La mañana amaneció lenta y pesada. El comedor, normalmente lleno de voces y risas, estaba casi en silencio; apenas se escuchaba el arrastrar de los cubiertos contra los platos y algún que otro bostezo que nadie intentaba disimular.
Kanae se sentaba derecha por disciplina, pero sus ojeras delataban que cada parpadeo era un esfuerzo. Ume no estaba mucho mejor; masticaba despacio, con la mirada perdida en algún punto del aire. Mitsuri, con los codos sobre la mesa y la cara entre las manos, sonreía débilmente al escuchar algún ruido, aunque el sueño la estaba ganando.
Shinobu parecía la más derrotada de todos. Cada tanto su cabeza se inclinaba levemente hacia adelante antes de que la enderezara con un pequeño sobresalto. Akaza, aunque más firme, tampoco podía ocultar las ojeras; comía despacio, sin ganas de discutir con nadie. Koharu había cedido por completo: dormía sobre la mesa con la respiración tranquila. Inosuke... ni hablar, seguía sumido en un sueño profundo.
Kotoha los observaba con una mezcla de ternura y resignación mientras sostenía su taza de té.
Kotoha:Parecen sobrevivientes de una guerra... -murmuró más para sí que para los demás.
Douma, al otro lado de la mesa, los miraba con una sonrisa tranquila. No se reía, pero había cierta diversión en verlos tan agotados.
Douma: Supongo que la pijamada fue intensa -comentó mientras servía té, con tono ligero-.
Kotoha ladeó la cabeza.
Kotoha: ¿A qué hora dicen que se durmieron?
Hubo un silencio general. Kanae levantó apenas la mano, como si fuera un esfuerzo titánico hablar.
Kanae: ...Tres de la mañana -susurró, con los ojos medio cerrados.
Ume bufó, los ojos entrecerrados.
Ume: Ellos dos -señaló a Akaza y Shinobu- se durmieron a las cuatro y media. Me levanté a buscar agua y los vi platicando.
Kotoha: ¿Cuatro y media?
Shinobu, incómoda, se incorporó un poco.
Shinobu: Bueno, casi cinco... pero valió la pena.
Akaza continuó comiendo en silencio, sonriendo levemente por lo que dijo Shinobu.
Douma apoyó la taza sobre la mesa.
Douma:Mientras hayan disfrutado...
no pasa nada -dijo en voz baja, casi como si justificara a sus hijo aunque este agotado.-
Kotoha suspiró, ladeando la cabeza.
Kotoha: Lo dices como si fuese normal. Estos chicos van a arrastrarse todo el día.
Douma: Entonces hoy se dormirán más temprano. ¿Verdad? -miró a Kanae y Akaza con suavidad-
Kanae asintió con fuerza fingida, pero apenas duró un segundo antes de que un bostezo traicionara su esfuerzo. Akaza bajó la mirada, sin comprometerse, aunque en el fondo sabía que no iba a discutir.
Un golpe sordo llamó la atención: Inosuke se había resbalado aún más en su sueño profundo. Kotoha se inclinó y lo sacudió suavemente del hombro.
Kotoha: Inosuke, cariño... despierta un poco, vas a lastimarte.
El chico gruñó, pero permaneció quieto. Mitsuri soltó una risa floja, tapándose la boca.
Kotoha: Definitivamente se pasaron anoche... -suspiró y volvió a
sentarse-
Douma, tranquilo, recogió el plato vacío de Koharu para que no se cayera.
Douma: La llevo a su habitación.
Kanae intentaba clavar los palillos en su comida, pero sus párpados pesaban demasiado.
Ume masticaba lentamente, fijando la mirada en el vacío, como si cada bocado fuera un esfuerzo consciente.
Mitsuri, en cambio, se animó al ver el postre que trajo el chef y pronto olvidó el sueño.
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ღᴇsᴛᴏ ᴇs ᴀᴍᴏʀ 2ღ 𝕾𝖍𝖎𝖓𝖔𝖇𝖚 𝖝 𝕯𝖔𝖚𝖒𝖆
RomanceHace cien años, Douma lo perdió todo: a su esposa, a su calma, a la única persona capaz de verlo más allá del demonio que es. Desde entonces, solo sus hijos -Kanae, Akaza, Koharu y Kanao con Inosuke- lo han mantenido en pie... aunque ni ellos logran...
