ღᴇsᴛᴏ ᴇs ᴀᴍᴏʀ 2ღ 𝕾𝖍𝖎𝖓𝖔𝖇𝖚 𝖝 𝕯𝖔𝖚𝖒𝖆

Cap 29 La llamada

En el hospital, ya de noche.

Shinobu dormitaba sentada cuando sintió algo cálido sobre sus hombros. Abrió los ojos lentamente: era una chaqueta. Al alzar la mirada, vio a Akaza, acompañado por Kanae y Koharu.

Akaza (en voz baja):Supe lo que pasó… lo siento por no haber venido antes. ¿Estás bien?

Kanae (preocupada):Deberías dormir un poco, Shinobu. Te ves agotada.

Akaza:¿Quieres que te llevemos a casa?

Shinobu (sonriendo con cansancio):Gracias, pero decidí quedarme. No me sentiría tranquila yéndome… no mientras algo pueda pasar.

Koharu:¿Por lo menos ya comiste algo?

Shinobu:Tomé un café con Koyuki hace rato. Estoy bien.

Akaza (cruzándose de brazos):¿Café nada más? Eso no cuenta. Te va a hacer daño. Vamos por algo de comer, todos. Seguro ellos también tienen hambre.

Shinobu miró a su alrededor: Koyuki dormía en una silla, Keizo la abrigaba mientras permanecía despierto. El padre de Hakuji se veía pálido, y Kyojuro se había ido por su hermanito menor. Giró a ver a los tres adolescentes frente a ella.

Shinobu:Voy con ustedes, pero... ahora no tengo dinero. Prometo pagarles luego.

Kanae (sonriendo):No es necesario. Es de corazón. Vamos.

Shinobu hizo una seña a Keizo para avisarle que salía. El viento nocturno la recibió junto con los primeros copos de nieve. Los cuatro caminaron hacia una cafetería cercana.

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En la cafetería

Akaza (gentil):Pide lo que quieras.

Shinobu:Gracias, de verdad.

Kanae (Sonrió con nostalgia):Mamá siempre decía que, si puedes aliviar un poquito el dolor de alguien, aunque sea solo con una palabra o una sonrisa… entonces tienes que hacerlo.
“Eso es ser fuerte”, decía.

En la cafetería, Kanae pidió galletas y tres cafés para llevar. Mientras esperaban, se sentaron a comer juntos.

Shinobu jugaba con su taza, pensativa. Cuando llegaron las galletas, tomó una y suspiró.

Kanae (con suavidad):¿Y qué dijeron los doctores de Hakuji?

Shinobu:Fractura en el brazo izquierdo. Sigue inconsciente, pero el doctor dijo que está fuera de peligro. Es muy fuerte…

Akaza (asintiendo):Eso suena bien.

Koharu (aliviada):Me alegra que esté bien.

Shinobu los observó en silencio, cálida. Al ver a Koharu con bigotes de leche, no pudo evitar sonreír y, sin pensar, limpió su carita con los dedos, Koharu abrió los ojos sorprendida pero se dejó con una sonrisa que le brillaba los ojos.
Kanae y Akaza se miraron, sorprendidos, y luego sonrieron.
Shinobu rió, un poco nerviosa, al notar lo maternal que se estaba comportando.

Shinobu (riendo):Perdón, no sé por qué lo hice… me salió natural.

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Después, mientras caminan de vuelta:

Shinobu:Por cierto, Kanae… ¿ya no hablaste con ese chico? ¿Cómo dijiste que se llamaba?

Kanae (confusa):¿Yushiro?

Shinobu:Sí, ese. ¿Qué pasó?

Kanae (encogiéndose de hombros):No he podido hablar con él… han pasado muchas cosas últimamente.