Capítulo 41

790 55 14
                                    

- ¡Joder!- frustrada me giro a mirar a Victoria, quien me abraza nerviosa.

- No está- susurra Marcos observando la habitación de Héctor.

- Ni en los pasadizos- dice la morena separándose y mirándome con una leve sonrisa.- A lo mejor a logrado escapar.

- Puede que esté en el bosque- Carolina se acerca a mi hermano.

- Sí, pero en una zanja, porque lo he mandado a la tumba. Joder, es que si no...- empieza pero le interrumpo.

- Marcos, ahora no es tiempo de que te sientas mal, tenemos que encontrarlo- le digo seria y él me mira dolido, ambos hemos cambiado desde que llegamos aquí y nuestra relación de hermanos es el claro ejemplo.

Los cuatro salimos de la habitación hacia el pasillo, para nuestra mala suerte nos cruzamos con Amelia, las chicas y yo nos miramos sin saber qué hacer, pero rápidamente nos vamos dejándola a solas con Marcos.

- Voy al baño, vosotras id bajando- antes de que ninguna pueda reclamar me voy por otro pasillo con prisa.- Por favor, no estés muerto, por favor...- susurro haciéndome una coleta.

- ¿Ahora por qué estás estresada?- abriendo mis ojos como platos me doy la vuelta encontrándome con un Héctor serio.

- Héctor...- sin esperar un segundo camino hasta él para abrazarlo con fuerza, cosa que también hace dejando un beso en mi cabeza.- Siente que te hayan dejado abajo, no me dejaron volver por ti y...- intento explicar sollozando, mis ojos ya están aguados.

- Tranquila, tranquila...- ambos nos separamos y entramos en el baño asegurándonos de que no haya nadie.

- Encontramos la cinta, ¿por qué no nos hablaste de ello?

- Ya habrá tiempo de hablar de ello, ¿vale, princesa?- él agarra mi cara entre sus manos y yo asiento.- Ahora tenemos que salir de aquí, ¿vale? Este sitio ya no es seguro para vosotros.

- No podemos irnos de aquí, así, sin más- susurro con tristeza, él me mira confuso.- ¿Qué va a pasar con los... Pues con los malos?- él sonríe levemente, lo que me confunde.

- Tranquila, van a pagar por lo que os han hecho...- yo lo interrumpo.

- Y siguen haciendo, están matando a alumnos, Héctor- sus ojos se cristalizan escuchándome atentamente.- Lo de Susana, no fue un suicidio, también a Manuel y Álvaro, mi mejor amigo murió en nuestros brazos, igual que Cayetano en su día- suelto de manera rápida.

- ¿Pero qué estás diciendo?

- Les inyectan un virus, todos murieron tras padecer los mismos síntomas...

- ¿Pero y tú cómo sabes todo eso?

- Porque los llevamos espiando desde que entramos aquí, no sabes lo horrible que ha sido- él me abraza y yo no puedo evitar llorar de nuevo.

- ¿Y...sabes por qué...?- empieza pero se separa mirándome con delicadeza.- ¿Por qué mataron a tus padres?

- Papá y mamá están vivos, Héctor- susurro con una leve sonrisa, él me mira confuso abriendo sus ojos.- Marcos mintió, los cuerpos que enterramos no eran los suyos, pero no podíamos decirlo... Mamá estuvo en los pasadizos unos meses, ahora ya no sabemos dónde está, solo que está viva.

- ¿Estuvo aquí todo el tiempo?- yo asiento mirándolo con una mueca, él ya está llorando.

- Sí... Y...- yo acaricio mis manos sin saber cómo decirlo.- Tuvo un bebé, le llamó Samuel, como tú- él sonríe y me duele saber que después de lo que le voy a decir se va a borrar.- Pero se lo robó Noiret, era el bebé que adoptó Elsa. Él está detrás de todo esto...

El Internado Laguna NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora