Capítulo 8

1.5K 92 18
                                    

15 DÍAS MÁS TARDE

- Han llegado los resultados de la autopsia de Cayetano- nos avisa Héctor.

Estábamos todos, salvo Iván, en su despacho. Ya habían pasado dos semanas desde la muerte de Cayetano e Iván no aparecía por ningún lado.

- Causa de la muerte: fallo multifuncional por sobredosis de éxtasis y alcohol- todos nos miramos confusos, él no se drogaba.- ¿Desde cuándo os drogáis?

- Nosotros no nos drogamos- le contesta Roque.

- Entonces, era él solo el que se emborrachaba y se ponía a éxtasis, ¿no? Vosotros no sabéis nada.

- Ni él ni nosotros nos drogamos, Héctor- susurro dolida por su desconfianza.

- Sé que estáis en la edad de pensar que sois inmortales, pero os digo una cosa: Cayetano está muerto- lágrimas caen de mis ojos ante su dureza.- Quiero la verdad, porque no me entra en la cabeza que un niño de 16 años decida hincharse a pastillas y alcohol hasta reventar.

- Sus padres acaban de separase y él no estaba bien- le dice Victoria.

- Yo no sabía que estaba tan mal, ni que se metiera pastillas ni nada- sigue Roque.

- Supongo que tampoco sabéis dónde está Iván, ni qué le ha podido suceder, ¿no?

- No sabemos nada- le responde Marcos.

- Podéis iros- nosotros obedecemos.

Al salir Marcos y yo paramos frente las escaleras, Paula estaba sentada en ellas jugando con una muñeca.

- ¿Qué hace aquí sola la chica más guapa de éste colegio?- Marcos le acaricia la mejilla y ella sonríe.

- Estaba pensando.

- ¿En qué andabas pensando?- me siento a su lado dejando un beso en su cabeza.

- En Cayetano, ¿por qué le metieron en una bolsa de plástico? ¿A papá y a mamá también los metieron en una bolsa de plástico?- Marcos y yo nos miramos sorprendidos sin saber que decir.

- No lo sé, ruliña.

- Pero una vez que mueres da igual dónde te pongan porque ya no notas nada, ya no respiras ni tienes hambre o sed- le dice Marcos y yo le pego una colleja abriendo los ojos.

- No te preocupes por eso, a todas las personas nos meten en esas bolsas para que estemos calentitos y cómodos antes de ir al cielo- ahora él me mira abriendo sus ojos y yo levanto mis hombros, por lo menos yo no había sido tan bruta.

(...)

Me encontraba en la habitación mirándome en el espejo de mi armario. Estos últimos días había adelgazado demasiado, el no dormir había causado notables ojeras debajo de mis ojos y estos estaban rojos de tanto llorar. 

La muerte de Cayetano me dejó muy inquieta, al final era verdad lo de estar en peligro, tarde o temprano nosotros podríamos ser él y no sabía si Iván ya lo era. No daba ninguna señal de vida, ni siquiera una simple llamada y eso me desesperaba.

- Pero, bueno, ¿a qué viene esto?- escucho la voz de Carolina y esta entra junto con Victoria, Elsa y Pedro.

- Viene a que en este colegio a muerto un compañero tuyo por consumo de drogas, a eso viene.

Ellos empiezan a inspeccionar todo y nosotras nos quedamos en la puerta observando, de un momento a otro los dos sacan tres paquetes con pastillas. Nosotras nos miramos sin entender nada.

El Internado Laguna NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora