Capítulo 3

1.6K 99 38
                                    

Clase de latín, me encantaba la asignatura, aborrecía al profesor.

Después de haber dormido solo cuatro horas no era persona, así que aprovechando que me siento detrás de Iván utilizo su cuerpo como muro para taparme y descansar un poco.

- Que te duermes- me susurra Iván.

- Ese es el punto.

Doy gracias a Héctor por habernos quitado el castigo al segundo día, si no, con estos días, no hubiera aguantado de pie. La verdad no entendía porqué lo había hecho pero tampoco tenía mucha curiosidad. 

Levanto mi cabeza mirando a Iván, llevaba toda la hora riéndose de mí e intentando que no me durmiera de todas las maneras posibles. Lo único que hago es sacarle la lengua y esconder la cabeza entre mis brazos.

- Estos primeros días les veo muy despistados, así que he decidido que pasado mañana habrá un examen. No me lloren que más se perdió en las Galias- todos comienzan a protestar pero suena el timbre.

- ¿Sabéis lo que hice en la hora de descanso?- Victoria y yo nos acercamos a Carolina.

- No quitarle el ojo a mi hermano.

- ¿Qué dices? No- dice nerviosa a lo que Victoria y yo nos miramos, se notaba a kilómetros que le interesaba mi hermano.- Me hice pasar por Alfonso y le mandé un email a Montoya.

- Pero, ¿tú estás loca?- Victoria mueve sus manos alterada.- Alguien borro el mail de Alfonso frente nuestras narices, puede leer el tuyo, ¿quieres que te arranquen los ojos?

- Solo vas a hacer que el responsable se cabree.

- No os pongáis nerviosas, es el único que puede ayudarnos. Estaba en contacto con Alfonso, podemos confiar en él- nos dice.

Victoria iba a protestar pero Cayetano llegó corriendo a nuestro lado, se le notaba nervioso y habló con la respiración agitada.

- Chicas, tenéis que ver esto, venid, venid rápido.

Lo seguimos hasta su habitación, los chicos estaban allí, al parecer alguien había entrado y revuelto todo. En cuanto entro cierro la puerta e Iván habla.

- Los ojos, que se lo han llevado.

- ¿Le habéis contado a alguien sobre ellos?- pregunta Marcos y nosotros negamos.

- Alguien nos está espiando- dice Carolina.

- El responsable de la desaparición del profesor- comento.

- Ya sabe quiénes somos- dice Victoria.

- No sé vosotros, tíos, pero yo paso de esto. Se acabó remover mierda, que no quiero morir joven- dice Cayetano asustado.

- No, eh. Yo tampoco- sigue Roque.

- Ni yo- niega Victoria.

- Es verdad. Se acabaron los paseítos por el bosque, los desvanes y las puertas secretas. Lo siento, pero yo me planto- termina diciendo Iván.

- Pues allá vosotros, pero mientras yo tenga que seguir en este colegio con mis hermanas, yo no pienso parar.

- Y es por nosotras por lo que te vas a quedar quieto, Marcos. metiéndote en algo peligroso no nos ayudas en nada. Yo me niego a seguir y tú también.

- Bela.

- Bela nada, déjalo estar, Marcos.

- Yo estoy con él, son unos cobardes- nos dice Carolina.

- Perdona por no querer que nadie muera- le digo seria, no iba a permitir perder a Marcos también y a ninguno de los demás.

Carolina se acerca a mi hermano y ambos se dirigen a la puerta, antes de que él salga le agarro del brazo suplicándole con la mirada. Sin embargo hace caso omiso y deshaciéndose de mi agarre se marcha. Al girarme encuentro a Iván mirándome, estaba dolido y como para no estarlo. Le sonrío levemente comprendiéndole y él me la devuelve.

El Internado Laguna NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora