cap 28: atrapados con el

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Miedo, una emoción que todo ser vivo tiene al sentirse vulnerable ante algo más fuerte o poderoso, en cambio ella nunca sintió algo así, ni en su niñes o adolescencia, solo fue cuando su cuerpo fue marcado por la espada de Ronin sintió el miedo por primera vez en su vida, dolor, su sangre salió a manos del más buscado de este mundo y ahora paso de nuevo.

Bajo un extraño líquido y con su brazo atrapado bajo escombros su sangre salía, el dolor la recorría y ahora el aire se estaba llendo poco a poco siendo incapaz de moverse tenia miedo, mucho miedo, su vida pasaba frente a sus ojos, una clara señal de que iba a morir.

La vista se fue volviendo borrosa ya iba a desmayarse, cerró los ojos antes de abrir los de golpe por un besó que le pasó aire se alejó para ver qué fue yuuki quien le daba aire.

Le vio antes de notar el brazó izquierdo bajo escombros que comenzó a mover uno a uno hasta dar el espacio suficiente para sacar el brazo y así salieron del poso cargándola como princesa, Ren tocio el líquido antes de ser recostado contra las piedras.

¿Que paso? Después de bajar no recuerdo nada–.

–Dos dioses, peleaste con uno y la otra nos tendió una trampa, caímos varios metros–. Su brazo sangraba y por instinto trato de tomar su bolsa que Himari tenía ahora, quitando la parte superior de su traje lo dejo delado, con una navaja de mano corto la tela para ver el hueso expuesto. –¿Que tan mal está?–.

–Muy mal. Ahora estás en shock y no sientes dolor, el hueso está roto y expuesto–. Rompiendo su capa y dividío en varias tirás, envolviendo un trozo lo acerco a su boca. –Muerde–. Ella le vio. –Creeme, esto te dolerá y mucho–. Ante su mirada en verdad no sabia que hacer. –Por favor y que sea fuerte–.

Bien–. Trago su orgullo antes de morder el pedasos de tela, usando a diver down analizó el estado del hueso y solo eran dos partes y dejo las astillas por ahí.

–A la de tres, uno, dos, ¡Tres!–. Ren apretó con fuerza gritando internamente ante el abominable dolor, uso las tiras de su capa para asegurar el hueso junto a un collar para perros, amarro su chaqueta alrededor de su cuello para sujetar el brazó. –Ya está, es lo que puedo hacer por ahora–. Revisó en caso de encontrar otra herida y del cuello saco un colmillo con rais.

Me mordió antes de caer, dijo que quería probar algo y... Ahora no puedo moverme–.

–Eso lo explica, posiblemente estés así horas–. Entre lo poco que tenía ahora saco un tubo de ensayo donde lo guardo.

Cuando fuiste atacado con Yakumo hiciste un antídoto–.

–Si, pero necesitó varias cosas, ahora no puedo hacer nada–.

–¿No tienes nada para el dolor?–.

–Solo esto–. Una petaca frente a ella, era lo único que tenía y su mirada se lo decía, no tuvo de otra que beber.

¿Wiski?–.

–Del setenta, un regalo de mis amigos de Italia–. El lugar tembló callendo piedras y partes del muro, cargando a la comandante comenzó a alumbrar en busca de una salida y vio un caminó abierto por el que pasó antes de que se cierre.

Ambos tocieron por el polvo, yuuki iluminó el lugar y suspiro, el teléfono sin línea por la profundidad solo quedaba seguir adelante cargando a la comandante en su espalda avanzó por el túnel.

Mientras tanto en la superficie de Mato se habían reunido varias unidades con habilidades de detección como la misma Nei entre ellas todas buscando a la comandante y esclavo del séptimo escuadron.

Médico De CorazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora