El Internado Laguna Negra

Capítulo especial

*contenido sexual*

*nueve capítulos atrás*

Iván

- Iván- escucho la voz de Carolina a mis espaldas, pero no me muevo, simplemente le doy otra calada a mi pitillo.- ¿Y Marcos?

- Con Sabela- respondo cortante deseando que se vaya.

- ¿Qué pasa?

- Nada- respondo provocando una sonrisa tensa en sus labios.

- Ya, claro- ella se acerca un poco más a mí sentándose a mi lado.- Cuéntame- susurra y yo la miro incrédulo, más cuando intenta besarme, pero por suerte aparto mi cara logrando que simplemente bese mi mejilla.

- ¿Qué coño haces?- pregunto con rabia.

- Iván, estoy harta, no puedo seguir así- yo la miro confuso, sus ojos están aguados.- De sentirme culpable y que me mires así. Estás distanciado, desconfías de mí, incluso le confías más cosas a Sabela que a mí.

Por un instante inspecciono meticulosamente su cara, varias lágrimas caen por sus mejillas y los labios le tiemblan levemente. Lo que pasa es que ya no siento nada, la miro así y lo único que siento es asco. Ha jugado con Marcos y conmigo como le ha dado la gana, haciéndonos mierda y provocando que peleemos como imbéciles, aún así es ella la que llora. Incluso como ha tratado a Sabela con este tema, cuando ella la ha ayudado siempre.

- Bueno, tú tienes a Marcos, ¿no?

- Yo...- empieza, pero la interrumpo.

- ¿Tú, qué? Métete en tu vida y deja la mía tranquila, de paso la de él también, hazme el favor- ella me mira dolida, pero estaba harto de que jugase con todos.

- Pero nosotros...

- Carol, no hay ningún nosotros y no lo volverá a haber- le aclaro.

- Desde que ella llegó no te reconozco.

- ¿Porque no me dejo mangonear por ti? Pobrecita- rio levemente sin gracia.- Es que ella me respeta y me apoya, no soy su marioneta.

- Estás encaprichado- asegura.

- Estoy enamorado- la corrijo sorprendiéndola ante mis palabras, yo no lo hago, lo había reconfirmado la primera vez que la besé.

- Ya, perfecto. Tú aún me quieres, Iván, igual que yo a ti.

- Pero, ¿tú te escuchas? Vienes preguntando por Marcos y ahora me aseguras que me quieres, ¿pero a ti te importa alguien?

- Iván.

- Ni Iván, ni ostias- ella abre sus ojos sorprendida.- Lárgate.

- Sed muy felices- suelta con rabia para después irse con prisa.

Tratando de volver a mi paz le doy unas cuantas caladas más al pitillo, pero pocos minutos después noto de nuevo unas pisadas detrás mía. Estoy apunto de quejarme, pero me callo en cuanto su aroma llega a mí provocando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

- Sabela, te vas a congelar- la regaño cuando volteo sentándome al revés.

Mientras aguanto el pitillo con los labios dejo mi chaqueta en sus brazos, observando la sonrisilla que ilumina ahora su cara. 

- No te pienso volver a besar- señala el pitillo y yo sonrío levemente mientras lo apago contra la piedra para que no le dé el humo.- ¿Qué ha pasado?- con una mirada sé que me habla de Carolina, intenta ocultar su inseguridad, pero un leve suspiro la descubre.