ღᴇsᴛᴏ ᴇs ᴀᴍᴏʀ 2ღ 𝕾𝖍𝖎𝖓𝖔𝖇𝖚 𝖝 𝕯𝖔𝖚𝖒𝖆

Cap 19 Reliquias de un Amor Maldito {Mejorado}

Douma estaba en el Bar de un distrito. Douma está ebrio. Está solo. Nadie se le acerca.

Tiene la camisa abierta, la cara roja por el alcohol y el cabello despeinado. Mira su celular. Una foto vieja. Shinobu y los niños.

Douma (susurrando):Ella era todo.
Aunque me quisiera matar cada semana, era todo.
Incluso cuando me odiaba... yo solo quería que me mirara.

Se ríe solo.

Douma:Y ahora... ni se acuerda de mí.
La muy cabrona reencarnó... y se fue con otro.
Empezó otra vida. Bonita, limpia.
Y yo acá, criando hijos que me odian.
Con una caprichosa . Otro que me grita. Y una niña que no sabe lo que es tener madre.

Se sirve otro trago.

Douma:Claro que los amo. Pero a veces... solo quiero dormir.
Y no despertar más.

Suena el teléfono.

Douma (responde):¿Qué?

Yushiro (furioso por teléfono):¡¿Qué hiciste?! ¡Akaza y Kanae están fuera de control! ¡Le diste carne humana a tus hijos!

Douma (seca):Sí. Yo se las di.

Yushiro:¡Estás loco! o ¿¡que?!

Douma:Estoy cansado.
Estoy harto.
No quiero ser el único monstruo de esta familia.
Me voy al infierno... pero no me voy solo.

Cuelga.

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Minutos después. Afuera del bar. Yushiro llega. Lo encuentra tambaleándose Douma.

Yushiro (lo empuja):¡Estás mal de la cabeza!

Douma (lo mira serio):Estoy criando demonios que son MIS hijos, no gatitos.
¿Esperabas otra cosa?

En el auto, Akaza y Kanae están atados. Akaza lo mira con odio puro. Kanae no para de gruñir.

Douma (cansado):Míralos.
Una joyita de familia.
Y yo que pensé que el amor los iba a salvar.

Yushiro (irónico):¿Amor? Lo que hiciste no tiene nada que ver con amor.

Douma (duro):¿No?
Crié a estos mocosos con las manos sangrando.
Cambié pañales, cociné, los calmé cuando tenían pesadillas.
Les cantaba hasta que se durmieran.
¿Eso no cuenta?

Yushiro (dolido):¿Y ahora qué, Douma? ¿Vas a matar a todo el mundo solo porque Shinobu te olvidó?

Douma (con los ojos vidriosos):No.
Voy a buscarla.
Y cuando la tenga enfrente...
Veré si todavía hay algo que valga la pena salvar.
O si no será a la fuerza.

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La mañana había empezado como cualquier otra.
La alarma sonó con su fastidio habitual, Aoi y Kanao corrían de un lado a otro en la casa mientras Shinobu se servía su té, sentada en la barra, fingiendo que no escuchaba los gritos en el fondo:

Kanao:¡Devuélveme mi suéter, Aoi!

Aoi:¡Yo lo lavé, ya es mío por ley de uso!

Kanae:Recuérdame que para la otra compre dos suéteres iguales para ellas -Dice viendo a Shinobu-

Las hermanas rieron mientras comen.

Shinobu (sorbiendo su té):Otra mañana normal...

Pero no lo era. Desde hacía días, Shinobu tenía esa sensación molesta desde esa noche de la "invocación". Como cuando crees que olvidaste algo importante, pero no sabes qué. Como un zumbido bajo la piel. Como si alguien, en algún lugar, la estuviera buscando con desesperación.