y yo acaricio la mano de la morena brindándole tranquilidad.

El Internado Laguna NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora